Los supermercados seguirán faltos de arroz bomba de Pego a pesar de la recuperación del sector
La producción sube un 15% respecto al 2022, un año en el que la merma superó el 65% de una campaña normal | Asaja avisa de que no será suficiente para compensar la falta de stock
El pasado 2022 fue un año desastroso para el sector arrocero de Pego, la zona por excelencia en Alicante para el cultivo de este producto. La merma fue superior al 65% de una campaña normal y dejó a los supermercados faltos de arroz bomba.
Una situación que se volverá a repetir a pesar de la mejoría de la producción, que se incrementará en un 15% para este año respecto al 2022, según informan desde la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de la Provincia de Alicante.
Desde la asociación agraria destacan el incremento de la producción de arroz bomba en el parque natural Marjal de Pego. A pesar de los mejores números que maneja el sector, Asaja recuerda que «veníamos de un 2022 muy malo» y esta «pequeña mejoría no es suficiente para compensar la falta de stock». A pesar del incremento de la producción en Asaja alertan de que «habrá poco producto en el mercado«.
La mejoría viene dada principalmente por la falta de lluvias, que han provocado que el hongo Pyricularia oryzae, que devastó el cultivo el pasado ejercicio, no haya proliferado tanto. «En la zona de pego este hongo no ha sido tan lesivo como la pasada campaña porque ha llovido menos este verano», expresan desde Asaja.
Eso sí, en la asociación de agricultores remarcan que, a pesar de que esté menos presente, «eso no significa que no siga existiendo», y critican que siguen «sin tener ninguna materia activa autorizada que sea eficaz para tratar la enfermedad que amenaza la variedad mayoritaria en la zona de la Marjal de Pego».
La producción de arroz bomba se ha incrementado un 15% respecto al 2022
El del hongo no ha sido el único bache al que se han tenido que enfrentar los arroceros. El representante de la sectorial de Asaja, Pep Orihuel, ha remarcado los problemas de la «maleza descontrolada o serreix», que sigue siendo «un serio problema para este cultivo».
Engañar a las malas hierbas
Una de las tácticas más empleadas por los agricultores para luchar contra las malas hierbas es la «falsa siembra». En Asaja explican que estas crecen más rápido que el arroz, por lo que consumen antes los recursos y disminuyen el espacio de crecimiento del cultivo.
Los agricultores «engañan» a las plantas indeseables, que se encuentran en el terreno para que crean que se ha preparado el suelo y puedan empezar a crecer. Una vez se expanden, los agricultores vuelven a arar la tierra y siembran el arroz, evitando que progresen.
Orihuel critica la «pasividad y falta de acción de las administraciones» y asegura que a pesar de las revindicaciones del sector, «no se plantean medidas eficaces para controlar las malas hierbas sin disparar los costes de producción».
Apuesta por otra variedad
Con todo ello, desde la sectorial de Asaja insisten en la necesidad de comercializar otras variedades, como la bombón, más tolerante a la salinidad de la zona de la Marjal de Pego. El gerente de Pego Natura y agricultore del sector, Vicent Dominguís, subraya el necesario apoyo de adiministraciones y grandes marcas por este tipo de arroz.
El arroz bombón comenzó a plantarse para comercializarlo en 2016 de la mano de Asaja Alicante. Tradicionalmente esta variedad era cultivada por los agricultores de la zona para uso privado hasta su desparación en los setenta, impulsada por la alta división de la superficie agraria de los arrozales del Parque Natural, que hizo imposible la rentabilidad de estos cultivos.
Tras más de siete años de estos cultivos, Dominguís, defiende la recuperación de esta variedad al ser «más resistente a la Pyricularia» y pide un apoyo «unánime» para que el bombón encuentre salida comercial y se incentive su consumo.