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Cuando la historia se repite: el bastón de mando vuelve a las manos de la Virgen del Remedio 75 años después
La ciudad de Alicante revive uno de los episodios más simbólicos dedicados a su Patrona
La Concatedral de San Nicolás ha vidido este domingo una de esas escenas que, más que actos oficiales, parecen capítulos rescatados de la memoria colectiva de Alicante.
Con motivo del 75 aniversario de la proclamación de la Virgen del Remedio como alcaldesa honoraria perpetua, el Ayuntamiento ha repetido un gesto cargado de tradición: el ofrecimiento del bastón de mando de la ciudad a la Patrona.
El acto se ha celebrado lugar tras la Eucaristía conmemorativa, presidida por el deán Ramón Egío, en la que también se ha recordado otro momento histórico, como vienen a ser los 27 años de la coronación de la Virgen, celebrada en el estadio José Rico Pérez y oficiada por el obispo Victorio Oliver.
Al término de la misa, el primer edil y varios miembros de la corporación municipal han accedido al camarín para reeditar un gesto que, en Alicante, forma parte del imaginario común desde hace décadas.
La imagen de la Patrona ha presidido la ceremonia desde la parte superior del templo, ataviada con una saya de tisú de plata rosado, obsequio de Pepe Espadero en el décimo aniversario de su coronación, y un manto brocado en azul celeste.
75 años atrás
Fue el 31 de octubre de 1950, cuando Alicante celebró un pleno municipal extraordinario para nombrar alcaldesa honoraria y perpetua a la Virgen del Remedio. La escena, según las crónicas de la época, fue tan solemne como simbólica.
La imagen llegó desde la Concatedral a las 21.35 horas, recibió honores de la Banda Municipal en el zaguán del Ayuntamiento y, al cruzar el umbral, el secretario José García Sellés pronunció la frase que quedaría para siempre grabada: «Pasa la alcaldesa de la ciudad».
Aquella noche, la Patrona ocupó un lugar destacado en el salón de Plenos antes de regresar a San Nicolás al compás del Himno de Alicante, pasando por la capilla del Salón Azul mientras la coral Santa Cecilia interpretaba un Ave María.