Un topo, dos talleres y un desfalco de 50.000 euros: así desangraron a una empresa de repuestos en Benidorm
La operación policial permitió desarticular un circuito clandestino de distribución que operaba dentro del horario laboral
Por fuera, todo parecía funcionar con normalidad. Presupuestos tramitados, almacén ordenado, piezas de automóviles entrando y saliendo. Pero desde hace un tiempo, algo no cuadraba en los números de una empresa de repuestos situada en la Cala de Finestrat de Benidorm. El desajuste era constante, y la contabilidad no mentía: faltaba material. Mucho. Hasta 50.000 euros en género que nunca llegó a venderse, pero tampoco seguía en los estantes.
El origen de la sangría era interno. Un topo dentro de la sociedad, un trabajador que, sin levantar sospechas, operaba a espaldas de sus jefes para vaciar el almacén pieza a pieza. Lo hacía con una precisión quirúrgica y con ayuda externa. La Policía Nacional ha detenido ya a los tres implicados: el empleado infiel y dos hombres, ambos clientes habituales y propietarios de talleres mecánicos en la zona, que se convirtieron en sus cómplices para ejecutar el plan.
El método era tan rudimentario como eficaz. El presunto delincuente recibía peticiones camufladas como presupuestos legítimos. Sus dos socios, al otro lado de la jugada, facilitaban referencias de piezas concretas, que él localizaba en el almacén. Una vez separadas, el siguiente paso era clave: salían por la puerta trasera del establecimiento y terminaban ocultas dentro de un contenedor ubicado estratégicamente en el exterior del local. Poco después, uno de los talleres implicados enviaba un coche para recoger el material. Sin facturas, sin albaranes, sin dejar rastro.
Otros empleados detenidos en la provincia de Alicante
Durante semanas, esta operación se repitió en bucle. Según ha podido saber este medio, el trabajador utilizaba incluso los códigos de acceso informático de otros compañeros —sin su conocimiento— para manipular el sistema y desviar las consultas de inventario, haciendo aún más difícil detectar la estafa desde dentro.
La auditoría que desmanteló el triángulo
La investigación se inició tras la denuncia del director de la mercantil, que alertó del importante desfase en el inventario. El primer hallazgo vino tras una auditoría interna: la mayoría de las piezas robadas coincidían con un patrón común. Siempre salían del mismo punto, y siempre con el mismo responsable de turno.
El aviso activó a la Policía Nacional, que desplegó un discreto dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del establecimiento. No tardaron en confirmar las sospechas. Los uniformados observaron cómo el trabajador depositaba efectos en el contenedor exterior, y cómo minutos después un vehículo .ocupado por los dos clientes sospechosos- acudía a recogerlos con total naturalidad.
Con las pruebas en la mano, los investigadores procedieron al arresto de los tres individuos, de 34, 36 y 38 años. Se les imputa un delito de apropiación indebida, y el caso ya está en manos del juzgado de instrucción de guardia de Benidorm.
La empresa afectada calcula el perjuicio en unos 50.000 euros en mercancía, aunque no se descarta que la cifra aumente una vez completado el análisis del inventario y se revisen los movimientos de los últimos meses.
En el caso del desfalco en la sociedad de Benidorm, el golpe no fue inmediato, sino metódico. Un goteo constante que terminó por generar un agujero considerable. Y todo, bajo el radar de una empresa que tardó meses en darse cuenta de que estaba siendo desangrada desde dentro.