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Ha sido a primera hora de este miércoles cuando el ministro de Universidades, Joan Subirats, ha puesto pie en la Universidad de Alicante para calmar los ánimos respecto a la implantación de la nueva Ley Orgánica de Universidades (LOSU) el pasado 12 de abril.
El primer contacto lo ha mantenido en una reunión con la rectora de la UA, Amparo Navarro, su equipo de dirección y los decanos de las distintas facultades del campus. Entre las preocupaciones e «inseguridades» que genera la Ley, junto a sus decretos -los cuales se encuentran en información pública-, la máxima dirigente de la institución académica ha reclamado al ministro mayor financiación.
En este sentido, Navarro ha solicitado un compromiso financiero al Gobierno, ya que «la puesta en marcha de la LOSU exige una financiación 'ad hoc'», además de «muchos recursos». A pesar de que la transferencia se traslada a las comunidades autónomas, la rectora ha incidido ante el ministro que estas «deberían también recibir recursos para, a su vez, financiar a las universidades».
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Y es que el actual sistema de financiación pone en jaque la viabilidad presupuestaria de la Universidad de Alicante, la cual se halla trabajando junto al resto de organismos en un plan de financiación plurianual para garantizar la independencia económica, así como la gestión de sus recursos y hacer frente a los problemas que el actual sistema ha puesto en marcha.
Entre ellos, la institución académica se vio obligada a hacer uso de los remanentes de 12 millones de euros para cuadrar su balance de cuentas y afrontar los presupuestos. En definitiva, «la financiación es un tema que nos preocupa», ha remarcado Navarro.
En cuanto a la respuesta del ministro, la rectora de la UA ha señalado que este «comparte la preocupación» y se ha comprometido a «encargar estudios» sobre cómo se financian las universidades públicas. De este modo, la catedrática de Derecho Financiero y Tributario espera que el ministro se comprometa a garantizar el «uno por ciento del PIB que establece la LOSU» en la financión de las universidades públicas «y no solo sea un brindis al sol».
La nueva Ley Orgánica de Universidades (LOSU) ha provocado una «cambio muy significativo del sistema normativo» en las instituciones académicas públicas de España. En este sentido, el ministro Subirats ha remarcado que esta busca «reforzar el vínculo entre universidad y sociedad».
Así, ha alabado la gestión de la UA en esta cuestión, «lleva mucho años trabajando en ello», en «la idea de que la Universidad no tiene que estar dedicada a formar a la franja de 18 a 29 años». En el ámbito nacional el 94% de estudiantes comprenden estas edades. Por ello, ve necesario «avanzar hacia otras franjas» porque las necesidades formativas «han cambiado» y existe «incertidumbre en el futuro de muchas profesiones».
Asimismo, Subirats ha confesado que «la Unión Europea nos está apretando mucho en este sentido», ya que quiere «reforzar el sistema universitario público» a través de un proceso de formación permanente y adaptación. Para ello, ha anunciado que el 14 de septiembre se reunirán en Barcelona junto a las alianzas europeas, entre las que se encuentra la Universidad de Alicante.
Será en dicho encuentro cuando se hable de las «microcredenciales», unos cursos de «corta duración» para seguir formando a la sociedad española, con especial hincapié en «gente de más de 40 o 50 años» que necesita reforzar sus «conocimientos digitales y nuevas prestaciones de formación».
El ministro ha explicado que «estudiar cinco años nos servía para toda la vida», pero en la actualidad «tenemos que estudiar toda la vida para seguir trabajando». Por ello, este cambio sin las Universidades «va a ser difícil» y es necesario potenciarlas mediante «un despliegue en la necesidad social que tenemos».
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