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El equipo de arqueólogos de la Diputación de Alicante ha descubierto el primer caso de canibalismo infantil en las montañas de la provincia. Los hechos se remontan a hace 6.400 años, en tiempos del Neolítico, y se podría tratar de un ritual selectivo vinculado al duelo funerario realizado por la comunidad de pastores, agricultores y artesanos de antaño.
Los huesos, pertenecientes a un mínimo de ocho esqueletos entre adultos y niños, han aparecido en una galería interna de la Cova del Randero en Pedreguer. Esta era utilizada como basurero para desechos domésticos, que incluían una gran cantidad de huesos de animales procesados junto a los fragmentos humanos.
La investigación arqueológica confirma un «canibalismo selectivo» debido a las «claras evidencias» de manipulación antrópica 'peri mortem' -cuando el hueso todavía estaba fresco- que muestran los restos hallados: dos huesos, un fragmento de mandíbula de un niño de unos seis años y un cúbito de un perinatal de unas 40 semanas de gestación.
El prehistoriador y director del Mubag, Jorge Soler, quien también ha coguiado -junto a la arqueóloga de la Diputación, Consuelo Roca de Togores, y Rafael Martínez Valle del IVCR+i- al equipo interdisciplinar en arqueología, antropología y arqueozoología, señala que el canibalismo era una actividad relativamente común en el Neolítico. Esta se practicaba en Europa y en el caso de la península ibérica, se concentra sobre todo en zonas de Andalucía.
De este modo, se ha dado con el primer hallazgo de canibalismo ritual del Levante Peninsular en el contexto del Neolítico. Las investigaciones permitieron identificar en 2023 varios tipos de marcas antrópicas: cortes realizados con instrumental de piedra para desarticular y para descarnar, fracturas por flexión para acceder a la médula y mordeduras humanas, en algunos casos provocando la destrucción de algunas partes del hueso.
Las conclusiones de los trabajos, basado en la determinación en huesos humanos de señales de desarticulación, descarnación o marcas de diente humano, de investigación desarrollados en el marco del Plan de Excavaciones e Investigaciones arqueológicas del Marq se han presentado este miércoles. Arqueólogos del MARQ y especialistas en tafonomía del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i), así como el presidente de la Diputación, Toni Pérez, el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, y el alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús, han dado a conocer este descubrimiento.
La arqueóloga de la Diputación, Consuelo Roca de Togores, ha explicado que la falta de señales de violencia «en Randero la falta de señales de violencia en ninguno de los huesos conservados, sumado a que aquellos que presentan marcas se corresponden con sujetos infantiles, hace suponer su ingesta como un acto ritual selectivo vinculado al duelo funerario, en un contexto familiar, consumidos en lo que pudiera formar parte de un ritual funerario, en un pensamiento circular donde la muerte se proyecta en la vida, haciendo propio el recuerdo de un ser vivo y querido».
Los trabajos en este enclave se han llevado a cabo a lo largo de catorce campañas (2007 - 2021) del Plan de Excavaciones del MARQ, con el apoyo del Ayuntamiento de Pedreguer, aunque los hallazgos tuvieron lugar concretamente en 2018 y la investigación en laboratorio sigue en curso en la actualidad. Hasta ahora la importancia de la cueva radicaba en haber sido excavada en los niveles del Neolítico Medio, ofreciendo muchos datos en cuanto a gestión y organización del espacio físico y temporal.
Además, Jorge Soler ha añadido que, también en la comarca de la Marina Alta se publicaron en 2017 otros huesos humanos con mordeduras humanas y marcas de corte procedentes de la Cova de Santa Maira en Castell de Castells, que remiten al Mesolítico -cazadores y recolectores-, «todo lo que contribuye a hacer de la provincia de Alicante un referente en el marco de la investigación prehistórica y paleoantropológica».
Por su parte, el presidente de la Diputación, Toni Pérez, ha resaltado que la institución «mantiene firme su compromiso por la investigación a través del plan anual de excavaciones del Marq y, en este caso, hemos tenido la oportunidad de crear alianzas para ir de la mano del Ayuntamiento de Pedreguer durante años de trabajo y poner en valor el rico patrimonio histórico y cultural que tiene la Cova del Randero».
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