Amparo Navarro
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Amparo Navarro llega a la entrevista, en el despacho rectoral de la Universidad de Alicante -el cual ocupará en funciones hasta que el Pleno del Consell acepte su dimisión y salga publicada en el DOGV-, nada más poner un pie en el campus. Minutos antes, en su coche, sonaba de fondo un disco muy especial. Tiene varios, pero cada año escucha el que le regalan por el día de Reyes. Su marido, José Miguel, elige las mejores canciones que la acompañarán en sus trayectos. Entre ellas, temas estimulantes -como los de Queen o Abba, entre otros grupos- que le aportan parte de la energía necesaria para afrontar la jornada al frente de la institución académica.
Desde el arranque del curso académico, confiesa, hay una canción que no ha dejado de sonar. El 'Hymne à l'amour' que Céline Dion interpretó en los Juegos Olímpicos de París 2024, en homenaje a la figura de Édith Piaf. «La tenía olvidada», reconoce, pero escucharla durante la gala inaugural del certamen ha hecho que esto no vuelva a suceder. «Me encanta». La conversación continúa en sus primeros minutos hablando de cine y literatura, dos de las artes que ha utilizado a lo largo de su vida para calmar y nutrir la mente. Eso sí, si algo le gusta son las tertulias con sus hijos, familiares y amigos después de sentarse a la mesa.
Las conversaciones contienen durante estas semanas varios 'tópicos' que, a pesar de estar fuera del campus y de la jornada laboral, salen a relucir. Como se puede presuponer, uno de ellos es el grado de Medicina en la Universidad de Alicante y la continuidad de estos estudios tras el contencioso-administrativo interpuesto por la Universidad Miguel Hernández y el allanamiento del Consell. Otros tienen que ver con su día a día al frente, durante casi cuatro años, de la Universidad de Alicante; los cuales desembocan en un nuevo paso: la reelección a rectora por seis años más.
En caso de conseguirlo, sería un hito histórico. La primera mujer que dirige la institución académica, que en caso de salir electa a finales de noviembre repetiría en el cargo, siendo la 'rectora longeva' por una década de mandato, y, sobre todo, la última en poder optar a unos segundos comicios, pues la Losu -a partir de su implantación- lo impedirá.
Se prepara para unas nuevas elecciones cuatro años después, ¿cómo arranca el proceso?
Arranca de una forma no usual, en la medida de que la Universidad ha estado y hemos estado muy tensionados con la crisis que tuvimos con el grado en Medicina. Ahora ya, que según parece las cosas van a estar más claras, lo afrontamos como siempre hemos afrontado las elecciones en la Universidad de Alicante. Con espíritu de confrontar ideas, proyectos y de aprender y hacer una escucha activa de todas las reivindicaciones de la universidad.
¿Por qué decide presentarse a la reelección?
Aparte de que es una cuestión que normalmente ocurre, la de que un rector se presente a una reelección, aunque esta vez será la última ya que la Losu solo va establecer un mandato; he decidido presentarme, primero, porque en cuatro años hay algunos proyectos que quedan por concluir. Por otro lado, porque considero que es una forma de rendir cuentas a la comunidad universitaria de lo que he hecho y comprobar si vamos en el buen camino o tenemos que iniciar otros proyectos. Y, también, porque me ilusionan los retos que aún tenemos para los próximos seis años.
¿Qué tres proyectos importantes va a incluir en su programa electoral? Empiece por el Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios
En el PTGAS hemos avanzado mucho en este mandato, tanto en su estabilización como en su promoción, pero creo que también tenemos que intentar hacer un relevo generacional que nos va a venir en los próximos años. Tenemos que hacer una carrera profesional y administrativa atractiva para los profesionales que trabajan con nosotros. Tenemos que tener un buen plan de formación para especializarlos en las nuevas tecnologías y en los nuevos procedimientos de la administración electrónica.
¿Para el estudiantado?
Aparte de tener, como hemos hecho en estos años, una comunicación muy fluida con ellos para captar sus inquietudes, hay que estar muy pendientes de su empleabilidad, hay que acompañarlos y formales para que sean buenos profesionales y buenos ciudadanos. Hay que hacerles una oferta muy atractiva de formación a lo largo de la vida. Lo que estudian ahora ya no les va a servir para siempre, sino que van a tener que estar realizándose constantemente y, por lo tanto, tienen que tener una buena oferta.
