La polémica sobre el control de los jabalíes en la provincia de Alicante: de la caza al recuento, los vallados y la castración

Durante el último siglo, las ciudades han experimentado muchos avances y cambios. Esta necesidad de evolucionar, adaptarse y mutar ha provocado que cada vez más terrenos se recalifiquen y dejen de ser espacios naturales para convertirse en zonas de ciudad o habitadas.

Toda esta situación afecta mayoritariamente al sector primario por dos razones. La primera y más evidente es que cada vez hay menos cultivos por la falta de terrenos donde plantar, entre otras cosas. La segunda consecuencia de esta expansión son los efectos que esto tiene sobre el medio ambiente y animal.

Si las ciudades se mueven hacia el hábitat animal, acaban desplazando a los seres vivos que allí habitan, pero llega un momento que estos no tienen donde refugiarse y acaban volviendo al sitio del que los echaron. Esta es una de las razones por las que cada vez hay más avistamientos de animales salvajes en zonas urbanas.

La bióloga de la Plataforma Defensa Animal, Rosa Mas, explica que muchas veces es la falta de comida y, sobre todo, la de agua la que hace que especies como los jabalíes empiecen a hacer su vida en las urbes.

De hecho, han sido los jabalíes los que han vuelto a encender el debate. Hace unas semanas, el Ayuntamiento de Orihuela decretó que a partir de ahora los agricultores estaban autorizados a cazar a estos animales para evitar que destrozasen sus cultivos. Pero ¿es una medida eficaz? Antes de analizarlo, hace falta entender las razones que llevan a que esta misma normativa que se aprobó en el municipio alicantino, avalada por la Generalitat para todo el ámbito autonómico, se replica en otras muchas comarcas de España.

Las instituciones suelen justificar la medida aduciendo superpoblación. Informes y datos de fuentes como el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos estiman que actualmente, en España, hay más de un millón de ejemplares de jabalíes, una cifra que se podría duplicar durante este año 2025.

Pero la realidad es que los datos son solo eso, estimaciones. En ninguna comunidad o provincia del territorio español existe un censo de jabalíes. Rosa Mas replica: «No sabemos exactamente si estamos hablando de superpoblaciones porque no tenemos datos reales de cuántos ejemplares viven en la península».

Según la bióloga, la primera medida efectiva para que la convivencia entre jabalíes y agricultores o vecinos sea sana es que las autoridades creen un censo en el que se registre el número exacto de animales y de los daños que estos provocan en las ciudades. Porque se habla de una gran cantidad de ataques en poblaciones, pero no se puede saber a ciencia cierta si es un problema real o son casos aislados en zonas concretas, según razona esta especialista.

Dicho esto, la medida de la caza sigue siendo la más elegida para acabar con 'el problema'. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), en España, desde 2003, ha crecido en un 200% el número de jabalíes capturados. Cada año que pasa se cazan de media 16.000 ejemplares más que el año anterior, lo que significa, que la caza crece un 7% cada temporada, reflejan los datos oficiales.

En cuanto a la Comunidad Valenciana, la tendencia es similar. Los datos de Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio de la Generalitat denotan que desde la temporada de 2003/2004 hasta la temporada de 2023/2024, el número de jabalíes cazados ha aumentado en más de un 450%, de 9.607 ejemplares en el primer año hasta los 54.548 en el último.

En Alicante el aumento porcentual es incluso más impactante. En el mismo periodo de tiempo la cifra ha crecido en más de un 700%. Hace 22 años, sólo se cazaban 1.443 jabalíes al año, mientras que durante la última temporada se llegaron a abatir 11.998, más de 10.500 animales de diferencia.

Dos de las cuatro comarcas de la Comunitat en las que más jabalíes se cazan por cada 100 hectáreas están en Alicante. La Marina Alta, situada en segundo lugar, arroja una media de 6,11 animales. Esto quiere decir que si la comarca cubre 74.422 hectáreas, cada temporada se cazan, de media, solo en esta zona más de 4.500 ejemplares.

La segunda comarca en la provincia y cuarta de la Comunitat baja la media hasta los 4,02 ejemplares por cada 100 hectáreas. Se trata del Comtat, que con 37.683 hectáreas totales, ha cazado de media en las últimas cinco temporadas 1.507 animales.

De toda la Comunitat, donde más se caza es en la comarca de la Safor, cuya media se sitúa en 11,6 ejemplares por cada 100 hectáreas. En el tercer puesto también está una comarca valenciana: Costera, con una media de 4,88. Destaca la situación de estas cuatro primeras, puesto que todas se encuentran colindantes las unas a las otras.

Rosa Mas, en nombre de la Plataforma de Defensa Animal, advierte que la caza puede llegar a descontrolar la situación. «Cuando matas a una parte de la manada, ellos se reproducen más rápido por la necesidad de paliar esa perdida». Además de que los cazadores pueden acabar con la matriarca de la manada y si esto sucede el resto de hembras se trastoca y se reproducen sin control, expone.

La bióloga propone alternativas a esta actividad. Una de las soluciones es la creación y plantación de cultivos diana. Esto es que o las autoridades o los campesinos cultiven alimentos que agraden a los jabalíes y los alejen de sus propias tierras para, de esta forma, proteger las plantas que les interesan y dan sustento económico.

Por otro lado, también se puede hacer uso de pesticidas en los alrededores de los terrenos. Existen líquidos que cuando se rocían sobre la tierra generan un hedor desagradable para los animales y evitan que estos paseen o se acerquen a los cultivos.

Otra alternativa que ya se ha puesto en marcha en algunas zonas de Cataluña es la esterilización de los jabalíes. A lo largo del año pasado y de este, investigadores han introducido una vacuna que ha conseguido que el animal deje de reproducirse. Gracias a este método, además, se controla la población.

Insiste Mas en que «es fundamental que las administraciones hagan un recuento». Además de declarar que cree que «lo primero es que los ayuntamientos indemnicen a los afectados, porque en parte es responsabilidad de las instituciones, que no han controlado este tipo de situaciones».

• Temas
• Medio Ambiente
• Jabalíes