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Emilvis en una actuación en su bar, el Emilio. Miriam Gil Albert
Emilvis, el Elvis alicantino que puedes encontrar en Carolinas

Emilvis, el Elvis alicantino que puedes encontrar en Carolinas

Emilio Sánchez regenta un bar con su hermano José Francisco que su familia abrió en 1964 | Su afición por imitar al rey del rock le ha llevado por todo el mundo

Viernes, 26 de enero 2024, 07:35

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De hacer uno de los mejores bocadillos de calamares de Alicante a cantar con Valentino Rossi en el campeonato mundial de MotoGP. De hacer una pericana a fuego a ganar el concurso internacional europeo de imitadores de Elvis. Así es Emilio Sánchez Pastor -aunque todos le conocen como Emilvis- el alicantino que revive al rey del rock desde su pequeño bar en el barrio de Carolinas de Alicante.

El Emilio es todo un clásico en la ciudad, desde primera hora bulle de actividad con una parroquia que parece más típica que de paso. «También nos llegan muchos ingleses por el boca a boca», explica Emilio. No son los únicos, los jugadores del Hércules cuando subió a primera eran habituales -«en esta casa siempre hemos sido herculanos», apostilla Emilio- y también se comenta que es uno de los lugares favoritos del alcalde de la ciudad, Luis Barcala, para comer bocadillo de calamares.

1. y 3. Emilvis en su última actuación en el bar. 2. Recuerdos en las paredes del Emilio. Miriam Gil Albert
Imagen principal - 1. y 3. Emilvis en su última actuación en el bar. 2. Recuerdos en las paredes del Emilio.
Imagen secundaria 1 - 1. y 3. Emilvis en su última actuación en el bar. 2. Recuerdos en las paredes del Emilio.
Imagen secundaria 2 - 1. y 3. Emilvis en su última actuación en el bar. 2. Recuerdos en las paredes del Emilio.

Pero en determinadas ocasiones, algunos jueves, el local se transforma. Una pequeña tarima sirve de escenario para que Emilvis entre en acción. Solo cinco mesas para poder ver a Elvis cantando 'Now or Never' o 'Unchained Melody' en pleno barrio de Carolinas de Alicante. De estos encuentros hay muchos videos en redes sociales porque la lista para poder asistir a una de sus actuaciones es larga.

Emilio se transforma en Emilvis y con uno de sus 6 trajes del rey del rock lo devuelve a la vida con su voz. «Este es el mejor que tengo, el de 'Aloha from Hawaii' del 73, costó unos 2.800 dólares en Estados Unidos», explica Emilio mientras enseña uno de sus videos en Youtube. Porque su afición le ha llevado a recorrer medio mundo: «Increíble fue abrir el campeonato del mundo de MotoGP con Valentino Rossi o un concierto que hice con Café Quijano, pero te digo una cosa, sea en el bar o haya miles de personas, hay un punto en el que cuando pasas la puerta con el traje siempre tienes una pequeña impresión», explica.

El primer paso fue el campeonato internacional de imitadores en 2002, el Elvis International, un concurso al que se presentó porque el club de fans de Elvis de Badalona lo escuchó en la radio -colaboraba con Vicente Hipólito- y le animó a presentarse, quedó segundo con un premio por el mejor timbre de voz, y de ahí pasó a la fama y firmó dos contratos con la Warner. «En televisión con Chenoa, Terelu Campos, Bertín Osborne, me llamaron las teles, las radios y los periódicos, incluso alguna de Estados Unidos», explica. Después sacó dos discos y actuó en medio mundo y mucho en Alicante, «conciertos en Monóvar, para alguna barraca, el colegio de médicos me llama todos los años», explica.

Incluso ha grabado algún videoclip imitando a Elvis, como el 'Estás to buena' de Rasel y Henry Méndez -conocido por su versión de 'El tiburón'-. «El día de antes de viajar para la grabación mi peluquero no tenía cita así que fui a otro y lo primero que hizo fue meter la máquina y cortarme el tupé», explica con un enfado del que todavía queda huella.

1. El Emilio tiene una personalidad propia que se aprecia mejor en el interior del local. 2. Emilvis en la puerta de su bar. 3. El famoso bocadillo de calamares del Emilio. Miriam Gil Albert
Imagen principal - 1. El Emilio tiene una personalidad propia que se aprecia mejor en el interior del local. 2. Emilvis en la puerta de su bar. 3. El famoso bocadillo de calamares del Emilio.
Imagen secundaria 1 - 1. El Emilio tiene una personalidad propia que se aprecia mejor en el interior del local. 2. Emilvis en la puerta de su bar. 3. El famoso bocadillo de calamares del Emilio.
Imagen secundaria 2 - 1. El Emilio tiene una personalidad propia que se aprecia mejor en el interior del local. 2. Emilvis en la puerta de su bar. 3. El famoso bocadillo de calamares del Emilio.

Pero todo empiezó mucho antes. Cuando Emilio tenía 13 años falleció Elvis, la curiosidad le llevó a interesarse por la figura del cantante americano y su madre le compró una radio con una cinta en la que sonaba el 'Come on Everybody'. Se le quedó grabado y empezó a imitar la voz y el look del rey del rock. «Elvis ha sido y es el rey, no se le puede llegar a lo que él hacía ni superarlo, pero intento hacer lo que puedo y divertirme», explica Emilvis.

Emilio y su hermano en el bar. Miriam Gil Albert

Emilio, una institución en Alicante

El bar que regentan Emilio y José Francisco, su hermano, es uno de los de solera en la ciudad, enclaustrado entre los grandes edificios altos y modernos de Carolinas la pequeña barraca esconde varios secretos culinarios. Sus bocadillos de calamares son famosos, el espacio huele a pericana hecha al fuego y tienen incluso polp sec -una delicatesen poco habitual hoy en día-. «Esto era una casa de planta baja cuando mis abuelos pusieron una bodegueta en 1964. Mi abuelo era cantero en la sierra de San Julián y cuando se puso de moda el ladrillo pusieron el bar que llegaba hasta en medio de la calle y en realidad esto -el local actual- era el patio», explica Emilio.

Sus primeros recuerdos también están asociados al lugar en el que trabajan sus padres y abuelos. «Fuimos al médico porque estaba malo de la garganta y me habían salido ronchas, y el médico le preguntó si yo bebía, mi madre le dijo '¿pero cómo va a beber mi hijo?' Resulta que se pusieron a vigilarme y de los barriles que había en el patio yo bebía las gotas que caían de mistela», explica Emilio. Para él el secreto de un local tan longevo es el conjunto entre el buen servicio y la calidad. «Le pones amor a los platos que haces y te vas superando, aunque se echan muchas horas, pero es muy bonito», explica Emilio. También reconoce que en los últimos años muchos bares 'de siempre' han ido cambiando y ya no sirven comida típica.

Un parroquiano interrumpe, -«Emilio, cóbrate»-, -«Ya voy, don Germán»-, contesta Emilio, mientras explica que es uno de clientes de toda la vida. Don Germán paga y se despide con un chiste: «¿Sabéis por qué me voy? Porque he venido».

Pero después de la pandemia bajó mucho el ritmo, se centró mucho más en la vida familiar y ahora no hace tantos conciertos. Algunos de los que lleva haciendo toda la vida y otros improvisados. «Estoy en el bar con amigos y me dicen 'Hombre, che, cántate dos canciones», explica.

Sobre cómo consiguió la fama, Emilio lo tiene claro: «Soy el Elvis de Alicante».

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