La dana 'Alice' y la ausencia de puente festivo por la Hispanidad merman la ocupación hotelera en la provincia de Alicante
La Costa Blanca salda la primera quincena de octubre con bajadas de hasta ocho puntos respecto a 2024 | Solo Benidorm mantiene registros
La primera quincena de octubre ha dejado un balance irregular para el sector hotelero de la provincia de Alicante, marcado por la ausencia del festivo del Día de la Hispanidad y, por lo tanto, la falta de un puente nacional y el impacto de la inestabilidad meteorológica. Todo ello, factores que han frenado la demanda y provocado un retroceso generalizado respecto a 2024, especialmente en la Costa Blanca y Alicante Sur, donde la ocupación cae entre seis y ocho puntos.
Sólo Benidorm mantiene el tipo, repitiendo prácticamente los registros del pasado año con una ocupación media del 88,2%, frente al 88,4% de 2024. Una vez más, el principal destino turístico de la provincia demuestra su resiliencia y madurez, resistiendo los vaivenes del calendario y consolidando su posición como referente del turismo mediterráneo.
Con más de 40.000 plazas hoteleras, Benidorm logra mantener un nivel de actividad sostenido gracias a una demanda sólida y diversificada. El mercado británico continúa liderando las llegadas, con una cuota del 47,2%, ampliando su ventaja respecto al año anterior. Le sigue el turismo nacional (36,5%), que mantiene una base fiel a pesar del contexto menos favorable. Bélgica, Países Bajos e Irlanda completan el reparto internacional, confirmando la diversificación del destino.
Por categorías, los hoteles de tres y cuatro estrellas mantienen cifras muy estables (89,4% y 87,8%, respectivamente), lo que refleja una estrategia equilibrada de precios y oferta. De cara a la segunda mitad del mes, las previsiones apuntan a un 81,9%, una ligera bajada habitual en el tramo otoñal pero que sigue situando a Benidorm en niveles de referencia nacional.
La Costa Blanca modera su ritmo
El resto de la provincia muestra una moderación general en el inicio del otoño. La Costa Blanca alcanza un 77,4% de ocupación, seis puntos por debajo del pasado año, mientras que Alicante Sur desciende hasta el 68,4%, frente al 77,9% de 2024. Una corrección que el sector considera «normal» para estas fechas, tras el repunte del verano y con una demanda que ahora se concentra en fines de semana y escapadas cortas.
El turismo nacional mantiene su peso estructural, representando el 29,9% de las estancias en la Costa Blanca y el 33,5% en Alicante Sur. En el mercado internacional, el Reino Unido sigue siendo el gran motor (19,5% y 17,4%), con Irlanda, Bélgica y Países Bajos contribuyendo de forma estable.
Los establecimientos de cuatro estrellas son los que mejor aguantan la caída de la demanda, con ocupaciones que superan el 85% tanto en la Costa Blanca como en Alicante Sur. En cambio, los tres estrellas acusan el retroceso más fuerte, bajando hasta el 67,8% y el 57%, respectivamente.
Las reservas ya confirmadas para la segunda quincena (69,7% en la Costa Blanca y 61,5% en Alicante Sur) anticipan una transición ordenada hacia el final de temporada, marcada por una clientela fiel y por el peso creciente de las escapadas gastronómicas y de fin de semana.
Un sector que prioriza la rentabilidad sobre las cifras
Desde el sector hotelero se insiste en que el objetivo ya no es superar los registros de ocupación o de pernoctaciones, sino mantener la rentabilidad y la sostenibilidad de la actividad en todas sus vertientes: económica, social y medioambiental. La clave, apuntan, pasa por consolidar la calidad y la estabilidad antes que por perseguir récords numéricos.
Con estos resultados, Benidorm confirma su liderazgo y la Costa Blanca avanza hacia un cierre de temporada ordenado, apoyada en la fidelidad de su visitante nacional y británico. El litoral alicantino mantiene así su condición de destino preferente durante todo el año, incluso cuando el calendario se aleja del verano.