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Rosana Perán, en la tienda piloto que tiene la compañía en Elche Miriam Gil
Rosana Perán: «Se debería facilitar la labor de las empresas y no cambiar tanto las normas de juego»

Rosana Perán: «Se debería facilitar la labor de las empresas y no cambiar tanto las normas de juego»

La vicepresidenta de Pikolinos reclama a los políticos «respeto» y «apoyo real» a la labor de los empresarios. «España saldría más reforzada», asegura

Isabel Domingo

Elche

Martes, 16 de mayo 2023, 07:25

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Presidenta de la Federación Nacional de Industria del Calzado (FICE) desde hace un año, Rosana Perán es, junto a sus hermanos Juan Manuel y Carolina, una de las caras visibles de Pikolinos, empresa afincada en Elche que es referente del calzado, con una facturación que ronda los 100 millones. Su metodología de gestión está inspirado en la japonesa Kaizen y es una apasionada de su trabajo.

–¿Qué momento atraviesa la empresa ahora que está liderada por los tres hermanos?

–Hemos asumido la figura de CEO y el primer año del plan estratégico refleja una experiencia muy positiva. Los datos, aunque tenemos que consolidar con nuestra filial, muestran un crecimiento del 28%. Hemos cambiado la metodología de trabajo, empoderando más a los equipos, y los resultados tanto en calidad de trabajo como en números está siendo positivo. Intentamos mejorar las cosas, cuestionarlas, porque no siempre porque se hagan bien hay que hacerlas como siempre. Eso es un valor que tiene la familia: al estar tan cerca la familia –en este caso accionistas– con los directivos podemos ser más rápidos y más flexibles en la toma de decisiones. Esa es una cultura de empresa que se tiene que vivir en el día a día. Por ejemplo, uno de los temas que estamos trabajando es que somos muy transversales, por lo que toda la cadena de valor está integrada en el negocio. Somos una de las dos empresas en Europa que lo tiene: compramos materia prima en origen, producimos y comercializamos en distintos canales.

–¿Cómo les ha influido el actual contexto económico e internacional, marcado por la guerra en Ucrania y el alza de costes?

–Hicimos un plan estratégico a tres años con el compromiso con los directivos de liderarlo, aunque como accionistas nos gustaría tener la figura de un CEO. ¿Cómo ha impactado el tema geopolítico? Primero fue la pandemia de Covid con el cierre de tiendas, fábricas, etc., el teletrabajo y, sobre todo, empezar a asimilar que no volveríamos a lo de antes. Ahora la guerra y el cambio constante. Todo eso ha hecho que tengamos que tomar decisiones para ser ágiles y adaptarnos en el mercado. Otro de los temas es que hemos aprendido a trabajar de una forma transversal: ya no hay departamento de compras o de ventas; cuando el de ventas toma una decisión, ésta impacta en toda la empresa y eso tenemos que conocerlo todos.

–Son una de las empresas referentes en el calzado, ¿qué se escucha en los mercados, utilizando una frase suya reciente?

–Hasta enero-febrero los datos de exportación del sector calzado han sido muy superiores al preCovid, es cierto que ayuda ese 'mix' de la subida de precios. Pero los datos de ahora ya no son tan positivos, vemos que se ralentizan las exportaciones y el consumo, que, por otro lado, es lo normal. Tenemos inflación, el producto moda-calzado no es de primera necesidad y hay una bajada de ventas. Se empieza a notar. Además, hay que pensar que estamos cambiando la forma de comprar y el consumidor cambia sus hábitos: es más profesional comprando, mira más la calidad, exige más.

La vicepresidenta de Pikolinos durante la entrevista
La vicepresidenta de Pikolinos durante la entrevista Miriam Gil

–Es presidenta de FICE desde mayo de 2022. ¿Qué balance hace de estos primeros 12 meses y qué hoja de ruta lleva bajo el brazo para su mandato?

–El balance es positivo. En los comités veo a los empresarios más unidos, compartiendo más la información entre las distintas autonomías. La sede de la federación es la sede todas las empresas y los comités los hacemos rotativos: Almansa, Fuensalida, Menorca, La Rioja… Esto, que son pequeños detalles, hace que en la toma de decisiones tengamos en cuenta las pequeñas diferencias que tenemos cada uno. ¿Líneas estratégicas? Hay un cambio de generación dentro de las empresas, no sólo en los accionistas, sino en el talento, necesitamos atraer el talento de jóvenes y, además, conectar con ellos. Las empresas tenemos que hablar ese idioma. Luego está el tema de la sostenibilidad; la internacionalización, pues somos internacionales pero hay que seguir apoyando a empresas en la búsqueda de nuevos mercados como Australia o Japón. Y trabajamos muy de la mano con el ICEX porque el Brexit hizo daño al sector y bajaron las ventas un 50%, así que hay un proyecto para ayudar a recuperar la cuota de mercado perdida. También la digitalización y mirar mucho a Europa, que es donde se legisla.

