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Atención a una cliente en un pequeño comercio del barrio El Pla. AM
Ser de barrio, la clave para salvar el pequeño comercio del Black Friday

Ser de barrio, la clave para salvar el pequeño comercio del Black Friday

Las tiendas de Alicante narran por sí mismas sus fortalezas frente a «modas americanas» para salir adelante en su día a día

Adrián Mazón

Alicante

Viernes, 24 de noviembre 2023, 07:22

«¿Qué es un barrio sin tiendas?», es la pregunta que lanza una clienta de la droguería Guijarro, en la zona de 'Las Balsas' de La Florida, a Rosa, su propietaria, mientras le cobra los productos con los que llena su bolsa. De esos de ... los de toda la vida en Alicante como El Pla, Carolinas o Benalúa. Conocer a los vecinos, saludar a unos y a otros, ir a una tienda y que te saluden por tu nombre y con una sonrisa o pedir un favor sin esperar nada a cambio son algunas de las pequeñas cosas y costumbres que todavía se mantienen con arraigo en los distritos de la ciudad.

«Tienes precios competitivos y para que se lo quede una gran superficie vengo aquí», continúa la mujer: «Me gusta mi barrio», sentencia, con la pena puesta en que dejar de lado a sus comerciantes supondrá «que no quede nada».

Tras hablar, la clienta le pregunta a Rosa si quiere una papeleta para colaborar en el viaje de fin de curso de su hijo. «Estas son las cosas de barrio», que te llamen por tu nombre y que te ayuden en lo que se pueda. Y es que son cuatro décadas las que esta alicantina lleva en su droguería. «Esto es mi vida, estar aquí peleando» para sacar su negocio adelante y llevar el pan a casa, junto a su marido -ya jubilado tras años en la tienda- y sus hijos que también trabajan en Guijarro.

Rosa en su tienda, la droguería Guijarro de La Florida. AM

Son los detalles del día a día y el trato con la clienta, con esa que «nos conocemos toda la vida» y allá por donde va «saluda y te dice que conoce tu cara de la droguería», lo que les hace perdurar en un tiempo de grandes superficies y nuevas tradiciones, como es el caso del Black Friday. «Nosotros no entramos» porque son sus ventas y precios del día a día las que le hacen vivir en esta jornada todo el año. «Somos de la antigua usanza, de tú a tú. Procuramos dar precio, simpatía y cuando viene una persona intentamos conseguir lo que busca yendo por todos los almacenes de proveedores».

A 600 metros de la droguería Guijarro se encuentra la boutique Trapitos, en una de las calles adyacentes a la plaza de la Viña. Allí trabajan Lidia y Emilio, madre e hijo. Al entrar en la tienda de ropa, se ve a las clientas mirar prendas y probárselas con la confianza de pedir consejo. Una de ellas acude acompañada de su hija. «Tengo 44 años y recuerdo siempre venir aquí» desde que iba en carrito.

Lidia y Emilio, madre e hijo, en su comercio: Trapitos en La Florida AM

«Son clientes de toda la vida», califica Lidia sobre las personas que acuden a Trapitos. «Han visto, incluso, ver crecer a mi hijo», de ahí el «trato familiar que no es como el del centro comercial» que con el paso de los años se ha ido generando en esta tienda de La Florida. Ella y su hijo lo tienen claro. «A los clientes hay que mantenerlos todo el año» y, con ello, los precios. La experiencia les refuerza, ya que un año se sumaron al Black Friday y reconocen que «no compensa» en el pequeño comercio.

Enfrente de esta tienda se encuentra una de las míticas tiendas de deporte de Alicante, Sanba. Dentro, en el mostrador, está María ordenando prendas, cuidando los productos y atendiendo a los clientes que entran en busca de opinión sincera y personalizada. A pesar de que estas tiendas han aflorado en los centros comerciales y grandes superficies, Sanba ha apostado por continuar en el barrio, donde toda la vida.

María muestra uno de sus productos de la tienda Sanba. AM

«Conoces a la gente que viene y haces una clientela», además al conocer la calidad y el nombre del comercio «vienen también de todas partes de la ciudad». En su caso, en vísperas del Black Friday hacen «un detalle» en artículos de temporada, pero no logran competir con los descuentos que «tenemos en todo el género» a lo largo del año.

Tiendas que hacen barrio

Ser de barrio, además de vivir, comprar y pasear por sus calles; es también confiar y conocer a los vecinos. «Aquí estáis como en vuestra segunda casa», agradece Estrella a dos clientas que han hecho una compra de zapatos en Sacha Piel en la avenida Padre Esplá del barrio de El Pla. Es al comprobar que les faltan unos céntimos para alcanzar el importe íntegro de su compra cuando se apresura a perdonar la diferencia. «Si no lo tiene, no pasada nada». Hoy y siempre por ti, por ambas partes.

Estrella coloca uno de sus zapatos en las estanterías de Sacha Piel, en El Pla. AM

«El trato en estos comercios es personalizado», explica la dependienta de la zapatería incidiendo en la recomendación de producto, la búsqueda de la comodidad y calidad, así como a la hora de entablar relaciones con la clientela. Son estos factores los que compiten con un Black Friday, sin embargo «haremos algo por no quedarnos atrás» como «unos descuentos en artículos» para tener alguna gracia con los que siempre pasan a saludar.

Esto es «hacer barrio», reconoce Sandra de la tienda de moda y complementos Bambú, también en El Pla. Por su calle pasea todo tipo de personas, sobre todo, mayores que «no deciden ir a otros sitios ni al centro» para realizar sus compras. Es también desde los autobuses dónde ven su escaparate, lo que sumado al boca-oreja, otro día que pasan, bajan y se acercan al comercio. Ana, una de sus clientas que está en la tienda, asegura que «me gusta esta venta tan directa y física, más personalizada».

La mujer, mientras mira prendas, insiste en que «estamos muy acostumbrados a Amazon» para recibir pedidos y comprar cosas «básicas». No obstante, apunta a que «es muy importante cuidar y fomentar el pequeño comercio», del que comen muchas familias de Alicante. En caso de que este pierda mimo por parte de la ciudadanía, «desaparecerá». El problema vendrá, comentan ambas, a la hora de atender a personas mayores. «El trato es imprescindible para ayudar a enfocar y también para ayudarles a la hora de pagar con tarjeta», incide Sandra.

Este tipo de comercios que son «imprescindibles» para que la gente del barrio se pueda «apañar» en sus calles más cercanas «no podemos permitirnos bajar los precios» en muchas ocasiones. En el caso del Black Friday «no somos partidarios de una moda americana pensada para las grandes superficies» que llegan a rebajar entre un 20 y un 30 por ciento. Es en este caso cuando denuncia la retirada de género en dichos establecimientos y su modificación por ropa de 'outlet'.

Vecinos de El Pla compran en los comercios de la avenida Padre Esplá. AM

Es la honestidad -en su tienda dispone de una sección así remarcada- lo que hace que los vecinos apuesten por comprar en su barrio y ayudar a los comercios tradicionales que llenan las calles de señoras con su carro y bolsas en la mano. «Nos intentamos amoldar» a todos, porque al final el servicio viene dado de «tú a tú» y de forma directa. «No tenemos redes sociales, por ejemplo» porque la gente nos conoce de años atrás.

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