La tensión regresa a Guardamar por la expulsión de uno de los ocupantes del centro de atención a migrantes

La relativa tranquilidad en Guardamar, tras los recientes episodios de violencia en los que estuvieron involucrados algunos migrantes acogidos en el pueblo desde hace meses, se ha visto interrumpida esta semana por un incidente que ha requerido la intervención de tres patrullas de la Guardia Civil y otra más de la Policía Local.

Según ha podido confirmar este diario, todo sobrevino este martes 20 por la tarde, después de que un hombre acogido en el Xplorer Costa Blanca (antiguo Maristas) fuese previamente aislado en el centro debido a su supuesto comportamiento agresivo. Ante la persistencia de su conducta, las autoridades de la instalación decidieron expulsarlo. Sin embargo, horas después, el migrante regresó al lugar en un evidente estado de nerviosismo. Hasta el punto de que el asunto hizo necesario avisar a las fuerzas de seguridad. Poco después se personaron en el lugar tres patrullas de la Guardia Civil y una unidad de la Policía Local.

El individuo en cuestión adoptó, según los testimonios recogidos, una actitud violenta que condujo a su arresto por presunto delito de desobediencia. Sin embargo, el incidente escaló rápidamente cuando alrededor de una treintena de migrantes rodeó los vehículos policiales en un intento por liberar al detenido, generando momentos de fuerte tensión, según explican fuentes conocedoras del caso.

Finalmente, la intervención de las tres patrullas de la Guardia Civil, con el apoyo de la Policía Local, permitió dispersar a la multitud y asegurar la situación.

El migrante fue detenido por desobediencia grave y, según se ha informado, este mismo miércoles 21 ha sido presentado en los juzgados para responder de los cargos correspondientes. No obstante, un grupo considerable de los acogidos se ha personado durante la misma mañana en el cuartel de la Benemérita para pedir explicaciones. Por suerte, el asunto ha podido resolverse sin que pasase a mayores.

Este episodio se suma a una serie de incidentes violentos que han sacudido Guardamar en los últimos meses. Como el del pasado 14 de julio, cuando un joven de 19 años fue brutalmente agredido en un pub del centro, en un suceso que también incluyó tocamientos a varias mujeres presentes en el local. Días antes, el 7 de mayo, un agente de la Policía Local fue amenazado con un cuchillo durante la detención de un migrante expulsado de uno de los hoteles en los que estaba asistido. Estos hechos fueron aceleraron la decisión de trasladar a los acogidos hasta el emplazamiento que ocupan en la actualidad, el antiguo Centro Maristas, donde ahora se ubica el Xplorer Costa Blanca.

La creciente preocupación por la seguridad en la localidad llevó a comienzos de agosto a organizar una concentración pacífica frente al Ayuntamiento de Guardamar del Segura. La protesta fue promovida por la Confederación de Sindicatos de Empleados Públicos (Fesep) y el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (Spplb). Con banderas, pancartas y megáfonos en mano, los manifestantes exigieron condiciones laborales dignas y más personal para garantizar la seguridad en el municipio.

El principal objetivo de la concentración fue apoyar a la Policía Local y a la Guardia Civil, denunciando la falta de personal necesario para proteger adecuadamente la localidad turística y a sus habitantes. Uno de los representantes sindicales destacó la inseguridad en el pueblo y lamentó que la falta de efectivos impide cubrir todos los incidentes. Subrayó también la necesidad de mejoras salariales, ya que en el municipio no se pagan las noches ni los festivos, lo que provoca una alta rotación en la plantilla de la Policía Local, según expuso entonces.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) también se ha sumado a las denuncias de falta de personal en los cuarteles de la Benemérita. Señala que es una situación que está repercutiendo en el trabajo que los agentes prestan a diario en demarcaciones con una gran extensión territorial y donde durante la temporada estival se concentran muchos turistas que se suman a los residentes habituales.

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