Arrecifes artificiales creados en Alicante para salvar al bogavante europeo
Investigadores de la UA trabajan en esta solución ideada como refugio submarino para garantizar la supervivencia de esta especie sobreexplotada
Investigadores de la Universidad de Alicante han ideado una solución para salvar al bogavante europeo. Junto a colegas de la Universidad de Vigo, trabajan en la creación de arrecifes artificiales que sirven como refugio para el desarrollo y supervivencia de esta especie sobreexplotada.
Es en aguas de Galicia donde el equipo de investigadores de la UA desarrolla esta investigación científica, a través de una técnica de restauración de este crustáceo -ampliada a otras especies- que promete ser toda una revolución en la acuicultura, apuntan desde la institución.
Los científicos han descubierto que la instalación de bateas para el cultivo de mejillones genera un mayor riesgo de sedimentación de materia orgánica -entre heces y pseudoheces- en las áreas circundantes. Este proceso cambia «totalmente la diversidad, ya que se generan nuevos hábitats».
Así aprovechando esta regeneración del entorno, los investigadores han colocado arrecifes artificiales debajo de las bateas de mejillones con el fin de «proporcionar refugio a las especies que se alimentan de la metaria orgánica generada en el fondo», explica el catedrático de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, Pablo Sánchez Jerez.
Esta ubicación ha contribuido a una «proliferación de la vida marina», pues los bogavantes cuentan con un lugar donde refugiarse. Esto no solo ha afectado a esta especie, sino también a otras que se han multiplicado, como las estrellas de mar, nécoras y centollas.
Los resultados de este trabajo se siguen en directo gracias a los receptores acústicos que algunos de estos animales llevan ajustados a sus patas. Estos permiten conocer sus movimientos y, tras un primer análisis, se ha llegado a la conclusión de que «las zonas de las bateas son óptimas para su crecimiento».
Tras estos resultados, los investigadores están creando un protocolo de repoblación para el bogavante europeo en áreas que se ven afectadas por las bateas con el objetivo de restaurar y mantener la biodiversidad en estos lugares.
Los conocimientos adquiridos se están, de momento, replicando en Split, en la costa de Croacia, y serán presentados el próximo mes de noviembre en la reunión final de Climarest.
Al mismo tiempo, y de forma paralela, el equipo de la UA se encuentra en el proceso de diseño y creación de unas nuevas jaulas que permitan la cría en cautividad del bogavante, celdas que deben tener unas características adaptadas a sus características, al hecho de que son caníbales, y por lo tanto no pueden compartir espacio.