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«¿Me puedo echar la siesta después de comer una hamburguesa?», pregunta Nuria en las redes sociales de un curioso motel que ha aflorado en plena calle de Alicante. Ubicado en el edificio Manero de la Rambla de Méndez Núñez, el interior de este espacio aguarda una auténtica sorpresa. Y es que la cama de su habitación 101, la única accesible para los huéspedes, tiene más usos aparte del descanso.
Junto a esta, son otros muchos los elementos que recrean -en una auténtica máquina del tiempo- aquel motel americano de los años 70. Mesas, estanterías, teléfonos de cable y rueda retro, el típico mueble bajo con televisor 'pisapapeles', revistas 'Life' de antaño, sillones taburetes... y un techo de cristal desde el que disfrutar de una panorámica del ambiente y la comida.
Pues bien, este motel -lejos de servir como tal- tiene la función de deleitar los estómagos de sus huéspedes. Para ello, ofrece el plato estrella de la gastronomía americana: las hamburguesas acompañadas de sus patatas (en múltiples versiones y diferentes ingredientes de base) y refrescos, además de tartas en sus postres.
Todo esto sirve para vivir la experiencia 'One burger' en Alicante. Se trata del segundo establecimiento temático de la marca en la Comunitat. En sus inicios funcionó como una hamburguesería 'delivery' para ofrecer sus platos en las casas de sus clientes. Así, con el paso del tiempo abrió las puertas de su primer local en Valencia, una lavandería convertida en restaurante.
Tras esto, 'One burger' se desplazó hasta Alicante para inaugurar su primer local bajo el nombre de 'One motel', en los bajos del impactante y emblemático edificio de oficinas sito en la Rambla. Es aquí donde las mesas y despachos cambian su distribución y mobiliario, aunque el funcionamiento viene a ser similar.
Los huéspedes, interesados en obtener cobijo temporal y algo de pensión, se acercan s su recepción. Allí aguarda una máquina en la que reservar su espacio, además de seleccionar los platos que quieren degustar. Tras seleccionar su hamburguesa y complementos, tienen acceso a la habitación 101.
Es en su interior donde localizan el sitio en el que descansarán unos minutos y unas horas, ya sea en su cama, en sus sillas o en sus mesas; y esperan la señal que les indique que su pedido está listo. Así, tan solo tienen que levantarse y desplazarse hasta una de las cajas fuertes instaladas en la habitación 101 para recoger su manjar.
Ya sea tumbado, sentado o en la posición que los huéspedes se sientan más cómodos, cómo todos ellos pueden vivir la experiencia de sumergirse en el ambiente americano de carretera de los años 70 mientras los neones, la música y el suelo de linóleo con diseño de ajedrez acompaña las conversaciones y el buen degustar de la comida rápida.
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