Benidorm, en alerta roja por sequía a las puertas del verano
Reclaman al Gobierno el envío de 11,5 hectómetros cúbicos para abastecer la Marina Baja
Benidorm espera, a las puertas de verano, la llegada de cientos de miles de visitantes que llenarán hoteles y playas durante la temporada alta. Allí se bañarán, se tirarán a la piscina, se ducharán, cocinarán y beberán. Sin embargo, la capital de la Costa Blanca, una de las ciudades más turísticas de España, corre un serio peligro: se encuentra en alerta roja por una sequía prolongada.
Así lo pone de manifiesto el último informe sobre sequía publicado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), organismo de cuenca del que depende la mitad de la provincia de Alicante. El documento advierte de la situación extrema que sufre la comarca de la Marina Baja a 4 de junio, fecha de publicación.
Esta sequía prolongada viene arrastrándose desde diciembre de 2024 en la comarca. Ni las lluvias de primavera, una de las estaciones más húmedas del año, han podido revertir esta situación. Y todo ello en un año histórico por la cantidad de lluvia, donde los embalses a nivel nacional registran 42.838 hectómetros cúbicos en las reservas.
La Marina Baja es una de las pocas regiones de España con este nivel de emergencia. Algunas comarcas del interior de Málaga ya avisan de restricciones por la sequia, al igual que en Almería, y también en Castilla-La Mancha.

Las opciones de abastecimiento se limitan. Los embalses de Amadoiro y Guadalest en niveles bajísimos, de prealerta. Entre los dos suman 7,33 hectómetros cúbicos. Por tanto, no hay reservas de las que tirar a la hora de suministrar de agua de abastecimiento.
De ahí que la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó se haya dirigido a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que aporte con caudales propios 11,5 hectómetros cúbicos de agua para abastecer Benidorm y comarca. Así lo ha acordado la junta directiva de los regantes en una comunicación oficial.
Según el último plan de cuenca del Júcar aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica en 2023, la comarca de la Marina Baja tiene derecho a esta cantidad de agua bien a través de la desaladora de Mutxamel o con recursos del Júcar distribuidos a través de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. «Es solo una cuestión de autorización», ha asegurado a TodoAlicante el presidente de la Junta Central, Ángel Urbina.
La propuesta es llevar el agua a la Marina Baixa a través de la infraestructura del trasvase Tajo-Segura desde el pantano de Alarcón hasta la tubería de Rabasa, que lleva caudales desde la desaladora de Mutxamel. «Está todo conectado», asegura el ingeniero Urbina, «es cuestión de voluntad política».
Estos 11,5 hectómetros cúbicos a los que tiene derecho la Marina Baja serían para abastecimiento urbano, por lo que es una prioridad según la normativa estatal.
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