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Dicen que la curiosidad mató al gato, aunque no parece que el conocido refrán haya frenado a los alicantinos y turistas que, desde el miércoles, pasean por el nuevo espigón del Postiguet y la reciente zona de arena creada por las obras. La actuación ejecutada por la Dirección General de Costas para sustituir el antiguo espigón concluyeron el pasado martes y, aunque la zona permanece vallada, eso no ha impedido que empiece a utilizarse.
Así, decenas de personas recorren el paseo de rocas que arranca desde la arena y termina en forma de L. La novedad ha atraído a numerosos curiosos al atardecer, una hora en la que muchos aprovechan para caminar o correr junto al mar. Los 178 metros que se adentran en el agua suponen un atractivo para quienes se animan a pasear por encima hasta el borde.
También se ha comenzado a utilizar como playa la zona del Cocó. Este espacio, que antes tenía un acceso independiente al mar, se ha unificado con el Postiguet, que ha ganado metros de orilla. Aunque en principio la superficie de obras permanece delimitada por una cinta policial que incluso se extiende dentro del agua, esta barrera no ha impedido que los bañistas busquen colocarse en primera línea.
En cuanto las máquinas se han retirado, este nuevo tramo de playa ha captado todas las miradas. Por un lado, el flamante espigón de rocas blancas; por otro, la antigua playa del Cocó, que primero se transformó en una laguna y que poco a poco se ha ido rellenando con arena.
Está previsto que sean las propias dinámicas marinas las que redistribuyan el sedimento. De momento, la orilla se ha alargado y es necesario caminar varios metros para que el agua llegue por encima de las rodillas.
Con esta actuación no solo se frena la pérdida progresiva de arena que sufre el popular arenal alicantino, sino que también se ganan entre 205 y 240 metros de superficie estable. Además, la conocida zona del Cocó ha mejorado en seguridad para el baño, al tiempo que se resuelven otros problemas: se aísla la zona lúdica del desagüe de pluviales situado al final de la playa y se mejora la calidad del agua en ese sector.
Las obras concluyeron el pasado martes, dos meses antes de lo previsto. Sin embargo, esto no afectará al cambio de ubicación que el Ayuntamiento de Alicante ya tenía previsto para los castillos de fuegos artificiales de Hogueras. Este año, por primera vez, se dispararán desde el paseo volado del puerto.
El consistorio tuvo que buscar in extremis una nueva localización, ya que las obras afectaban al lugar tradicional de disparo, en la playa del Cocó. Ahora, a pesar del adelanto en la finalización de los trabajos, no es posible dar marcha atrás. «Si nos hubieran avisado, quizá habríamos redactado el contrato de otra forma», ha lamentado la portavoz del equipo de gobierno y concejala de Fiestas, Cristina Cutanda.
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