Un enjambre de abejas se suma a los veraneantes de las playas de Benidorm

Centenares de miles de turistas de todo el mundo recalan cada año en las playas de Benidorm en busca de un merecido descanso veraniego. Un verano que, como está quedando patente estos días, se alarga en la capital turística de la Costa Blanca mucho más allá de los tres meses que se comprenden entre San Juan y San Miguel.

El calor ya se deja notar con fuerza en todo el litoral valenciano y Benidorm no es ajeno a este fenómeno que, más allá de ser muy beneficioso para los intereses turísticos de la región, no puede sino suponer un claro signo de alarma respecto a los efectos del cambio climático.

Sea como fuere, las playas de la ciudad de los rascacielos ya se están llenando estos días con miles de ávidos bañistas y se espera que en el inminente puente del día del trabajo (el 2 de mayo será también festivo en Madrid) llegue con el primer lleno técnico de la era pospandémica.

Pero antes de que el viernes comience a llegar esa nueva oleada de visitantes, la playa de Poniente recibió en la tarde de este lunes la visita de un enjambre de abejeas que, visto lo visto, consideró que era una buena idea dejar de lado su labor de fabricación de miel y tomarse unas vacaciones en ese arenal benidormense.

Para ello, comenzaron a construir un panal en la famosa balaustrada del paseo de Tamarindos, hasta donde se tuvo que trasladar un equipo del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante para proceder a su retirada segura dejando una de las imágenes más curiosas del día en la ciudad.

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