Repuntan los casos de tos ferina en Alicante: ¿cabe preocuparse?
Esta contagiosa enfermedad bacteriana puede ser especialmente grave para los recién nacidos | Los pediatras piden un refuerzo de la vacuna a partir de los 12 años
La tos ferina vuelve a estar de actualidad. Esta enfermedad respiratoria de origen bacteriano tiene un alto índice de contagio, por lo que es habitual que sus casos proliferen en forma de brote, tal y como está ocurriendo en algunas comunidades autónomas durante las últimas semanas.
Los profesionales en pediatría estiman que cada año se registran en España una media de 4.000 casos, con especial atención en la población de menor edad, en la que los síntomas revisten mayor gravedad. Esa media no impide que los brotes tengan mayor protagonismo en ciclos de tres o cuatro años, y a tenor de las cifras de este 2024, nos encontramos en un momento de auge.
Según los datos del último informe de vigilancia de enfermedades transmisibles de declaración obligatoria del Instituto de Salud Carlos III, durante la segunda semana de febrero se detectaron en todo el país 642 casos, mientras que en el mismo periodo del año anterior solamente nueve. En toda la Comunitat Valenciana fueron cerca de 80 los casos registrados durante aquella semana, nueve veces más que un mes antes.
En toda la Comunitat se han multiplicado por nueve los casos de tos ferina entre enero y febrero
Los más pequeños, especialmente los menores de tres meses, son muy vulnerables a la tos ferina, hasta el punto de que para ellos puede resultar letal, por lo que los pediatras reclaman que se intensifique el refuerzo de su vacuna. Así lo evidencia la presidenta de la Asociación de Pediatría Hospitalaria de la provincia de Alicante (APEPA), la doctora Carolina Torres, que recomienda la administración de una dosis de recuerdo entre los 12 y los 18 años.
Actualmente, el calendario vacunal en la Comunitat incluye dosis contra la tos ferina a los dos, cuatro, once meses y seis años. Desde hace unos años, también se ha incluido la vacunación a mujeres embarazadas, entre las 27 y 36 semanas de gestación, con tal de proteger al bebé. Sin embargo, eso parece no ser suficiente para proteger enteramente a la población, y es que ningún grupo de edad se libra de contraer la enfermedad.
La doctora Torres explica que durante las dos primeras semanas los síntomas son similares a un catarro. A partir de ese momento se da inicio a la fase paroxística, con duración aproximada de un mes, y caracterizada por accesos de tos rápidos, violentos e incontrolables. «En los recién nacidos puede tener síntomas más graves, como apneas, que se manifiestan en el cambio de coloración de la piel y grandes dificultades para respirar».
Una epidemia sostenida
La presidenta de APEPA hace un llamado a la calma respecto a la incidencia de casos, ya que los últimos brotes responden al carácter estacional de la enfermedad, y presentan datos similares a otros años. Sin embargo, la pediatra reconoce que en las últimas dos décadas ha habido un incremento progresivo de los casos, tildando así a la tos ferina como una «epidemia sostenida».
Diferentes factores explican esta tendencia alcista, entre los que destaca la diversidad de linajes (variantes) de la enfermedad, algunos de ellos capaces de eludir los efectos del tratamiento. Por otra parte, Torres reconoce que la vacuna vía inyección que se administra actualmente no previene el contagio, solo el hecho de contraer síntomas graves, por lo que alude a la idoneidad de implementar la de carácter nasal, que evita más eficazmente la colonización bacteriana.
Otro factor que explica la tendencia alcista de la tos ferina responde al mayor número de pruebas diagnósticas que se realiza actualmente, y es que basta una PCR para detectar la enfermedad.