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Un malabarista de fuego en el 'Fin de Semana Pirata' Ayuntamiento de Alicante
Los piratas atraen a 23.000 personas al Castillo de Santa Bárbara

Los piratas atraen a 23.000 personas al Castillo de Santa Bárbara

Alicante organiza tres jornadas en la fortaleza con juegos y atracciones para niños, zona de mercado de artesanía, actuaciones y gastronomía

Lunes, 21 de agosto 2023, 16:11

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Alicante se llenó de corsarios y bucaneros el pasado fin de semana, con la segunda edición del 'Fin de Semana Pirata' en el Castillo de Santa Bárbara. El evento atrajo a cerca de 23.000 personas entre el viernes y el domingo, según las cifras registradas por la empresa Esatur, encargada de la dinamización turística de la fortaleza.

Con estos datos ha superado la cifra de 2022, cuando esta actividad tematizada contó con 20.000 visitantes. El día de mayor afluencia fue el sábado con 8.300 visitantes, mientras que el viernes subieron 6.600 y el domingo 7.800.

Los asistentes pudieron disfrutar de juegos infantiles, talleres, cuentacuentos, música en directo, una zona de mercado de artesanía, gastronomía y diferentes actividades, todo ello ambientado con temática pirata. Las actividades se desarrollaron el viernes y sábado de 10 a 1.00 horas, y el domingo de 10 a 00.00 horas.

La concejala de Turismo, Ana Poquet, ha señalado que «un año más la experiencia del Fin de Semana Pirata ha sido un éxito entre alicantinos y visitantes que no han querido perderse una jornada de diversión con un gran ambiente, pensada para todas las edades y con un amplio horario y oferta lúdica al tiempo que han disfrutado de las mejores vistas de Alicante».

Una jornada para toda la familia

Los bucaneros desembarcaron en la fortaleza alicantina a las 10 horas de este viernes, mostrando a los visitantes sus reliquias y tesoros. La visita de estos personajes históricos duró tres días y contó con numerosas actividades y puestos que recrearán los siglos XV y XVI en el castillo.

Un pirata en el mercado corsario. LA FRAGUA DE VULCANO

Las banderas negras de la calavera y las patas de palo llenaron el patio de Armas para sumergir a los visitantes en esta experiencia marina, la cual contó con atracciones de madera -como el tío vivo y la noria-, talleres de oficio representativos de la época, además de paradas y puestos de artesanía y restauración con las míticas tabernas corsarias.

Asimismo, las inmediaciones del castillo rebosaron la esencia pirata a través de barriles decorativos, redes de pesca, baules misteriosos y esqueletos de algún que otro prisionero. Todo ello ira combinado con espectáculos visuales y musicales, entre los que destacaron exhibiciones aéreas, pirotécnicas e infantiles

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