Claudia López de Atalaya Cerezo: «Mi foguera me ha inculcado que la Fiesta es familia y esfuerzo»
La representante de Sèneca-Autobusos atiende a su presentación como uno de los actos más emotivos de su vida en las Hogueras de Alicante
Con solo tres años, Claudia López de Atalaya Cerezo conoció de primera mano las fiestas oficiales de Alicante, les Fogueres de Sant Joan. Lo hizo de la mano de su familia, foguerers de Sèneca-Autobusos, distrito al que pertenece desde entonces y del que fue bellea durante el pasado ejercicio.
Aquel momento en el que, en plena plaza Séneca, le impusieron la banda de su reinado marcó un antes y un después en su vida, siendo aquel instante el momento más emotivo de su trayectoria en las Hogueras de Alicante. Sin olvidar cuando prendió la mecha de la traca que envolvió en llamas su foguera, 'Poesía eres tú'.
Esta alicantina de 27 años lleva la fiesta en vena y tiene claro que les Fogueres «son familia y esfuerzo, porque eso es lo que me ha inculcado mi foguera», entregada en cuerpo y alma a hacer de su nueva etapa como candidata al cargo de bellea del foc de Alicante 2024 como un camino inolvidable.
Tampoco lo son sus años de representación en Sèneca-Autobusos, donde ha sido dama infantil durante dos años consecutivos, presidenta infantil y bellea infantil, además de dama d'honor también en dos ocasiones y bellea 2023.
Sobre la candidata
-
Formación: Grado en Ingeniería de Organización Industrial
-
Ocupación: Responsable de proyectos de implantación de software
-
Diseño del traje de novia alicantina: Conchi Beneyto
-
Diseño del vestido de pasarela: BGG COUTURE de Sevilla
Datos del distrito
-
Hoguera: Sèneca-Autobusos
-
Presidente: Josep Amand Tomàs Vallejos
-
Presidente infantil: Iker Gómez Ramón
-
Número de festeros: 228
De su primer año de dama infantil guarda una divertida anécdota. «Fuimos a recoger el traje dos días antes del acto». Sin embargo, fue cuando se vistió cuando «mi madre se dio cuenta de que se habían equivocado y nos habían dado un cancán de adulta».
Con el pánico alejado, su madre cosió «cómo pudo» esta prenda para disimularla con su falda y «que no se viera». Aún así, el remedio sirvió de poco. «Al sentarme en el banco del escenario, al tener más dimensiones, se me levantó la falda y estuve enseñando los pololos».
Esos minutos en los que permaneció sentada, Claudia López de Atalaya recuerda cómo se intentaba bajar la falda «para que no se viera». Da gracias a que «menos mal que estuvimos poco rato sentadas» y su vuelo volvió a la normalidad instantes después.