¿Y para el Personal Docente e Investigador?
Seguimos avanzando en el relevo generacional. Ya tenemos que acometer definitivamente el paso de nuestra tercera generación, dada la edad que tiene la Universidad de Alicante. Tenemos que atraer y retener talento haciendo una carrera académica estable y atractiva. Tenemos que mejorar, para todos ellos, las infraestructuras y la renovación de la estrategia en materia de espacios con nuevas oportunidades como el campus oeste. También, en la medida de lo posible, una simplificación de los procesos y de la burocracia que siempre tiene la universidad.
¿Cómo ha quedado el programa anterior, se ha cumplido en su totalidad o han quedado puntos pendientes?
Cien por cien nunca se puede cumplir un programa. En muchas ocasiones hay elementos exógenos que no te lo permiten. Tenemos un grado de cumplimiento muy importante y muy avanzado, casi del 80%. En breve haré una rendición de cuentas del programa cumplido.
¿Está satisfecha de la gestión en estos últimos cuatro años?
Sí, sobre todo, con el tema de la estabilización del PTGAS. Empezamos con casi un 24% de interinidad y ahora estamos en un 7%, por debajo incluso de los que exigía la normativa europea. Con las nuevas plazas que están programadas nos vamos a situar en un 3%, con lo cual son unas cifras muy por debajo de lo exigido y de las mejores de las universidades españolas. En el caso del PDI también hemos avanzado bastante en la renovación generacional. Hemos bajado casi tres puntos la tasa de asociados con programas de estabilización y, además, hemos hecho una oferta de plazas de ayudante doctor de las mayores de los últimos años, por encima de la tasa de reposición. Además, hemos conseguido conjuntamente con CRUE casi 180 plazas nuevas de ayudantes doctores financiadas por el estado y por las comunidades autónomas que se convocarán de aquí a junio de 2025. Ha sido la mayor oferta de plazas de profesorado estable de los últimos años. Hemos conectado definitivamente el campus este con el oeste y hemos incrementado muy notablemente las empresas vinculadas al Parque Científico. En general estoy satisfecha.
El plan plurianual de financiación es uno de los retos pendientes, una reivindicación que ha manifestado hasta el final. ¿Avanza?
Con el Consell anterior no conseguimos cerrar un plan plurianual de financiación, pero sí logramos elevar en un punto porcentual el reparto de la financiación autonómica que nos permitió incrementar esa financiación en casi seis millones de euros. A pesar de eso, es insuficiente lógicamente, hemos seguido reivindicando ese plan que nos de estabilidad. Las negociaciones están bastante avanzadas y se están reuniendo los equipos económicos de las cinco universidades públicas para avanzar en ese sentido. Soy optimista y creo que sí se cerrará satisfactoriamente.
La Losu también ha sido comentada en distintas ocasiones, ¿cómo va su implantación?
El ministerio, dado todo el proceso electoral en el que hubo cambio de Gobierno, dio un plazo de un año de prórroga para implantarla definitivamente. Las cuestiones que eran de implantación directa por la Losu ya las tenemos y hemos hecho mucha normativa: la de dedicación del profesorado o la de los concursos de plazas. Ya las estamos aplicando, pero también existen otras que requieren una reforma estatutaria. A pesar de tener una comisión de estatutos, que ya se ha ido reuniendo, hemos considerado más prudente, dada la prórroga establecida, abordarla una vez que el ministerio haya desarrollado los reglamentos pertinentes y una vez que iniciemos un nuevo mandato con el rector o rectora electo.
La rectora en funciones de la Universidad de Alicante ha traído consigo un objeto muy especial. Se trata de un pato de goma. Fue un regalo que Navarro supo valorar, tanto por los ejemplares que habitan desde hace décadas en el Bosque Ilustrado del campus -»son muy simpáticos y queridos»-, como por su vestimenta. «Los patos forman parte de nuestra seña de identidad» y más uno como este que viste de «médico o médica». Esta figura la guarda en su bolso con el fin de acompañarla en cada paso, sobre todo, en un tramo que ya conoce -la candidatura a rector o rectora que registrará a finales de octubre, antes de los comicios de noviembre- pero, como bien explica, afrontará con una rendición de cuentas ante la comunidad universitaria, patos incluidos.
Las infraestructuras y el campus oeste son otras de las cuestiones que la UA está abordando. ¿Qué obras plantea para los próximos seis años?
