La Universidad de Alicante califica de «humillación pública» la pérdida de Medicina para adherirse al campus interuniversitario

Si el rey Salomón acudiera a la provincia de Alicante para dictaminar sentencia sobre el proceso que vive actualmente el grado de Medicina de la UA, «lo tendría muy fácil». No tendría que dividir al niño y repartir sus mitades a cada una de las partes, sino que «los dos niños están vivos y pueden caminar juntos». Con esta reinterpretación del episodio bíblico, la rectora Amparo Navarro ha dado por concluida una «singular» apertura del curso académico remarcada por la polémica con estos estudios.

Durante su intervención, la última de la jornada antecedida por el conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, y la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; la dirigente universitaria ha confesado pronunciar el «discurso más difícil» de sus cuatro años de mandato por dos motivos, uno por las elecciones que se avecinan y otro por el procedimiento judicial que pesa sobre el grado de Medicina.

Sobre su decisión de optar a la reelección al cargo ha asegurado tener «muchas razones para volver a presentarme, entre ellas 172», en alusión a los estudiantes de primer y segundo curso de este grado. Navarro ha retrocedido cuatro años atrás para incidir en que uno de sus retos cuando tomó posesión -»aún en plena pandemia y con mascarillas»- era aportar por la formación de nuevos profesionales sanitarios, «médicos a los que no renunciamos», e impulsar la investigación biomédica y sanitaria.

Por ello, en los últimos días de su mandato -convocará elecciones durante el próximo Consejo de Gobierno- y con esta situación judicial a las espaldas reitera su defensa sobre el grado de Medicina y rechaza cualquier otra opción, como el campus interuniversitario propuesto por el Consell. «Nuestra provincia no necesita más estructuras no contempladas en la ley, ni más centros» de educación superior o posgrado, ha zanjado haciendo hincapié en que se debe «aprovechar lo que las generaciones anteriores invirtieron en las dos universidades, aumentando lo que ya tienen y mejorando».

Al mismo tiempo, mantiene la puerta abierta a «compartir proyectos, grupos de investigación e infraestructuras» con el resto de universidades, «vecinas, lejanas, nacionales e internacionales» para, de este modo, ganar en fortaleza «porque somos más, no porque seamos menos. Ese es el camino del cual no nos desviaremos, así debería seguir». En este sentido, ha calificado de «manotazo duro» y «humillación pública» la propuesta del Consell de crear unos estudios interuniversitarios entre los dos campus sin «garantizar la autonomía universitaria» de un grado «ya implantado».

«No es contradictorio compartir y colaborar siendo dos los grados ofrecidos en nuestra provincia», pero para compartir «hay que ser más de uno, nada se puede compartir con uno mismo salvo la conciencia». De este modo, espera que los tres magistrados del Tribunal Superior de Justicia «resuelvan adecuadamente» la demanda interpuesta por la UMH, una situación que ha sido «reiteradamente contestada» por la UA, pues la rectora define el derecho como lo conoció en su Facultad: un «instrumento al servicio del bien común», lejos de ser «un artificio formalista que usar como arma arrojadiza».

El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, ha sido la primera autoridad que ha intervenido durante la apertura del curso académico de la Universidad de Alicante, tras la lección inaugural de la catedrática de Óptica, Inmaculada Pascual Villalobos, y la entrega de distinciones al personal. En su discurso ha apuntado a la situación de los estudios de Medicina en la institución, que «tanto ruido ha generado».

En primer lugar, ha señalado que el Consell «nunca va a tomar una decisión que perjudique los intereses de los estudiantes», remarcando que su opción de gobierno va dirigida a «responder, proteger y respaldar» al sistema universitario de la Comunitat. Por ello, ha apuntado a la garantía de continuar y concluir estos estudios, al mantenimiento de plazas en la provincia -incidiendo en que el problema es del Gobierno central por no ampliar la plazas Mir- y al «respeto absoluto» hacia la autonomía universitaria.

Sin embargo, la voluntad de ayuda y colaboración por parte de la Generalitat para solventar la problemática del expediente de autorización de Medicina en la UA «no puede ser posible». Sobre este asunto ha incidido en que el documento, aprobado por parte del Botànic, «está plagado de errores que perjudican a la propia UA y, por extensión, a sus estudiantes». Entre ellos, los apartados correspondientes a las prácticas en hospitales públicos, la financiación del grado y el informe favorable rubricado por un órgano que «en aquel entonces (julio de 2022, un mes antes de la autorización) no tenía competencia en materia de formación sanitaria».

«El Botànic hizo un flaco favor a la UA autorizando el grado en Medicina de la manera que lo hizo», según ha matizado el Conseller, «sin garantías de viabilidad económica ni prácticas en hospitales universitarios para sus alumnos». Dicha situación «no se debe consentir ni desde la UA ni desde el Consell», por ello los servicios jurídicos de la Generalitat «solicitaron» a la Conselleria y al pleno del Consell autorización para instar ante el TSJ el allanamiento sobre el procedimiento judicial. Antes de dar el paso, las tres partes en disputa se reunieron para «desde la autonomía universitaria» encontrar un acuerdo, el campus interuniversitario.

Su puesta en marcha debe contar con la «voluntad favorable» de ambas universidades, así como con la «generosidad» de sus rectores con el fin de convertir la provincia en lugar de referencia nacional e internacional para las Ciencias de la Salud. Sin embargo, la Universidad de Alicante ha desistido de esta opción al no tener garantía del reconocimiento de sus estudios de Medicina en este nuevo campus. Aún así, Rovira vuelve a tender la mano para generar «alianzas y compartir estudios».

El segundo turno de intervenciones ha estado protagonizado por la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, quien se ha dirigido a la rectora para lanzar un mensaje de apoyo. «No me pondré de perfil, contad con esta ministra para defender vuestra autonomía universitaria», ha manifestado antes de denunciar que «no hay motivo ni razón que justifique la supresión de este grado con demanda» que supone la nota de corte más alta de la Universidad de Alicante.

La ministra ha echado también la vista atrás, hacia el verano, para incidir en «la falta de médicos que hemos visto», consecuencia -según la ministra- de «los recortes» sufridos hace una década, mismo tiempo que tardan en formarse los profesionales clínicos. «Hoy Mazón propone recortes que afectarán a los médicos de la Comunitat». Por ello, «pido a la Generalitat que recapacite, rectifique y haga lo que se espera de un gobierno», además de «garantizar» el grado en la Universidad de Alicante. «No se puede construir sobre la base la construcción» ni tampoco «sumar ni multiplicar restando».

Además, Morant ha respondido al conseller Rovira sobre las plazas Mir, indicando que el Gobierno central ha aumentado las plazas «en un 60%». «El Ministerio de Sanidad ha aprobado tantas plazas Mir como han sido acreditadas y la Generalitat solo ha sido capaz de acreditar una nueva en Castellón». Tras ello, ha afeado a la Generalitat matizando que «frente a un Consell que se allana y propone a un juez la anulación de vuestro grado, el Consejo de Ministros financia la creación de nuevas plazas».

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