Bajo la piel de una enfermera alicantina: «El sistema es muy jerárquico, se valoran más las horas trabajadas que las capacidades»
Eliana Pastor ofrece con su libro una visión íntima y valiente de una profesión en la que «es fácil perder la vocación»
Falta de vocación, rigidez del sistema, elevada carga emocional… Son algunas de las sombras que acechan al personal de enfermería de la provincia de Alicante. Pero no hay sombras sin luces que las proyecten, y entre estas últimas también destacan el crecimiento personal, la capacidad de reinvención, o la empatía.
La oriolana María Eliana Pastor ha plasmado en su libro 'Bajo la piel de una enfermera' sus diez años de experiencia ejerciendo como sanitaria. Su trayectoria la ha llevado por distintos servicios y especialidades repartidos por centros sanitarios de Alicante, Murcia, Dénia, Menorca y Mallorca, lo que le ha permitido tener una visión amplia del sistema sanitario.
Toda esa experiencia la ha canalizado en un proyecto de emprendimiento desde el que ofrece formaciones online a profesionales y estudiantes de enfermería, además de un programa de mentoría individual para ayudar a otros compañeros a descubrir su vocación y su lugar dentro de la profesión.
«Muchos profesionales se sienten desmotivados o poco valorados, e incluso hay quienes acaban abandonando la enfermería. Con mi proyecto intento que cada enfermero o enfermera reconecte con su motivación y vuelva a encontrar sentido en su trabajo», explica.
Su libro Bajo la piel de una enfermera es, precisamente, una prolongación de ese propósito. «Es una obra muy personal, escrita desde el corazón. Comparto mi historia sin filtros, mostrando cómo he cambiado de trabajo, me he reinventado y he salido muchas veces de mi zona de confort en busca de realización profesional. Creo que eso es lo que la hace valiente: escuchar esa voz interior que te dice que ese no es tu lugar y tener el valor de buscar dónde sí lo es».
«El sistema es muy jerárquico, rígido y poco flexible. No siempre se da espacio a la creatividad o a las habilidades personales. A menudo se valoran más las horas trabajadas o el puesto que ocupamos que las capacidades o la vocación de cada uno»
Eliana Pastor
Autora de 'Bajo la piel de una enfermera'
Para la autora, parte del problema de la desmotivación profesional reside en cómo está estructurado el sistema sanitario: «Es muy jerárquico, rígido y poco flexible. No siempre se da espacio a la creatividad o a las habilidades personales. A menudo se valoran más las horas trabajadas o el puesto que ocupamos que las capacidades o la vocación de cada uno».
Según explica, muchas enfermeras y enfermeros se sienten atrapados entre contratos temporales y servicios cambiantes, lo que dificulta encontrar un área en la que desarrollarse plenamente. «Si trabajas en el sistema público, rara vez eliges dónde ejercer. Te pueden llamar para un contrato de uno o tres meses en un servicio que no conoces, y eso te obliga a adaptarte una y otra vez. Es fácil perder el foco o la vocación».
Búsqueda del sentido
Sin embargo, su mirada hacia la profesión no es amarga, sino profundamente constructiva. «En el libro hablo desde la verdad, pero con cariño. Muestro tanto las luces como las sombras de la enfermería, sin herir, pero sin callar lo que creo que es necesario visibilizar».
Aunque la obra está especialmente dirigida a profesionales de enfermería, puede leerla cualquier persona. «La mayoría de quienes lo han leído no son sanitarios y se han sentido identificados. Porque, al final, hablo de temas universales: la búsqueda del sentido, el crecimiento personal, el cambio o el valor de salir de la zona de confort. Quiero que quien lo lea encuentre inspiración y herramientas para escucharse y reconectar con lo que le hace sentirse pleno».
«Si trabajas en el sistema público, rara vez eliges dónde ejercer. Te pueden llamar para un contrato de uno o tres meses en un servicio que no conoces, y eso te obliga a adaptarte una y otra vez. Es fácil perder el foco o la vocación»
Eliana Pastor
Actualmente, la enfermera se dedica de lleno a su proyecto de formación y mentoría, convencida de que ha encontrado su propósito. «Durante muchos años sentí que algo me faltaba, que no terminaba de encontrar mi lugar. Hoy sé cuál es mi sitio. Mi misión ahora es ayudar a otros compañeros a encontrar el suyo, para que no pasen diez años buscando como yo hice».
Sobre lo más duro de su carrera, no duda: «Lo más difícil ha sido sentir que podía dar más y no poder hacerlo porque el sistema no lo permite. Además, la carga emocional es enorme: gestionas tus propias emociones, las de los pacientes, las de sus familias… convives a diario con el sufrimiento y la muerte».
Y, pese a todo, asegura que la enfermería también le ha dado sus mayores aprendizajes. «Me ha enseñado a ser más empática, a valorar la humildad y a entender que todos podemos encontrarnos en una situación de vulnerabilidad. También a adaptarme, a trabajar en equipo y a reinventarme una y otra vez. Es una profesión que te transforma profundamente, tanto a nivel profesional como humano».