Mascletà de las Hogueras: el rugido de la bestia ensordece la plaza de España de Alicante

Coeters Dragón ha vuelto a sacar a la bestia por las calles de Alicante. Lo ha hecho con un elegante paseo de pólvora por la plaza de España, donde se ha disparado la segunda mascletà del ciclo 'Pòlvora tot l'any' de las Hogueras este domingo.

Ha sido ahí donde multitud de festeros y alicantinos se han congregado, en el entorno de la plaza de toros, con ganas de sentir la pólvora en primera persona. Así, el ecuador del otoño ha sabido a un final de junio, con el ambiente del almuerzo popular y la mascletà.

Antes del disparo, han ido los avisos. El primero, a cargo de los Bomberos del Speis; el segundo, de Protección Civil; y el tercero, de la Policía Local. El cuarto botón ha sido el que ha prendido el inicio de la mascletà, y nada mejor que el guardia civil, de intervención de armas, Carlos Jarque, para despertar al dragón en su último día en un disparo antes de entrar en la reserva.

Tras este homenaje a toda una trayectoria, la traca valenciana -tradicional en estos disparos- ha anunciado la llegada de la bestia. Primero, ha mostrado las escamas, con un espectáculo aéreo en distintas fases, donde han arrancado las carcasas y los truenos para, seguidamente, continuar con un diálogo entre truenos.

De este modo, el dragón de Villena ha anunciado su regreso a la capital de la provincia, con un retumbar de truenos que han emulado sus pasos por la avenida de Alcoy. Tras otro combo de artefactos, el suelo ha emprezado a vibrar con el inicio de la fase terrestre.

Las retenciones han tomado el protagonismo de esta mascletà, con los silbatos en un segundo plano, como acompañamiento. Los pulpos han ido avanzado, mostrando la caída de mechas. Esta parte, visual desde todos los rincones del espectáculo, han sido como ver las chispas del dragón.

Y es que estas han provocado un nuevo juego de retenciones, en distintos segundos y compases, que han creado una sintonía en otra fase avanzada de la mascletà. Ha sido ahí cuando el gerente de Coeters Dragón se ha arrodillado ante el espectáculo para admirar el gran rugido de su bestia.

El terremoto no ha dejado a nadie indiferente, potente en sonido e intensidad, de esos que gustan en Alicante. La espectacularidad ha continuado, al ver a José María darle ánimos a la detonación de los petardos, mientras el cielo se ha roto con un remate final de tres golpes: un bombardeo hermético, otro de truenos y silbatos, y una nueva cortina final, antes de un cierre colosal.

La bestia de Coeters Dragón ha ensordecido la plaza de España, que ha estallado en vítores y aplausos para celebrar el espectáculo de los de Villena.

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