Paz Castelló vuelve a las librerías bajo el pseudónimo 'Nina Sweet'
La autora alicantina publica 'Lo prohibido', su sexta novela
Paz Castelló vive una nueva era. La escritora alicantina regresa a las librerías bajo un nuevo nombre, su pseudónimo 'Nina Sweet' con el que ha publicado su sexta novela 'Lo prohibido'. Eso sí, vuelve con el suspense y una nueva trama de romanticismo que supera los límites.
Ir más allá ha sido posible gracias a esta nueva aventura, reconoce la autora. «Escribir bajo pseudónimo ha sido toda una experiencia», pues ha sido al situarse frente al ordenador cuando «tenía la sensación de ser otra persona».
La noveldense afirma «que me he desdoblado y en ese proceso he podido ser más libre para escribir». En este sentido, incide en que «Paz no ha censurado a Nina y Nina no se ha dejado influenciar por Paz», creando una autoría de «gran relevación del suspense romántico».
Castelló conocida por 'Mi nombre escrito en la puerta de un váter', 'Dieocho meses y un día', 'La lleva 104', 'Ninguna de nosotras tendrá compasión' y 'La muerte del 9' saca su faceta «más romántica» con 'Lo prohibido' (Titania 2024).
La mente de la autora traslada a los lectores a una viaje entre Galicia y Madrid durante los años 80, con un velo de «romanticismo y erotismo» que descubre gracias a su pseudónimo. En sus páginas narra el dolor de las familias de aquellos jóvenes fallecidos por la droga, el ambiente de los clubs liberales y, también, el de los bufetes de abogados de élite, junto al contraste entre barrios obreros y bandas callejeras.
Según afirma, 'Lo prohibido' es una historia de «alto voltaje» que entremezcla «una investigación criminal y amor romántico dentro de lo prohibido», todo ello en el marco de la intriga. Sus capítulos también exploran «el sexo como una manifestación de poder con la pareja, los límites de la moral y lo contradictorias que pueden ser algunas relaciones».
De este modo, Castelló -convertida en 'Nina Sweet'- se lanza a narrar la historia de un triángulo amoroso con muchos sentimientos encontrados bajo la mirada crítica de la sociedad, «un puñado de ingredientes que juntos resultan tan explosivos como adictivos», avanza.