Pintxo Kalea: comer como en casa al calor de las brasas en Alicante

Hay restaurantes que destilan calor y cariño por los cuatro costados. El Pintxo Kalea es uno de esos locales en los que se nota en el sabor el cuidado y sobre todo el tiempo que se dedica a cada plato. Y es que cocinar a la leña no es lo mismo que hacerlo en horno o en la sartén.

Diego y Vanesa son las caras detrás de este local en un lugar inmejorable de la zona del Cabo de la Huerta, en pleno centro Torre Golf. Ellos explican cómo mantuvieron el nombre de la cadena anterior en la que trabajaban cuando compraron el local y reconvirtieron su cocina de un local de tapas vascas típico a uno de comidas del norte en el que el fuego se convierte en un ingrediente más.

Una apuesta que supone sacrificio, la brasa nunca es la misma, hay que estar pendiente y sobre todo dedicar a cada plato el tiempo justo y necesario. Una apuesta que se refleja perfectamente en la carta donde la sección hierro y leña incluye alguno de los imprescindibles de este local.

Cuando alguien llega al Pintxo Kalea sabe que va a encontrar un ambiente familiar, en el que la terraza se funde con el parque y el verde entra por la ventana. Pero también una cocina de calidad en la que disfrutar de cada bocado. Platos del norte como los txipirones a la bilbaína (que hacen en cazuela de hierro a la leña), la croqueta de cabrales caramelizada o el bacalao al pil-pil son algunos de los imprescindibles de la cocina de Diego. De postre, su flan de naranja llena el paladar del sabor de esta fruta tan nuestra.

Diego habla con cariño de su cocina, explica como las verduras se asan con el calor residual del horno, como quiere que el cliente disfrute de la experiencia de comer y cuenta que muchas personas vuelven por el trato de Vanesa.

Pero la carta del Pintxo Kalea todavía guarda más secretos. Algunos platos como la tortilla vasca, la carne a la piedra de diferente maduración o las mollejas convierten a los comensales en fieles seguidores de la gastronomía de Diego. Pero, además, los jueves en la cocina a fuego de este local se prepara otra exquisitez, un rabo de toro que reduce hasta la mínima expresión su caldo a fuego lento. «Es un plato especial, solo lo tenemos un día, queríamos que fuera algo excepcional y ahora hay gente que viene solo el día que lo preparo», explica el cocinero .

Vanesa y Diego lo tienen claro, su cocina huele a pueblo, a leña y sabe como siempre, una cocina tradicional de altura, en la que la calidad es prioritaria y los sabores excepcionales, todo aderezado con el cariño y la entrega de la Vanesa que es la encargada de que los clientes sientan el salón del Pintxo Kalea como su propia casa.

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