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Mesa repleta de comida en un evento navideño celebrado en Alicante Miriam Gil Albert
TCA en Alicante | Pesadilla después de Navidad para las personas con Trastornos Alimentarios

La pesadilla de vivir con un trastorno alimentario: «es el problema psiquiátrico que más mata»

Los casos por TCA han subido significativamente tras la pandemia, y cerca de la mitad de ellos se inician antes de los 14 años

Pau Sellés

Alicante

Sábado, 4 de febrero 2023, 07:16

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Los Trastornos de Conductas Alimentarias (TCA) son una pesadilla diaria para las personas que los padecen; sin embargo, hay dos periodos del año en que sus efectos se acentúan. El primero se da antes del verano, con la necesidad que sienten muchas personas de perder peso ante la temporada de baño. El otro tiene lugar después de Navidad, una época caracterizada por los excesos y las copiosas comidas familiares. «No es casual que las marcas aprovechen esos momentos para promocionar pastillas adelgazantes, infusiones detox…», asegura Cristina Romero, psicóloga clínica en la unidad de hospitalización para pacientes con TCA del Hospital de San Juan.

El de San Juan es el único hospital de la provincia con una unidad específica para el tratamiento del TCA -y uno de los tres únicos en toda la Comunitat-. Los responsables de esta unidad han atestiguado un incremento progresivo en el número de pacientes con trastornos alimenticios, muy especialmente tras la pandemia. «En los últimos ocho años hemos tenido cada vez más pacientes, y tras la pandemia ha sido una oleada» reconoce el doctor Vicente Elvira, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital de San Juan.

Ese aumento en el número de atenciones viene acompañado por una bajada media de 1,4 puntos en el índice de masa corporal de las personas que ingresan. Esa cifra puede suponer hasta tres kilos menos respecto a los ingresos de hace unos años -dato considerable para personas que padecen anorexia-.

«Con la pandemia vino el aislamiento, un mayor contacto con internet, y mucha restricción del ejercicio físico, por lo que disparó la preocupación por perder peso», apunta Romero. Las imágenes de modelos en redes sociales (donde confluye delgadez y belleza) han jugado un papel decisivo para que numerosas personas hayan desarrollado complejos con su apariencia física. «En personas con vulnerabilidad previa se han desencadenado actitudes obsesivas con la alimentación y el ejercicio físico», asegura la psicóloga clínica del Hospital de Sant Joan.

Los profesionales de la salud mental hacen hincapié en el carácter letal que puede presentar la anorexia. «Se trata del trastorno psiquiátrico que más mata, por encima incluso del trastorno bipolar y la esquizofrenia», reconoce el doctor Elvira, quien ve en la anorexia el paradigma de las enfermedades psicosomáticas: «Cabe entenderla en su contexto, con su dimensión biológica, psicológica y social». La principal causa de muerte asociada a estos trastornos es el suicidio, pudiendo derivar también en numerosas complicaciones médicas, como insuficiencias cardíacas o renales.

Equipo de trabajo de la Unidad de TCA del Hospital de San Juan
Equipo de trabajo de la Unidad de TCA del Hospital de San Juan TodoAlicante

Anorexias restrictivas y purgativas

Comúnmente cabe distinguir entre dos tipos de anorexia: la restrictiva y la purgativa. En la primera de ellas, la persona tiende a desarrollar una serie de estrategias en su vida cotidiana para restringir la ingesta de alimentos. En las de carácter purgativo, la restricción de comida también está acompañada por momentos de atracones compulsivos o bulimia.

El psiquiatra reconoce que las de carácter restrictivo requieren ingresos de mayor duración, así como tratamientos más arduos que las de tipo purgativo. A pesar de ello, ambas coinciden en el hecho de desarrollarse en una edad temprana, incrementando así el riesgo de modular el desarrollo de la personalidad. De hecho, cerca de la mitad de los trastornos psiquiátricos se inician antes de los 14 años de edad.

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El tratamiento precoz de la enfermedad es esencial para evitar su cronicidad, ya que la mitad de las anorexias tienden a ser crónicas -especialmente las de tipo restrictivo-. Además, el psiquiatra del hospital sanjuanero reconoce que para este tipo de anorexias no existe un protocolo de tratamiento (como sí que ocurre con la bulimia o los trastornos de personalidad) por lo que los sanitarios deben extrapolar terapias que se aplican a otros cuadros clínicos.

Un perfil que se diluye

Si bien la mayoría de casos de TCA se dan entre mujeres (especialmente adolescentes), en el servicio de psiquiatría del Hospital de San Juan se atiende a pacientes de diferentes rangos de edad, incluso septuagenarios. «No es una enfermedad que afecte solamente a niñas con una preocupación excesiva por su figura. Esta patología no distingue género, edad o condición», asevera el doctor Elvira.

«No es una enfermedad que afecte solamente a niñas con una preocupación excesiva por su figura. Esta patología no distingue género, edad o condición»

Vicente Elvira

Jefe de psiquiatría del Hospital de San Juan

Por su parte, la psicóloga Cristina Romero añade que si bien hace dos décadas el perfil de pacientes podría estar en mujeres jóvenes de entre 14 y 18 años, cada vez es más común que personas de diferentes edades y sin antecedentes previos desarrollen un TCA. «Los trastornos alimenticios se caracterizan por una mayor sensibilidad a las demandas sociales. Una forma de canalizar ese malestar es a través de la alimentación, pero esa solo es la punta del iceberg».

Una difícil recuperación

Lorena Cerezo es psicóloga clínica en la consulta externa de la unidad de TCA del hospital de San Juan, y alude a las recuperaciones «largas, costosas y llenas de altibajos» que afrontan las personas con TCA. También explica cómo es el circuito asistencial para estos casos: «el ingreso en nuestra unidad se efectúa pasados seis meses en que el tratamiento multidisciplinar a nivel ambulatorio resulta ineficaz».

Cabe decir que el centro hospitalario de San Juan cuenta con personal multidisciplinar para abordar estos trastornos, del que forma parte la terapeuta ocupacional Guadalupe Ramírez. «Intentamos que trabajen desde el autoconocimiento y les facilitamos recursos que puedan ser útiles de cara a una futura recaída», afirma la terapeuta.

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