La otra cara de la selectividad en Alicante: así actúan los tribunales y los vocales

Como en cualquier centro educativo, en selectividad se cuenta con la presencia de los docentes en las aulas para llevar a cabo labores de 'vigilancia' -para evitar que los alumnos copien- durante la realización de las pruebas. Pero antes de llegar a ese punto, hay que cumplir con otras funciones. Y desde los vocales hasta los presidentes de los tribunales, todos ostentan una gran responsabilidad en la PAU.

«Es mucho trabajo, sobre todo los últimos días», ha asegurado Ayela. Como parte de la organización previa a la celebración de la selectividad, se tienen que extraer los listados por aulas. Es decir, definir qué estudiantes se examinan en cada aula en cada una de las pruebas. Además, se debe establecer el calendario de vigilancia de profesores. Y por último, una vez se han realizado los exámenes, los docentes se reparten la corrección.

Pero la labor más importante y que pone a los profesionales «muy nerviosos» es la custodia de las pruebas, según ha defendido la presidenta del Tribunal 9 de la UA. Todos ellos han de ser los garantes de que los exámenes no se filtren y de que «todo funcione con normalidad». Para conseguirlo, se adoptan unas medidas de seguridad «muy estrictas» en torno a los exámenes.

Entre otras, las cajas que contienen los exámenes se envían precintadas y no se abren hasta el momento de repartir los documentos -en sobres- entre las diferentes aulas. «Custodiar las pruebas, los exámenes, repartirlos, vigilar, que esté todo bajo control y que no pase absolutamente nada es lo complicado, y a nosotros nos pone muy nerviosos», ha incidido Ayela.

Y al igual que muchos de los estudiantes que han arrancado las Pruebas de Acceso a la Universidad este martes en Alicante, los docentes responsables del correcto funcionamiento de la PAU han «dormido muy poco», tal como ha comentado, con humor, Rosa Ayela. Es una profesional que lleva más de 25 años trabajando en los días más decisivos de los jóvenes que quieren ir a la universidad, y que, como consecuencia conoce al dedillo la selectividad.

Aún así, reconoce que la responsabilidad que hay detrás «pesa». Por ejemplo, los vocales correctores asumen la obligación de vigilar todo lo que pasa en su clase. «Cada uno es responsable de lo que pasa en su aula, y lo saben. Es lo primero que se les dice», ha explicado la presidenta del Tribunal 9 de la Universidad de Alicante.

Y durante tres días, los nervios predominan tanto entre los alumnos como entre los profesores. Entre los vocales, por ejemplo, «cada examen es un pequeño susto» hasta que se determina que todo está en orden para la realización de la prueba y que no ha habido incidencias.

Y aunque el primer día es, a menudo, el más complicado para todos, la tensión dura «hasta el último segundo del último día», de acuerdo con Rosa Ayela. No obstante, el sentimiento general entre los profesionales implicados en la PAU es «gratificante». «Nos lo pasamos bien», ha asegurado, animada, la presidenta del Tribunal 9 de la UA.