El ocio nocturno de Alicante acudirá a los tribunales si no se admiten sus enmiendas a la normativa de ruido
Los empresarios consideran que las mediciones en las que se basan las restricciones no son válidas al no tener en cuenta los nuevos horarios de las terrazas
Los empresarios del ocio nocturno y de la hostelería de Alicante comienzan a armar su estrategia contra la declaración de dos Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en el entorno de Castaños y de la plaza Quijano del Casco Antiguo. Este martes, los comerciantes se reunieron en una asamblea propiciada por la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (Alroa) para trazar la hoja de ruta con la que buscan impedir la aplicación de las medidas de la ZAS. Entre ellas la reducción de terrazas al 50% y recorte de los horarios de apertura de entre una y tres horas, entre otras limitaciones.
Así, los más de 40 empresarios que acudieron -y otros que han mostrado su apoyo a las iniciativas de la entidad- se muestran preocupados por el efecto que puedan tener estas medidas a nivel económico e incluso laboral. Incluso, algunos ya han anunciado despidos.
Es por ello por lo que presentarán alegaciones al proyecto que una vez se publique pasará a estar en exposición pública. Entre las alegaciones que las asociaciones profesionales presentarán se encuentran algunas que ponen en entredicho las mediciones en las que se basa la aplicación de restricciones. Por otro lado, también incluirán en sus propuestas cuestiones jurídicas.
«Esperamos que se aprueben nuestras alegaciones, si las rechazan judicializaremos y pediremos la suspensión del acuerdo», ha afirmado el portavoz de Alroa, Javier Galdeano. Esta respuesta judicial estará centrada también en la limitación de las terrazas y el horario de apertura de veladores y locales.
Entre los principales argumentos de los comerciantes está que estas mediciones se hicieron antes de la reciente aprobación de la ordenanza de ruido que incluye reducción de horario de las terrazas en toda la ciudad. Los empresarios insisten en que los datos que se utilizan para justificar la ZAS ya no son válidos. «Hace seis meses había terrazas a la una de la mañana, ahora ya no las hay, eso cambia el nivel de ruido de antes y de ahora», afirma Galdeano. Esta diferencia supone para Alroa una «deficiencia que puede afectar a la validez de las ZAS«.
De momento los comerciantes continuarán su lucha contra estas restricciones presentando enmiendas que esperan que sean aceptadas, en caso de no ser así continuarán por la vía judicial.
