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Rubén Ferrer en la gala de los Premios Grifo. t.a
Entrevista al alicantino Rubén Ferrer, que emplea la gamificación, tiene un proyecto de metaverso y Minecraft y el premio Educa Abanca como uno de los 10 mejores docentes de primaria de España

«Podremos diseñar en las aulas nuestro pequeño metaverso gracias al Minecraft Educativo»

El profesor alicantino Rubén Ferrer, uno de los 10 mejores docentes de España, aboga por la gamificación para motivar al alumnado y que el aprendizaje sea más significativo

Susana Almenar

Alicante

Sábado, 18 de febrero 2023

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Rubén Ferrer es un alicantino de 37 años, natural de Orihuela, que aplica técnicas de gamificación -del inglés 'game', consiste en llevar los juegos a los ámbitos profesionales- en las aulas. Sus creativas formas de enseñanza le han convertido en el favorito de los alumnos que pasan por sus clases y sus familias y le han posicionado como uno de los diez mejores docentes de España, por lo que ha recibido el galardón Educa Abanca.

También le han otorgado el premio Radio Orihuela, y uno de los Premios Grifo por sus labores de gaminificación. Rubén lleva diez años en el mundo de la educación, actualmente trabaja en el CEIP Trinitario Seva de Rafal, y ha ido implementando esta metodología de forma progresiva. Comenzó creando una 'ciudad' en la que los niños eran los personajes y ahora está inmerso en un proyecto de metaverso que transcurre dentro del videojuego Minecraft.

¿Qué es la gamificación para usted?

Lo que quiero con la gamificación, sobre todo, es motivar al alumnado y que de esta forma el aprendizaje sea más significativo. Hay un ejemplo muy ilustrativo. Cuando queremos escribir, cogemos un lápiz. Así, el lápiz es la herramienta que nos permite la escritura. En mi caso, la gamificación es la herramienta que me permite lograr esa motivación de los estudiantes, mejorar los resultados académicos y mantener el control de la clase. Lo importante es econtrar algo que les guste.

¿Qué necesidades educativas tienen los alumnos?

Mis alumnos tienen siete años. Y hoy en día las niñas y los niños necesitan motivaciones actualizadas que vayan más allá del interés por aprender. Por eso, si estudiamos por ejemplo, las sumas y restas llevando, en lugar de contárselo yo les entusiasma más que se lo cuente su personaje favorito, como un superhéroe o un monstruito.

Y ya no solo les motiva que les expliquen los contenidos, sino saber que si consiguen, por ejemplo, aprenderse las tablas, van a desbloquear 'un logro' que les va a ayudar a superar una misión. Así, la gamificación se usa a nivel tanto de clase como de centro y está en auge en la educación.

¿Cuándo y por qué empezó a gamificar?

Yo empecé a gamificar sin darme cuenta. Estaba trabajando en Valencia cuando todavía era interino, concretamente en Fuenterrobles, y tenía a cargo una clase en la que había seis niños de segundo de primaria y dos de primero -es decir, multinivel-. Ahí decidí que cada uno tuviera una pequeña pinza con un personaje. Ellos lo pintaban, lo decoraban y teníamos como una pequeña ciudad.

Al principio estaba vacía y luego ellos iban consiguiendo puntos y, con esos puntos, iban decorando la ciudad con árboles, teniendo su propia casa, alguna mascota... Y también, como la gamificación consiste en tener una narrativa, pues iban pasando cosas en ese pueblo. De repente llegaba un personaje que no sabíamos quién era, que a lo mejor llegaba volando colgando del techo con un hilo y de repente a lo mejor secuestraba una mascota y los niños tenían que ir a recuperarla.

Rubén Ferrer empleando la gamificación en su aula.
Rubén Ferrer empleando la gamificación en su aula. t.A

Así que sí, empecé sin darme cuenta. Y ya con los años descubrí que mi forma de enseñar tenía un nombre, era una metodología y tenía unas técnicas. Pero yo comecé a aplicarlo sin tener ni idea de que realmente estaba haciendo gamificación. Simplemente la llevaba dentro.

¿Qué le define como profesor?

