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La tragedia tiñó de negro el ocio alicantino el pasado mes de octubre. Una riña entre dos jóvenes que comenzó en el interior de la discoteca Copity, en la playa de San Juan, acabó de la peor manera: con un fallecido en el suelo del ... complejo de ocio La Seda Gastro Village. El joven de 26 años murió tras recibir un brutal y alevoso puñetazo, tal y como consta en los vídeos que se hicieron virales por todo el territorio nacional.
La agresión provocó la pérdida de conciencia de la víctima, que se desplomó y se golpeó la cabeza contra el pavimento. El impacto craneal desencadenó una hemorragia encefálica que destruyó el sistema nervioso del agredido, según se desprende en la autopsia.
Los servicios sanitarios no pudieron salvarle la vida tras 40 minutos de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), certificando el fallecimiento en el lugar de los hechos. Su verdugo huyó del lugar con total tranquilidad y sin ser detenido por la seguridad del recinto que presenció los hechos, según recogen las cámaras. La Policía Nacional lo apresó horas después cerca de La Alcoraya, donde tiene fijada su residencia.
Dos vídeos, grabados por los porteros de la discoteca, se hicieron virales y corrieron como la pólvora a través de las redes sociales y el whatsapp. En las imágenes se aprecia una trifulca previa fuera del local y el momento de la agresión que acabó con la vida del joven de 26 años.
Pero, ¿qué pasó la noche de los hechos?, ¿cuál fue el origen de la agresión mortal?, ¿qué sucedió en los 15 minutos que transcurrieron desde que se inició el primer encontronazo dentro del local hasta que tuvo lugar la mortal agresión? TodoAlicante ha tenido acceso al registro de las cámaras de seguridad y a parte del sumario, de donde se desprende que la versión aportada por el agresor y algunos testigos no se sostiene ni corresponde con la realidad acontecida.
Según recogen las cámaras, el presunto autor de la muerte violenta, Pedro R.M., había tenido una disputa con la víctima en la discoteca. En su comparencia judicial declaró que el origen del conflicto fue que el fallecido le «manoseó las tetas» a la chica que le acompañaba, Alina C.B. , algo que no queda corroborado con el visionado de las cámaras del interior del local.
Según las imágenes grabadas, el motivo de la discusión fue lo mas baladí y común de una noche de ocio nocturno, como es el derramamiento de una copa, botellín o similar de la víctima, lo que al parecer salpicó y/o molestó al agresor. Esa fue la espoleta del letal suceso.
Las imágenes muestran cómo a las 5.48 horas, en la zona de baile de la discoteca Copity, el acusado y la víctima tienen el primer encontronazo verbal. El que sería su verdugo minutos después le recrimina el hecho y le empuja de manera violenta con la intención de quitárselo de encima. Tras el envite, se observa como Alina se interpone entre los dos y, seguidamente, lejos de apaciguar el conflicto, lanza una patada con su pierna izquierda a la altura del muslo de Rubén.
Del contenido de las imágenes aportadas del interior de la discoteca no se observa que el fallecido incurriese en ningún comportamiento violento ni reprochable como parecían transmitir las imágenes que se tornaron virales. Mucho menos existe el presunto tocamiento de senos a la mujer que acompañaba al investigado.
Justo después, al lugar acuden empleados de seguridad del establecimiento que desalojan a los dos implicados por la misma puerta, uno detrás de otro, con espacio de unos escasos minutos. Uno de los vigilantes del interior del local -que visionó todo lo sucedido- manifiesta en su declaración como testigo que Pedro le dijo insistentemente que la víctima le había «tocado los pechos» a su acompañante, a quien identificaba como su novia.
Estos hechos de naturaleza sexual y delictiva han sido desmontados por el visionado de las cámaras de seguridad, como también el hecho mismo acreditado por el investigado de no ser su novia la mujer que le acompañaba, porque su mujer se encontraba en casa.
Otra de las grabaciones recoge cómo a las 5.51 horas los porteros acompañan hasta el exterior al agresor y a su amiga pese a las constantes e insistentes protestas de este. Minutos más tarde, otros empleados de seguridad sacan a Rubén por la misma puerta de malas maneras y a la fuerza, cuando las imágenes reflejan que se encontraba calmado, con buenas formas y dialogante con los porteros. De acuerdo con las grabaciones, hasta ese momento no se aprecia ninguna agresión ni altercado por su parte.
Pedro permaneció concretamente seis minutos junto a su compañera en actitud cariñosa y amorosa. Después deciden regresar a la terraza de la discoteca, donde se reencuentran con Rubén y, lejos de alejarse y dar por cerrado el conflicto, Pedro parece pretender continuar con la trifulca. En ese momento comienza el primero de los vídeos que se viralizaron por redes sociales y grupos de Whatsapp, en los que se aprecia una discusión entre los dos protagonistas y la posterior agresión mortal.
El brutal puñetazo se produjo de manera sopresiva y sin que Rubén pudiese defenderse. Pedro apareció de la nada y le golpeó -no se recoge en la imagen al interponerse Alina entre el ahora fallecido y la cámara- en el lado derecho de la cara. Después de la agresión, Rubén se desploma en el acto. Son las 6.03 horas.
Tras el golpe, Pedro alardea de su agresión: «Me has 'pegao', venga al suelo, 'tumbao', 'dormío'». Seguidamente, se aleja del lugar mientras grita en varias ocasiones «vámonos, a casa». Instantes después, Rubén es atendido por varias personas que se encuentran en el lugar. Según se desprende de las diligencias previas, la víctima presenta un gran bulto en la parte trasera izquierda de la cabeza como consecuencia del tremendo impacto directo contra el suelo tras perder el conocimiento.
Las imágenes recogidas por las cámaras, a las que ha tenido acceso TodoAlicante, muestran cómo Pedro se prepara en posición de ataque -incluso se coloca en la mejor posición de piernas para arremeter el golpe- con su mano y brazo derecho para propinar el puñetazo que resultó mortal. Dos minutos después, a las 6.05 horas, el agresor accede al parking en compañía de Alina, su amiga, y Carlos R.A., su primo. A las 6.08 horas el acusado abandona el parking subterráneo en su vehículo -un BMW- junto a su amiga. Su primo vuelve al lugar de los hechos.
Dos llamadas hizo el responsable de seguridad a los servicios de emergencia. La primera a las 6.05 horas. Tras ella, colocan a Rubén en posición lateral de seguridad. Diez minutos después, realizó la segunda. El personal sanitario llegó a las 6.17 horas, 12 minutos después desde la primera llamada. Pasados tres minutos aparece un indicativo de la Policía Local. Los vigilantes de seguridad habilitan un perímetro para que los sanitarios pueden realizar su trabajo.
Según el relato de la Policía Local, Rubén entró en parada cardiorrespiratoria mientras le atendía el SAMU en el lugar de los hechos. A las 6.25 el personal sanitario lo traslada a la ambulancia, donde permanecen «40 minutos» realizando la RCP. Rubén sigue sin reaccionar. Se certifica su fallecimiento en el lugar.
Tras la defunción, acuden a este punto la Policía Nacional para las primeras pesquisas recabando todos los datos posibles sobre el agresor, si bien -según se desprende en las diligencias previas- no solicitaron en ese instante los registros de todas las cámaras disponibles en el lugar de los hechos. Es el personal de seguridad quien les facilita en ese mismo momento los vídeos, en los que se aprecia la pelea previa y la última imagen con vida de Rubén. Minutos después se filtran y se viralizan.
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