–Situados en ese marco sectorial, ¿qué le pide a las Administraciones? ¿Falta más apoyo institucional? ¿Más agilidad?

–En general no nos podemos quejar porque en nuestra autonomía o a nivel local, cuando tocamos las puertas, nos escuchan. Si tengo que decir algo, sería en la parte laboral. La reforma laboral se ha hecho a espaldas del sector y de los empresarios. Se habla de relocalización de la producción pero esta reforma laboral no ayuda a las empresas para aprovechar la vuelta de la producción y lo importante no es que vuelva, sino mantenerla. Y eso se hace captando nuevo talento, digitalizando, haciendo atractivas a las empresas... Si todo esto somos capaces de hacerlo y lo ponemos en valor, la producción no tendría que salir. Pero la parte laboral nos perjudica, no tenemos herramientas para poder trabajar. Y eso se debería facilitar y no cambiar tanto las normas de juego. Por ejemplo, nosotros presentamos ahora la colección de verano de 2024, empezaremos a facturar en noviembre de este año y el consumidor lo verá en las tiendas en febrero del año que viene. Es un ciclo muy largo y yo ya he tomado decisiones de costes, de precios, etc. Si en este ejercicio me cambian las reglas de juego, va contra la cuenta de explotación, contra la empresa, y la capacidad de maniobra es nula.

–Se habla mucho de la falta de mano de obra en los dos extremos: perfiles tecnológicos y perfiles especializados. ¿Cómo afecta al sector?

–En general falta talento. El sector tiene una imagen mala pero no es la real. En los últimos años el sector ha generado empresas, trabajo, etc. y mucho de lo que se comenta no lo comparto. Pero volviendo a la falta de perfiles, en puestos técnicos, es la ley de oferta-demanda y eso al final es una inflación en el salario porque se debe a que no hay personas no a que el puesto tenga ese valor. Lo más importante es la retención del talento y la inversión en las propias personas de la empresa.

–¿Falta cultura del emprendimiento en la Comunitat?

–La Comunitat es muy innovadora, lo estamos viendo con las startups. Aquí podemos ponernos una nota buena aunque sigamos teniendo miedo al fracaso.

Rosana Pérez posa en la tienda piloto de Pikolinos en Elche
Rosana Pérez posa en la tienda piloto de Pikolinos en Elche Miriam Gil

–En las últimas semanas se ha hablado mucho de los empresarios por los ataques de un partido político. ¿Qué papel juegan los empresarios en la sociedad?

–El empresario tiene la misión de generar empleo y devolver a la sociedad parte del beneficio que obtiene. ¿Cómo lo haces? Hay dos vías, por los impuestos y hay pocos empresarios o gente que lo valore por lo que hay que hacerlo saber; la otra es a través de herramientas como una fundación [Pikolinos tiene una] pero mirando no sólo fuera, sino dentro de la empresa, a tus propios empleados. El empresario hace que una sociedad sea más igualitaria.

–Ahora que nos adentramos en una campaña electoral y que los políticos parece que escuchan más, ¿qué les pediría?

–Estabilidad en los cambios legislativos, que al menos las normas puedan durar un año seguido. Y luego saber cuál es el papel de cada uno. Los empresarios no somos malos y hay una campaña de acoso y derribo, el empresario es quien genera riqueza en un país. Todos tenemos un papel, ni uno es bueno ni el otro malo. Pediría respeto, no cambiar las legislaciones tan rápido y el apoyo real a los empresarios porque creo que España saldría mas reforzada.

–No puedo dejar de preguntarle por la presencia de la mujer en la empresa. ¿Ha encontrado dificultades en el acceso a puestos de responsabilidad?

–Tenía 33 años, estaba embarazada de siete meses y fui presidente de la Asociación de Calzado de Elche. Yo era la 'xiqueta', no me lo tomaba mal porque me hice un equipo muy bueno. ¿Techos de cristal? Si había, he sido muy cabezota. No me pongo límites; ese equilibrio de la vida profesional con la personal es difícil, tienes que elegir y yo elegí dedicar más tiempo a mi vida profesional, pero estoy orgullosa. ¡Y mi hija mucho más!

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