Alicante y Elche, y la marihuana como 'símbolo' de paz
Una hoja de esta planta canábica se cuela en un foro donde los alcaldes de ambas ciudades fueron protagonistas
A esta cotorra le encantan los saraos y no se pierde un solo foro que se dé cita en la provincia de Alicante. Fue hace unos días cuando dejó al lado el mar y se coló en la sede de la Autoridad Portuaria para conocer los retos comunes y funcionales entre el eje Alicante-Elche.
Esta fue la segunda ocasión en que la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante, más conocida como Uepal, logró reunir a los alcaldes de ambas ciudades -en el caso de Alicante, Barcala ha repetido, mientras que en Elche han pasado Carlos González y ahora Pablo Ruz- como protagonistas del evento. Tal es la paz sellada entre los municipios que un pequeño detalle quiso simbolizarlo.
El decorado que ornamentó la mesa de ponencias incluía emblemas de ambas ciudades. El castillo de Santa Bárbara que convive con la Dama de Elche, el Puerto de Alicante que suma industria con las autovías, también un patrimonio de la humanidad como es el Palmeral y, si de vegetación se habla, una hoja de marihuana se coló.
Este detalle que no pasó desapercibido para el cotorreo de este ave, que se preguntó: si esta patronal ha sido capaz de originar la concordia entre ambos municipios, ¿esta imagen quiere decir que ya han fumado la pipa de la paz? Quizá sí, quizá no, lo que sí está claro es que fue un error y otras asociaciones han eliminado este elemento de sus fotografías.
Actor porno, médico y ponente
El pleno del Ayuntamiento de Alicante es uno de los espacios favoritos de esta cotorra. Es ahí donde surgen nuevas historias y se rememoran otras tantas. A pesar de no haber nacido en la época de este que les va a contar, está bien puesta en el asunto.
Fue en la recta final del pleno cuando surgió la propuesta de Declaración Institucional de Compromís para instar al equipo de Gobierno a implementar en el ámbito de sus competencias la formación en salud sexual y reproductiva. Sin embargo, la resolución removió arenas del pasado.
La encargada de dar la réplica fue la concejala Mari Carmen de España, quien volvió a sacar a la luz un episodio que trajo la polémica a la ciudad en materia de sexo y juventud. «¿Ustedes tienen el cuajo de hablar de eduación sexual? [...] Cuando gobernaban y tenían responsabilidades en esta materia traían actores porno para hablar de educación sexual y apoyaban iniciativas para impartir charlas con actores porno a los jóvenes de esta ciudad. Esa es su política».
Y sí, los hechos ocurrieron y constancia queda de ello en la maldita hemeroteca. Fue en la 'Setmana Jove' organizada por el Consell de la Joventut d'Alacant en 2016 cuando una de sus actividades consistía en una charla sobre educación sexual a cargo del actor de cine adulto Santi Noguera.
En aquella época el tripartito -PSOE, Compromís y Guanyem Alacant-gobernaba en la ciudad y el Partido Popular denunció que la Concejalía de Juventud permitiera aquella actividad incluida en la programación del CJA. Asimismo, reclamaron la participación de «auténticos profesionales para dar este tipo de charlas».
El Consell salió en defensa de su actividad y lanzó un comunicado explicando que la charla surgió «a propuesta de una entidad con la que hemos colaborado otras veces» y, además, fue la entidad la que propuso la invitación de Santi Noguera, «médico y actor porno» y recalcaron que esto segundo era «su hobbie».
«¿Y la placa?»
Esta cotorra también acude de vez en cuando a la Universidad de Alicante. Son muchos días los que se chapuza en las fuentes que bañan el entorno del campus. Fue en uno de esos remojones, cuando atisbó una concentración y, con el oído fino, se acercó.
Eran varios los estudiantes que esperaban al sol en los alrededores de la Facultad de Ciencias de la Salud para homenajear al pueblo palestino con la plantación simbólica de un olivo. Tras colocar el ejemplar estaba previsto descubrir una placa conmemorativa para enmarcar dicha acción de solidaridad.
Sin embargo, el calor hizo sus estragos, pues tras más de diez minutos de discursos a pleno sol -una gesta digna de un cactus- y el esfuerzo de llenar a palazos de tierra el alcorque, pareció que las ganas de ponerse a 'la fresca' se hicieron notar. Hasta el punto de que la placa conmemorativa permaneció en el olvido.
«¿Y la placa?», llegaron a preguntar los asistentes, echando de menos el momento álgido de la jornada, pues esta permanecía tapada en el momento en el que concluyó el acto, alargando un poco más la emoción. Finalmente, este elemento salió del olvido y fue descubierto de entre las banderas que la ocultaron durante todo el homenaje.