Nuevo espacio terapéutico para cuidados paliativos en el Hospital General de Alicante
Distintos artistas han donado sus obras al centro para contribuir a la ambientación de la sala, que se ha acondicionado con sillones, mesas y otros elementos de confort
El Hospital General Doctor Balmis de Alicante ha querido humanizar el trato a sus pacientes habilitando un nuevo espacio terapéutico en la Unidad de Medicina Paliativa, que contribuya al bienestar de pacientes, familiares y los profesionales que los acompañan. Esta nueva sala, que se ha acondicionado con sillones, mesas y otros elementos de confort, se ubica en la unidad de hospitalización de Medicina Interna (8ª A).
El jefe del Servicio de Medicina Interna, el doctor Portilla y la doctora Raquel Soriano, responsable de la Unidad de Medicina Paliativa, han destacado que «los pacientes ingresados en la unidad y sus familias afrontan un alto impacto emocional, social y espiritual. A este respecto, les ofrecemos la atención biomédica necesaria, pero precisábamos de un espacio específico de acompañamiento terapéutico y relacional. Por ello, hemos transformado el solárium de la unidad en un entorno no solo clínico, sino también humano, con el fin de ofrecer una atención integral y humanizada en una etapa vital especialmente vulnerable».
«En la etapa de final de la vida, donde el sufrimiento físico y emocional pueden ser intensos, el entorno adquiere un papel terapéutico en sí mismo: aliviar, calmar y dignificar la experiencia del cuidado»
Supervisora de Enfermería de Medicina Interna
Inmaculada Dapena
En esta misma línea, la supervisora de Enfermería de Medicina Interna, Inmaculada Dapena, ha subrayado, que «en la etapa de final de la vida, donde el sufrimiento físico y emocional pueden ser intensos, el entorno adquiere un papel terapéutico en sí mismo: aliviar, calmar y dignificar la experiencia del cuidado».
El diseño del espacio terapéutico responde a los principios de humanización de la atención sanitaria, promoviendo el confort, la intimidad, la comunicación y la autonomía del paciente. «Queríamos crear un lugar distinto a la habitación hospitalaria, donde los pacientes puedan despedirse de sus seres queridos, celebrar un cumpleaños, una boda o, simplemente, compartir un último café», ha explicado la doctora Soriano.
«En un contexto donde no siempre es posible curar, sí es posible cuidar, y un entorno humanizado no sólo alivia el sufrimiento, sino que dignifica el final de la vida, favorece la comunicación entre pacientes y cuidadores y genera un clima de confianza y empatía. El espacio, entonces, deja de ser un simple escenario para convertirse en un instrumento de acompañamiento y compasión. Además, no podemos olvidarnos de que en este espacio también acompañamos a menores en el proceso de final de vida de sus seres queridos y un entorno terapéutico es un vehículo facilitador», ha concluido la responsable de la unidad.
Una sala repleta de arte
El pasado viernes tuvo lugar la inauguración de este nuevo espacio, que ha contado con la presencia del jefe del Servicio de Medicina Interna, el doctor Joaquín Portilla; la responsable de la Unidad de Medicina Paliativa, Raquel Soriano y la supervisora de Enfermería de Medicina Interna, Inmaculada Dapena, y una representación del equipo directivo, el director médico, Diego Díez; la directora económica, Engracia Mira; la directora de Enfermería, Mª Remedio Yáñez y la subdirectora de Enfermería de Calidad, Sistemas de Información, docencia e investigación, Inés González.
Fue un acto íntimo, que ha contado con la donación de cinco cuadros por parte del Colectivo Mediterráneo. Algunos de sus miembros, Jaume Marzal, Isabel Rico, José Luis Rico, Salvador Galán y Conchi Romero, se han desplazado al centro para hacer entrega de estas obras, que van a dar color y calidez a este nuevo rincón.
Además, Eva Fajardo Blasco, secretaria del Servicio de Medicina Interna, ha donado también una obra de arte propia para contribuir a la ambientación de la sala.