Alicante prevé que las tarjetas del contenedor marrón aumenten un 80% para pagar menos en el recibo de basuras

El Ayuntamiento de Alicante espera aumentar en un 80% las solicitudes de la ciudadanía para obtener las tarjetas del contenedor marrón. Por el momento, la ciudad ha emitido 11.000 llaves desde el pasado mes de noviembre y espera llegar hasta las 20.000 a final de año. El interés por este recurso viene dado por conseguir la reducción del recibo de la basura hasta en un 20 por ciento.

Dicha tasa se incrementará «de manera sensible» debido a la revisión fiscal que ha provocado la normativa europea, obligatoria para los municipios con el fin de equiparar el coste del servicio con lo que pagan los ciudadanos. Hasta ahora, el mínimo de una vivienda de 102 metros cuadrados era de 22,72 euros, que se podría multiplicar hasta por cuatro a partir del 1 de enero de 2025.

Desde el equipo de gobierno explicaron que quienes reciclen la basura orgánica -restos de alimentos, sobre todo- hasta cuatro veces al mes podrán reducirse hasta un 20% en la tasa de basuras, siguiendo la recomendación de la unión europea de compensar la colaboración en la selección de residuos en los domicilios.

Estas tarjetas, que funcionan como llave electrónica, registrarán la colaboración de los vecinos en la selección de residuos en el domicilio, además de comprobar el cumplimiento de los requisitos para optar a la reducción del recibo de basuras. El 20% de compensación se alcanzará en el mes décimo desde su primer uso con, al menos, cuatro deposiciones mensuales de forma continuada. Asimismo, los porcentajes bajan hasta el 5%, en función de los meses que la ciudadanía ha colaborado.

Asimismo, el Ayuntamiento ha habilitado la aplicación móvil 'Tú haces Alicante' -disponible en los próximos días- que permitirá, también, funcionar como tarjeta para acceder al contenedor marrón o solicitar la llave física. Además, ofrece información sobre el tipo de biorresiduos que se pueden depositar: pieles de frutas y verduras, huesos, restos de comida o posos de café, entre otros.

«Este es un paso más en el proceso que estamos desarrollando con la nueva contrata del despliegue del contenedor marrón digitalizado en toda la ciudad para que se pueda registrar la colaboración ciudadana en la recogida selectiva de residuos», ha resaltado el vicealcalde y concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar.

Asimismo, los equipos de educadores ambientales que recorres los barrios se ampliarán de uno a tres durante el mes de octubre con el fin de informar «sobre la forma de utilizar el contenedor marrón y cómo hacer la selección domiciliaria del biorresiduo, además de solicitar la tarjeta de 'Tú haces Alicante' para abrir la tapa del contenedor y registrar el depósito con el que acceder a las reducciones de la tasa». Las personas que acudan a estos puntos se llevarán a casa un cubo específico para la recogida del biorresiduo.

Asimismo, Villar ha apuntado al «despliegue» del contenedor marrón en toda la ciudad con más de 1.200 dispositivos implantados, «a falta de colocar los últimos en el centro, zona norte y partidas rurales hasta alcanzar cerca de los 1.500». Además, en el diseminado de Alicante se instalarán 12 composteras comunitarias para tratar el residuo orgánico y convertirlo en compost para jardines y cultivos, además de situar alrededor de otros 40 contenedores marrones.

El grupo municipal Socialista de Alicante ha registrado una batería de enmiendas a la ordenanza de recogida y eliminación de residuos con el objetivo de avanzar hacia «una fiscalidad más progresiva», es decir, que grave en menor medida a las clases medias y a los propietarios de viviendas con menor poder adquisitivo, que se beneficiarían de un ahorro de un 20%. La propuesta incluye una mayor redistribución del recibo que pagan los alicantinos y alicantinas por este servicio, aplicando como parámetros el tamaño y el valor catastral de los inmuebles.

En concreto, la propuesta socialista incluye una tarificación de vivienda residencial que se divide en cinco tramos, frente a los tres tramos que incluye la propuesta de el equipo de gobierno. De esta forma, se diferencia entre viviendas de hasta 60 metros cuadrados, 90, 120, 150 y más de 150 metros cuadrados de superficie construída. Así, la tasa, en su globalidad, se situaría en una horquilla de entre 68 euros y 159 euros.

El paquete de enmiendas a la ordenanza incluye, además, que los apartamentos turísticos paguen el doble de tasa que las viviendas residenciales; beneficiar al pequeño comercio; bonificar el uso de ecoparques y equiparar la tarifa de inmuebles con actividad religiosa a la de museos y equipamientos culturales.

Otro de los puntos en los que se incide en la propuesta de ordenanza es que la utilización de ecoparques y ecopuntos está cuantificada por el servicio y su uso debe ser también objeto de bonificación, tanto como la utilización del contenedor de la fracción orgánica. También hay razones de peso para considerar el compostaje comunitario como otro elemento a bonificar pero «lamentablemente no existen herramientas previstas para cuantificarlo de forma objetiva».

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