La banda sonora de los Guerreros de Xi'an se inmortaliza en un disco

Será este sábado 16 de marzo cuando los ocho temas que integran el disco 'Qin y Han. Los Guerreros de Xi'an' suenen en las principales plataformas digitales con el estreno de este álbum -que próximamente tendrá una pequeña tirada física en formato de coleccionista-, tras ofrecer hace unas semanas un primer adelanto con su sencillo 'Más allá de la vida'; que cuenta con la colaboración de la intérprete china Meiling Liu.

De este modo, la banda sonora que ha acompañado y ambientado a las tres salas que albergaron a los soldados de terracota y el séquito de objetos en el Marq -a lo largo de diez meses de exposición, con un récord de más de 280.000 visitantes- perdurará a lo largo de los siglos, siguiendo la estela del mismísimo primer emperador, Qin Shi Huang, en su búsqueda de la inmortalidad.

Para devolver esta música a la vida, el compositor Luis Ivars -nominado en tres ocasiones consecutivas al Goya- ha desempolvado las partituras y 'samples' que empleó a la hora de grabar cada uno de estos ocho temas. En esta ocasión, ha añadido nuevos arreglos para sorprender, todavía más, a los oyentes. Eso sí, siempre con la esencia del encargo que le hizo el comisario de la muestra, el doctor Marcos Martinón-Torres, la de «trabajar absolutamente con la filosofía de fusionar Oriente y Occidente».

La elección de Luis Ivars como compositor para esta exposición no fue casualidad. Martinón-Torres tuvo claro, desde un primer momento, que quería contar con alguien de la tierra, «cercano al Marq», y que fuera capaz de «sacar el proyecto adelante», recuerda el maestro alicantino rememorando aquellas conversaciones para el encargo.

De este modo, siguiendo las indicaciones del arqueólogo y catedrático de la Universidad de Cambridge, Ivars comenzó a trabajar en piezas específicas para cada una de las salas tematizadas que marcaron la travesía de los Guerreros de Xi'an durante su estancia en Alicante. El trabajo y la constancia en la mezcla que vivió entre aprender -sobre la cultura china- y enseñar -su experiencia como compositor de música de cine- le resultó una «experiencia maravillosa», la cual desembocó en «construir la banda sonora del primer emperador».

Igual que en las películas, cada secuencia tiene su melodía incidental, cada una de las salas temáticas contó con la misma esencia. En el caso de la primera, la de la unificación de los territorios y la implantación del primer Imperio, contó con la épica de la guerra como protagonista, a través de sonidos de campanas chinas y cerámicas. Todo ello recreado «con instrumentos similares porque desgraciadamente no sepodían tocar las campanas del museo».

Para la segunda de las salas, esa que mostró la vida más allá de la muerte a través del mausoleo del emperador, Ivars aprovechó las piedras de la Serranía de Cuenca para emular los sonidos de un litófono chino. Con ello, pretendió emular el misticismo que rodeó la vida de Qin Shi Huang y el mayor de sus miedos. Asimismo, el mayor encargo vino dado en la tercera sala, en la que se podían contemplar los Guerreros de Xi'an en todo su esplendor, al exhibirse en 360 grados. «Insistió mucho en que el resultado debería ser muy emotivo» para crear «momentos únicos e irrepetibles» en los espectadores durante su paseo entre los soldados.

Para todo ello, Ivars contó con numerosas colaboraciones, como la de Meiling Liu con quien trabajó de forma telemática. «Hicimos una estupenda grabación vía Zoom, ella desde su estudio en China y bajo mis indicaciones», relata el compositor e incide también en la «interpretación fantástica» de una tarota inspirada en el dolçainer Lluís Avellà para la primera de las salas y otra con un erhu. Entre ellos también destaca a Isaac Hernández y el trabajo técnico que desarrolló para sacar adelante toda la banda sonora.

Así, con la vista puesta en presentar en sociedad, este sábado a través de las plataformas, todo este trabajo que ya ha sido remasterizado, el compositor Luis Ivars hace balance y señala este trabajo como una «suerte» insistiendo en la «intensísima complicidad» con Martinón-Torres para crear una banda sonora «adaptada a un museo puntero como el Marq que nos tiene acostumbrados a exposiciones de primerísima división».

Estas van más allá, igual que la música de Luis Ivars, la cual es capaz de «generar todo el paisaje sonoro con elementos de la cultura china e, incluso, de la propia meteorología de los ambientes», dejando atrás el simple concepto musical. De hecho, el propio Martinón-Torres envió un mensaje a Ivars: «¿Por qué ahora, más que nunca, hemos visto a tantísimos visitantes rendirse emocionados frente a los guerreros de terracota? Gran parte de la culpa la tiene Luis Ivars«.