Lo más destacable de mí creo que es la conexión que tengo con los niños y niñas. En diez años de profesión he pasado por muchísimas clases, he conocido a muchísimos niños y creo que como que tengo la capacidad de comprender la situación de cada uno de ellos. Desde el que es inquieto, hasta el que es más tímido o al que es muy extrovertido.

Creo que soy capaz de comprender muy bien las cualidades de todos los niños y niñas y de sacarles el máximo partido, porque no es lo mismo un niño al que le cuesta un poquito y que hay que darle una ayuda extra que un niño que va por arriba y muy bien -y al que también hay que ayudarle a mejorar-. Pero sobre todo la conexión que consigo con mis alumnos y también con las familias.

¿Qué proyectos tiene entre manos ahora mismo?

Estoy trabajando en un proyecto relacionado con el metaverso: un mundo digital paralelo al real. La fórmula es que cada uno tenga un avatar y pueda entrar a un cole virtual en el que tenga algunas actividades diferentes a las que venimos haciendo en el aula. El objetivo es diseñar un colegio sostenible alineado con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desalloso Sostenible (ODS).

Así, la escuela se creará, por ejemplo, en el propio Rafal -donde viven los niños en la realidad- y convertir el municipio en un entorno que solo funcione con energías renovables. Esa idea sirve para trabajar muchísimo todo lo que tiene que ver con Ciencias Naturales y Ciencias Sociales.

Además sirve para trabajar competencias digitales, como el tema de la programación o del pensamiento computacional, así como el respeto por el medio ambiente. De este modo trabajamos valores y decidimos qué vamos a necesitar para el futuro, teniendo en cuenta que vemos que cada vez hay más contaminación, que se agotan los recursos naturales...

Rubén Ferrer desarrollando una ponencia sobre gamificación para otros docentes.
Rubén Ferrer desarrollando una ponencia sobre gamificación para otros docentes. t.a

Además, voy realizando algunas ponencias en congresos y en otros centros educativos en los que hablo sobre gamificación para que los docentes conozcan la metodología y sepan cómo usarla. Y también voy a iniciar un máster en tecnología educativa y competencias digitales.

El proyecto del metaverso, ¿cómo y dónde se va a ejecutar?

Yo como docente no puedo crear una plataforma digital para hacer el metaverso, tengo que coger alguna que exista. Y una que me permite desarrollar mi proyecto es el Minecraft educativo. Minecraft es un videojuego en el que se pueden poner 'cubos' y se puede diseñar todo lo que quieras: un aerogenerador, un pueblo, un coche... Puedes crear un mundo entero.

Además, la Conselleria de Educación ha llegado a un acuerdo con Microsoft. Define que nosotros como docentes y los niños con su identidad digital pueden acceder a la plataforma de Minecraft Educativo, y ya ahí podremos diseñar en las aulas nuestro pequeño metaverso.

¿Cuáles están siendo sus primeros pasos con el Minecraft educativo?

Estoy ahora mismo creando unas misiones de introducción al videojuego. Cualquier niño sabe más que yo de Minecraft y cuando les presento la plataforma, pues lo primero que pasa es que están muy motivados, y lo segundo es que no les tengo que enseñar a poner un bloque, porque ellos ya controlan cómo se hace todo. Así que iremos directamente al concepto, si tienen que hacer un colegio les daré una foto y les diré: «Vamos a diseñarlo, elegir qué energía le ponemos, etcétera». Y todo eso lo usaremos para aprender.

Es muy innovador. ¿Qué cambios aprecia en el sistema educativo?

La sociedad actual está cambiando a un ritmo vertiginoso, no nos entretenemos de la misma forma y tenemos la información al alcance de la mano siempre. En educación antiguamente estaba la tarima del profesor, que hoy ya no está. Hay algunos colegios que están eliminando incluso la mesa del docente y éste se mueve por toda el aula en grupos cooperativos e interactivos.

Hoy en día es todo más participativo, son ellos -los alumnos- los que tienen que descubrir. Han cambiado los tiempos muchísimo. Y aunque en educación también habrá otros campos, necesitamos darle ya la vuelta a los conceptos y quedarnos con lo bueno de que teníamos antes, pero meter todo lo nuevo, que es mucho, y además motiva muchísimo al alumnado.

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