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Llegada de un cayuco al puerto de la Restinga. EFE
'Totum revolutum' con la inmigración
Tribuna

'Totum revolutum' con la inmigración

Debemos empezar a ser adultos, no asustarnos y guardar la calma

Antonio Manresa

Alicante

Miércoles, 4 de septiembre 2024, 10:55

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Todo revuelto con la inmigración, eso es lo que estamos viviendo porque no se sabe exactamente qué hacer y cómo hacerlo. Cuando digo esto me refiero a que no se ve como aportación al crecimiento económico y cultural de España. Antes de seguir volveré a dejar clara mi postura: ¡Inmigración, sí! Sin duda alguna. Ahora bien, como en todo el ámbito, con una regulación clara y concisa y cumpliendo con los requisitos que deseamos para evitar conflictos interminables. La población extranjera es de 6,6 millones de residentes en este 2024, según el Instituto Nacional de Estadística.

Debemos dejar de lado el sentimentalismo, debemos ser pragmáticos y desechar la argumentación sentimental. Si no se hace de esta manera, estaremos abocados a conflictos permanentes o tener aquello que se denomina «zonas cero» es decir, zonas donde el Estado y nuestra cultura ha desaparecido. Ejemplos varios y en países de la Unión Europea y fuera de ella, Francia, Bélgica, Gran Bretaña, etc. Hay dos argumentos recurrentes. El primero es una cuestión de humanidad, siendo así, ayudemos en origen para evitar entradas descontroladas. Segundo, nosotros también fuimos inmigrantes, verdad, aunque éramos europeos en aquella época se decía peyorativamente que África empezaba en los Pirineos.

No creo que exista choque cultural entre españoles e inmigrantes, estén regularizados o no, creo que hay elementos propios y ajenos que hacen mucho daño y que propician ese choque. Los inmigrantes tienen como objetivo mejorar su bienestar, prosperar para retornar con un patrimonio que de otra manera les sería imposible obtener en su país de origen, un porcentaje altísimo se dedica a ello, un grupúsculo se dedica a faltarles el respeto y a faltarnos el respeto con sus tropelías. Es ahí donde falla el gobierno, donde fallan los políticos, unos por buenismo, el PSOE, otros por complejos, el PP. A Vox le pierde la hipérbole de la amenaza exterior, sin hablar de los supremacistas que ya han hecho declaraciones peores que las de Vox y recordemos que estos, los supremacistas de izquierda y derecha, son apoyo del gobierno central.

Las medidas que se deben adoptar son transversales, no pertenecen a una área concreta y, por consiguiente, deben abandonar la contienda política por muchas razones, para asegurar nuestro crecimiento económico, para asegurar nuestras pensiones, para asegurar la natalidad, para asegurar el crecimiento cultural, para crecer demográficamente y, por último, siempre lo digo, por egoísmo patrio. Se debería de crear un ente específico para la inmigración y que se extrajeran los recursos necesarios de las diferentes áreas que abarca la inmigración y así darle la importancia que tiene. Al crear ese ente, tanto los requisitos requeridos para su aplicación como los usuarios afectados tendrán un camino más claro y menos tortuoso que seguir.

Repetir que las grandes potencias económicas son lo que son, en parte, tiene que ver la inmigración, es un deber que veamos la importancia de este fenómeno y como tal debe ser regulado en beneficio de los propios inmigrantes, del país de recepción, en este caso España, y con contramedidas efectivas para no dar argumentos a la extrema derecha, el buenismo es la puerta de entrada de la ultraderecha. Hay que ser claro, quien quiera venir a trabajar bajo demanda será bienvenido, pero si viene a delinquir aquí no tiene cabida.

Teniendo en cuenta que el Estado es el competente en inmigración, en la vigilancia de las fronteras para evitar entradas en el país por puertas falsas, lo que debemos pedir es más medios para evitar esas entradas irregulares, debemos pedir más medios de disuasión para desincentivar esas entradas, colaboración con otros países para posibilitar los retornos y si hace falta modificación de nuestra legislación sea para agilizar esos retornos, para que no se eternicen los procedimientos con lo que ello conlleva y las consecuencias que tiene.

La Unión Europea tiene en este asunto una responsabilidad. El 14 de mayo de 2024 el Consejo adopto el Pacto de la Unión Europea sobre Migración y Asilo que se debe implementar, la responsabilidad también es cosa de todos y todas las administraciones, Estatal, autonómica, Diputación y ayuntamientos. El apelar a la Unión Europea como uno de sus Estados miembros es necesario, pero las verdaderas medidas deben proponerlas y aplicarlas los países afectados. Por último, no juguemos más con los anhelos de las personas que vienen entregándose en cuerpo y alma a su objetivo, su prosperidad y de paso la nuestra, hagamos que su estancia sea digna y hagamos que nuestro país crezca dignamente.

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