La UA rescata 12 millones de remanentes para paliar los sobrecostes energéticos y la inflación
La institución académica denuncia «la infrafinanciación» del Consell y alerta de que las cuentas actuales «dejarán de ser viables» cuando acaben los ahorros | El presupuesto total ha rondado los 246 millones de euros, con un cierre «casi positivo»
El año 2022 ha sido para la Universidad de Alicante un ejercicio «presupuestariamente difícil». Los sobrecostes energéticos y la inflación, junto a determinadas obras de mantenimiento y rehabilitación de infraestructuras, han obligado a la institución académica a recurrir a los remanentes para hacer frente a los gastos. Han sido «algo más de 12 millones de euros» los que se han incorporado al presupuesto de dicho año, el cual ascendía a un total 234.075.605 euros.
Con esta suma de ahorros, el total ejecutado por la Universidad de Alicante ha rondado los 246 millones de euros (245.757.708). Esta situación ha provocado un cierre del ejercicio con, según ha explicado el vicerrector de Planificación Económica, Ángel Sánchez, «un saldo equilibrado casi positivo gracias» a la incorporación de los remanentes de años anteriores.
Sin embargo, el responsable económico de la UA ha mostrado su preocupación por una situación que puede convertirse en estructural al haberse replicado la fórmula en la elaboración de los presupuestos del actual ejercicio. En este sentido, ha afirmado que «los remanentes no duran siempre» y si la situación de «insuficiencia financiera» perdura en el tiempo «y no se corrige en el Plan Plurianual de Financiación», el futuro de las universidades «puede verse afectado».
De ahí que Sánchez sostenga que el resultado de la liquidación de 2022 «es la prueba más fehaciente de que las reclamaciones de las universidades son fundadas» y «corroboran esta situación de infrafinanciación que no hubiera sido posible afrontar sin el margen de maniobra que nos han dado los remanentes», los cuales son «necesarios para emprender proyectos plurianuales de mayor envergadura», además de afrontar contingencias e imprevistos».
Por ello, desde la Universidad de Alicante abogan «por ser realistas y poner sobre la mesa la situación actual en la que los gastos de funcionamiento siguen creciendo a un ritmo muy superior al que lo ha hecho la financiación». «El margen se va estrechando y esto implica un estancamiento en la inversión que sólo es posible afrontar con los remanentes y que dejará de ser viable cuando esto se acabe».
El informe se someterá a su aprobación definitiva el próximo lunes, día 3 de abril durante la celebración del pleno ordinario del Consejo Social de la Universidad.
Implantación de la Ley de Universidades
Durante su informe, la rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, ha señalado que con la entrada en vigor de la Ley Orgánica del Sistema Universitario, LOSU el próximo 12 de abril, «iniciamos un proceso de implantación progresiva que exigirá modificaciones normativas y estatutarias en diferentes ámbitos internos».
En este sentido y al hilo de la financiación, se ha insistido en que la propia aplicación de la LOSU traerá consigo una serie considerable de incrementos de costes derivados, entre otros, de la necesidad de dedicar el 5% al programa propio de investigación y a la estabilización de personal. «La propia Ley prevé que será el propio Ministerio quien auxilie financieramente a las universidades y esperamos que así sea ya que, en caso contrario, los objetivos que la Ley plantea serán inalcanzables», explica Ángel Sánchez.
Para abordar estas cuestiones, la rectora ha informado de que el próximo 19 de abril el ministro de Universidades, Joan Subirats, visitará la Universidad de Alicante para informar, precisamente, sobre la implantación de la LOSU. Navarro ha convocado a todos los miembros del Consejo de Gobierno a ese encuentro con el Ministro con el objetivo de que en el mismo «estén representados todos los colectivos que conforman nuestra comunidad universitaria».