Hasta el último grano de plástico
El proyecto de reciclaje de la UA permitirá obtener materiales de alta calidad para aplicaciones como el envasado de alimentos, juguetes, productos del hogar y farmacéuticas
Uno de los retos de la industria del reciclaje es generar nuevas tecnologías capaces de eliminar todo tipo de contaminantes y poder generar un plástico con las características similares a las de los nuevos. Detrás de esa carrera de economía circular, está uno de los equipos de investigación de la Universidad de Alicante y es que aprovechar hasta el último gramo de plástico es una máxima que explora ahora el equipo de Ingeniería para la Economía Circular (I4EC) a través de un proyecto que tiene como base la planta piloto para la descontaminación de plástico reciclado.
«Las empresas necesitan plástico reciclado de calidad similar al plástico virgen para implementarlo en sus procesos y, gracias a esta planta piloto, podremos contribuir a obtener plástico de alta calidad para aplicaciones tan importantes como el envasado de alimentos, los juguetes, productos del hogar y farmacéuticas», explica el catedrático en Ingeniería Química de la UA y responsable del proyecto, Andrés Fullana.
El problema, indica Andrés Fullana, «es que en la actualidad no hay en el mercado suficiente plástico reciclado con la calidad necesaria para cubrir esta demanda y, por tanto, «es necesario desarrollar una tecnología que permita a este material reciclado alcanzar la calidad 'food contact grade' apta para estar en contacto con alimentos».
Así ya nos hemos acostumbrados a ver bolsas recicladas y otros elementos que se utilizan en el modelaje como tuberías; pero el hándicap, es aumentar esa calidad y elevar ese 20-25 % del mercado de productos plásticos reutilizados.
«El proceso desarrollado por la Universidad de Alicante se basa en un tipo especial de disolventes con un alto peso atómico y solubles en agua y en un proceso específico ya patentado que resuelve el problema» de la reutilización, añade el investigador de la UA.
Primeros resultados
El proyecto de la universidad alicantina implica un avance en el proceso, pues apenas se genera un pequeño residuo sólido del tratamiento de aguas, pero no se vierte nada al aire. Además, permite trabajar a presión atmosférica, aspecto que aumenta la seguridad del proceso y reduce costes de inversión y operación.
La iniciativa tiene un desarrollo de tres años y contará con una financiación de más de 410.000 euros vía Agencia Valenciana de la Innovación (AVI). Colaboran el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (Aiju) y el Instituto de Tecnología del Embalaje Transporte y Logística (Itene) que llevarán a cabo la validación del plástico descontaminado en productos del sector juguetero y de envasado.
Cada año se producen en Europa más de 27 millones de toneladas de residuos plásticos de los cuales solo un 31 % son reciclados, un 42 % son incinerados por su baja calidad y el resto son enviados a vertederos. «Si consideramos que podemos incrementar la recuperación para reciclado en un 10 % del plástico que en la actualidad se destina a incineración, el volumen de mercado solamente en Europa sería de unos 500 millones de euros anuales», apunta Fullana.
