Nardo vilero, el elixir para sobrevivir al desembarco
Esta mezcla de bebida es el símbolo por excelencia de la capital de la Marina Baixa
¿Qué destacaría de La Vila Joiosa? Las coloridas casitas de pescadores, las fábricas de chocolate, 'el peixet de la bahia', el pecio Bou Ferrer, sus cristalinas playas y calas, el equipo de rugby... Estas podrían ser, quizá, las preguntas que un turista o visitante de paso respondería acerca del patrimonio de la capital de la Marina Baixa. En caso de hacerlo un local o un buen conocedor de la ciudad, lo tendría todavía más claro y acertaría con el nardo vilero.
Es durante las fiestas de Moros y Cristianos cuando esta mezcla de bebida se extiende por las Compañías y rincones de La Vila Joiosa, pues aporta 'un chute' de energía -y, sobre todo, de mucha alegría- para sobrevivir a actos como el desembarco, que se celebra bien entrada la madrugada de este domingo.
Para conocer su elaboración, podemos abrir las páginas del 'Vademécum de cocina alicantina', obra de la especialista en gastronomía Ángeles Ruiz, y buscar en su índice. Es en la página 305 donde su receta aparece. «Ingredientes: dos litros de café granizado y absenta», antes de proceder con su elaboración: «Mezclar el café granizado con un chorro de absenta en cada copa. Servir bien frío».
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Es esta mezcla la que embriaga y despierta a la vez, «cuyo sabor recuerda al regaliz que se consume en La Vila Joiosa durante las fiestas de Moros y Cristianos», destaca Ruiz como también hace con el «famoso» plis-play de Alcoi, «otra bebida que protagoniza el café, pero en este caso el café licor con cola».
Y, ¿cómo llegó a asociarse esta bebida con las fiestas patronales en honor a Santa Marta? Para ello hace falta remontarse al lugar de nacimiento de esta bebida, el emblemático Café El Mercantil de La Vila Joiosa, cuyo regente decidió mezclar ambas bebidas y ofrecerlas a un grupo de vecinos que regresaba de una actuación.
El Mercantil de La Vila Joiosa
Los testimonios de la época los recogen Concha Moreno Arroyo y Antonio García Sancho, quienes decidieron rendir tributo y crear historia alrededor del nardo vilero con una publicación en 'Sarrià. Revista d´investigació i assaig de la Marina Baixa'. Es en ella donde conversan con fuentes cercanas a Jaume 'La Torante' -sí, porque quien nace en esta tierra lleva consigo su mote-, creador del brebaje.
Fue en su establecimiento, El Mercantil del número uno de la calle Colón, donde desde la segunda mitad del siglo XIX servían tertulias de todo tipo. La clase política acudía a su salón, igual que hacían los oficios y gran parte del pueblo. Eso sí, como recogen Moreno y García Sancho, el lugar era «masculino», solo accedían los hombres.
Este detalle lo aportó durante una conversación el nieto de 'La Torante', el exalcalde de La Vila, Jaime Lloret, quien recordó que el nombre de este elixir surgió durante la visita de unos vecinos que acudieron a El Mercantil tras aplaudir a Celia Gámez en el Teatro Principal de Alicante -aunque otras fuentes mencionan que el espectáculo fue en Madrid con Raquel Meller-. Con la canción 'El nardo' entonada a coro, «comenzaron así, a pedir 'un altre nardo!'», recogen las páginas del trabajo publicado en 'Sarrià'.
La bebida se popularizó y la acogieron otros establecimientos vileros. Su fama hizo que el nardo se fuera asociando también a las fiestas patronales en honor a Santa Marta, los Moros y Cristianos. Y es que, según recogen los periodistas e investigadores en palabras de Lloret, «sus características hacen que sea una bebida 'muy festera'», pues «el café despierta y la absenta coloca». De hecho, cuenta hasta con vaso propio para su degustación.
Por ello, su consumo está más que presente en las fiestas de Moros y Cristianos, sobre todo, durante la noche del desembarco, la cual llega tras las entradas, los desfiles moro y cristiano, y el cansancio aflora. No obstante, su peculiar carácter despierta los sentidos y acompaña a los vileros en cada paso, desde la costera La Mar hasta la arena. También a los músicos e invitados que se sientan en El Mercantil, que no se van sin probar este elixir, símbolo de La Vila Joiosa.