Ecologistas valencianos piden en los tribunales cerrar el trasvase Júcar-Vinalopó
La asociación Xúquer Viu recurre al TSJ el envío a Alicante de hasta 350 hectómetros cúbicos en diez años
Va a hacer dos años el próximo 18 de octubre que la provincia de Alicante vio cumplido un anhelo histórico reivindicado desde hace 605 años: el compromiso de llevar agua del río Júcar al Vinalopó para abastecer la necesitada huerta alicantina. Fue un acuerdo entre regantes de ambas provincias para el envío de hasta 350 hectómetros cúbicos para los próximos diez años. Ahora, ni 24 meses han pasado del acuerdo y de la llegada de los primeros caudales, cuando asociaciones ecologistas valencianas ya han recurrrido a la Justicia para intentar negarle el agua de la propia Comunitat a Alicante.
Ha sido la asociación ecologista Xúquer Viu la que ha presentado en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana un contencioso-administrativo. Reclaman en los tribunales que anulen el convenio a diez años del trasvase al Vinalopó entre la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y los usuarios de ambos ríos firmado en Aspe el 17 de octubre de 2023.
Esta asociación considera que el trasvase «hipoteca el futuro» del primero y la Albufera. «La recuperación de los acuíferos sobreexplotados del Vinalopó se haría a costa de aumentar la sobreexplotación del Júcar», ha indicado en un comunicado Xúquer Viu.
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En su demanda, Xúquer Viu solicita en la sala del contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que anule y deje sin efecto la adenda o convenio a diez años para el trasvase Júcar-Vinalopó. Este convenio prevé la transferencia de unos 350 hectómetros cúbicos de Valencia a Alicante, «una cantidad un poco inferior a la capacidad máxima del embalse de Tous u ocho veces la capacidad máxima de la presa de Forata», exponen los ecologistas.
A esta cantidad, según la asociación, habría que sumarle un 60% del plan de explotación de dicho convenio, aprobado en febrero pasado. En total, 500 hectómetros cúbicos, lo que es «una barbaridad» para Xúquer Viu.
Los ecologistas piden que solo se transfieran «sobrantes» a Alicante y que estos se calculen año a año desde las tomas del trasvase en la desembocadura del Júcar, en Cullera. Este lugar fue la alternativa que se encontró al proyecto original, que preveía traer el caudal de Cortes de Pallás. Sin embargo, los usuarios del Júcar se negaron al asegurar que faltaría agua para el regadío de Valencia.
Pero en Cullera tampoco vale ahora para los ecologistas. «La actual situación de sobreexplotación del Júcar y sus sistemas asociados, como l'Albufera, hacen imposible cualquier transferencia periódica de agua a otras cuencas sin poner en peligro su propia supervivencia», ha insistido Xúquer Viu.
«Es inaceptable que el caudal ambiental de los cuatro últimos kilómetros del río, a partir del punto de los trasvases al azud de la Marquesa, sea completamente insuficiente para el río más importante de los valencianos», han manifestado. Además de señalar que «se pretende trasvasar al Vinalopó lo triple de lo que se deja como caudal ecológico».
Xúquer Viu también se queja de que los usuarios del Vinalopó «pagarán un precio extraordinariamente bajo por esta agua del Júcar, una tercera o una cuarta parte por bajo del precio real». Ha considerado que estos es «una subvención encubierta que pagaremos, sin ninguna justificación, entre todas las personas».
Uno de los principales problemas del trasvase Júcar-Vinalopó fue que, al cambio de toma, había que llevar el caudal aguas arriba, lo que requería de una energía que hacía inviable la infraestructura por los costes. La solución la encontró la propia Junta Central de Usuarios, que ha proyectado tres plantas fotovoltaicas para bombear el agua del Júcar que costarán 100 millones de euros. Esta solución tampoco es positiva para los ecologistas, ya que asegura que «causarán un enorme impacto en las poblaciones afectadas, que se oponen a ellas».
La primera transferencia de agua entre ríos fue planteada en 1420, según recogen las actas del Concejo de Agua de Elche, en las que se reclamaba a los Jurados de Villena, entonces en el reino de Castilla, a «en lo que toca al sacar agua del río Xuquer«. Hoy, 605 años después, sigue cuestionada y en manos de la Justicia.