Durante este mandato se han hecho obras, menos de las que hubiéramos querido en el sentido de que todas ellas necesitan financiación. Hemos aplicado los remanentes a obras, todos a infraestructuras. Es la primera vez que se ha incluido en las cuentas un apartado presupuestario específico para obras de mantenimiento y rehabilitación. Los remanentes se aplicaron, lógicamente, a obras de las facultades a los que además se han sumado aportaciones de los vicerrectorados y del Equipo de Dirección, ya que nos redujimos un 10% para poder financiar también estas obras. Financiamos con ayuda del ministerio el aula de Anatomía. Hemos hecho una gran inversión de ahorro energético, porque eso luego redunda, efectivamente, en mayores inversiones; y en breve, cuando hagamos una rendición de cuentas, presentaremos todas las obras realizadas. No obstante tenemos un gran problema de espacios. Tenemos mucho terreno en el campus oeste, no solo en el que ahora se sitúa el Parque Científico, sino 800.000 metros cuadrados pendientes de urbanizar y ahí, evidentemente, será la gran expansión de infraestructuras del campus.
¿En qué nivel se encuentra la gran expansión?
Estamos al habla y en contacto directo con el Ayuntamiento de Alicante para ver cómo podemos acometer todo el plan urbanístico. La mayoría de esos terrenos son de la Universidad de Alicante y también de propietarios privados y del Consistorio.
La implantación de Medicina ha sido uno de los hitos de su mandato, con trámites iniciados en el anterior.
En el mandato del rector Palomar se solicitó el grado en Medicina y se elaboró el expediente. La autorización del grado de Medicina ha sido en este mandato. El grado empezó con total normalidad y con gran satisfacción por parte del estudiantado y del profesorado, pero como todo el mundo sabe se ha visto ensombrecido por el contencioso planteado por la Universidad Miguel Hernández que aún está sin resolver en el TSJ. Confío en la palabra del president de la Generalitat, en el mensaje de tranquilidad. Ha asegurado, sea cual sea el resultado de la sentencia, los derechos de los estudiantes, es decir, no hay duda de que los estudiantes de Medicina de la UA acabarán siendo médicos; y también el compromiso de que la Universidad de Alicante mantendrá el grado de Medicina.
¿Ha mantenido alguna conversación con el rector de la UMH desde su reunión con el president?
No. Desde la conversación con el president de la Generalitat, de momento, no hemos visto ningún cambio con respecto al recurso planteado por el rector de la Universidad Miguel Hernández.
¿Qué espera del campus interuniversitario?
Entiendo el campus interuniversitario, y así se lo manifesté al president de la Generalitat, como un concepto en el cual se pueden compartir muchos recursos, se pueden explorar títulos de nueva creación, que podríamos analizar si se pueden impartir por las dos universidades. Creo, como ya hacemos, que se pueden compartir muchos títulos de máster y de doctorado en ese ámbito. Ver también la posibilidad de dobles titulaciones, complementando las que tienen ambas universidades. En cualquier caso, como he dicho siempre, compartiendo prácticas, manteniendo la autonomía de las dos universidades y manteniendo el grado en Medicina de la Universidad de Alicante.
La Universidad Europea ha iniciado los estudios en Enfermería en su nueva sede de Alicante. ¿Se le ha puesto desde la UA algún tipo de impedimento, traba o problema en materia de prácticas como les ha pasado con Medicina?
La Universidad Europea tiene implantado el grado en Enfermería, también en Psicología y otros de la salud. Nos llevamos muy bien con su rectora. Estuvo en nuestro acto de apertura del curso académico y mantenemos conversaciones muy fluidas. Ellos necesitan también la autorización de la Universidad de Alicante para realizar prácticas. Cuando no hemos utilizado las prácticas para nuestros alumnos, no hemos tenido ningún inconveniente en autorizarlas como lo hacemos con el CEU de Elche, que también tiene el grado en Enfermería. Creo que es importante colaborar, pero en estos momentos la rectora de la Universidad Europea sabe que estamos en un problema global de compartir prácticas sanitarias. Cuando hay más de una universidad en una comunidad autónoma, creo que las autoridades sanitarias deben armonizar las prácticas clínicas. En nuestro caso, está en manos del conseller hacerlo para todas las universidades y grados autorizados por la propia Generalitat Valenciana
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Borja Crespo, Leticia Aróstegui y Sara I. Belled
José A. González
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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