El PP se salta a Vox para aprobar la ordenanza de vía pública y pacta con Compromís

La política hace extraños compañeros de cama, decía Manuel Fraga. El acuerdo alcanzado por el equipo de gobierno popular en el Ayuntamiento de Alicante así lo atestigua. El PP se ha saltado a Vox y ha pactado con Compromís la aprobación la ordenanza de ocupación temporal de la vía pública. Todo ello, una semana después de que los de Abascal decidieran romper los gobiernos autonómicos, incluido el de la Comunitat Valenciana, y el líder voxista amenazara con hacer lo propio en los ayuntamientos.

Alicante no es uno de esos casos. El PP gobierna en solitario con 14 concejales y solo necesita un voto para aprobar cualquier medida. Siempre se había puesto a Vox como socio prioritario en las negociaciones. Pero, con este acuerdo para la ordenanza de vía pública, Barcala ha dado un aviso importante a los cuatro ediles voxistas: que no intenten bloquear la gestión, porque tiene alternativas.

Por otro lado, la decisión del portavoz municipal de Compromís per Alacant, Rafa Mas, es arriesgada, aunque ya había manifestado su voluntad de llegar a un acuerdo en este tema. No obstante, choca con la estrategia de la formación nacionalista en Les Corts y en ese cordón sanitario con el PP que dicen querer imponer. Aunque también fueron los primeros en saltárselo en la Cámara autonómica al acordar con los populares el reparto de la Mesa, entrando una representante de la coalición (María José Amigó) en lugar de una vocal del PSPV, que iba a ser para el exconsellera de Innovación, Josefina Bueno.

El grupo municipal socialista en Alicante, por su parte, se ha quedado fuera de esta negociación. La propuesta saldrá adelante en el pleno ordinario de julio con los votos del PP y Compromís (16).

El acuerdo alcanzado por ambos grupos municipales contempla el blindaje de los Puntos Violeta en las fiestas de la ciudad durante todo el mandato, que quedará recogido en el texto de la ordenanza.

En este punto había encallado la negociación con Vox, grupo prioritario para el equipo de gobierno hasta ahora con el que había negociado los presupuestos municipales. Sin embargo, Vox se había negado a aprobar la ordenanza de vía pública, que rige los cierres de establecimientos fundamentalmente, por el tema de los Puntos Violeta.

Vox quería cambiar la denominación de estos lugares de información y desvincularlos de la lucha contra la violencia machista. En su lugar, crear una especie de oficinas móviles de denuncias para todo tipo de delitos.

Aquí se embarraron las negociaciones cuando el punto principal, el de los horarios, ya se había encauzado. Ahora, este queda de la siguiente manera: los veladores cerrarán a la 1.30 los viernes, sábados y vísperas de festivos.

Por otro lado, se excluye la instalación de veladores en bandas de aparcamiento en zonas acústicamente saturadas (ZAS): Centro, Centro Tradicional y Raval Roig. No así en el resto de la ciudad.

También se ha acordado dejar al margen de esta ordenanza una propuesta de Compromís para permitir a los centros escolares usar las bandas de aparcamiento limítrofes a sus instalaciones para aumentar el espacio de seguridad en la entrada y salida de alumnado y personal al inicio del curso escolar. En su lugar, se ha decidido desarrollar por parte de la Concejalía de Infraestructuras las obras que resulten necesarias para garantizar este espacio de seguridad.

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