Otro golpe para el campo: los recortes en acuíferos ponen en jaque las explotaciones en la cuenca del Segura
Un estudio de la Universidad de Alicante alerta de que la medida, sumada al tijeretazo del Trasvase, afectará al 15% de la zona y los regantes exigen a Pedro Sánchez acabar con la herencia de Ribera
El plan de Europa para atajar la sobreexplotación de los acuíferos pone en grave peligro la agricultura en la cuenca del Segura. Así lo reitera un estudio de la Universidad de Alicante al señalar que, en caso de cumplirse las previsiones, se perderían un total de 212,27 hectómetros cúbicos para el regadío.
El cierre de pozos y acuíferos supondrá eliminar 40.722 hectáreas en toda la demarcación hidrográfica, lo que equivale al 15% de la superficie de la cuenca, señala el estudio. Se trata, en definitiva, de un «porcentaje elevado de explotaciones agrícolas» que, según denuncian los regantes, se irían «al traste» por sumarse también otro tijeretazo: el que le espera al Trasvase Tajo-Segura.
Así, los regantes sufrirán un recorte previsto para 2027, el que será el año negro de la agricultura en la provincia, de 316,7 hectómetros cúbicos, de los cuales 103,5 son del Trasvase y otros 213,2 de las aguas subterráneas, detalla el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats).
En este sentido, lamentan la carencia de recursos para las zonas afectadas «con costes asumibles» que sustituyan a los que «se pretenden poner límite», unos hechos que son «inaceptables»; mientras denuncian que el plan del Gobierno de España solo contempla un aumento de agua desalada de «apenas» 38 hectómetros cúbicos, «es decir, prevé zanjar una herida tan profunda con una tirita ínfima».
Piden «sentido común» al Gobierno
El informe de la UA pone sobre la mesa los efectos socioeconómicos que tendría en la Cuenca del Segura el cese previsto para 2027 de la extracción de masas de agua subterráneas. «La eliminación de la sobreexplotación y la reconversión de tierras de regadío a secano reducirán significativamente el valor de mercado de las tierras afectadas» y estima «que el valor del patrimonio agrario disminuirá debido a la menor rentabilidad de las explotaciones de secano».
Por todo ello, con la vista puesta en el año negro que será 2027 para el sector debido a estos dos hachazos «impuestos» -como reconoce el estudio elaborado por el Instituto Universitario del Agua y las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante-, los regantes exigen «sentido común» al Gobierno de España con el fin de que «paralice estas medidas que, en el caso del recorte al Trasvase, tuvo una determinación política«.
Mantener la competitividad y calidad del sector
Los regantes del sindicato Scrats apelan directamente al Ejecutivo central, presidido por Pedro Sánchez, para que revierta la herencia de la exministra y exvicepresidenta tercera del Gobierno Teresa Ribera en la planificación del Tajo que «tuvo un desarrollo torticero».
«No se puede seguir jugando de esta manera con el pan de la gente, con el futuro de un sector que, pese a todo, sigue empeñado en producir alimentos a precios competitivos y de calidad insuperable», reivindican con un llamamiento a representantes políticos y sociales para «remar unidos con la idea de neutralizar estos recortes».
