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Europa Press
Martes, 7 de noviembre 2023, 14:03
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El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha descartado aplicar el acuerdo de 35 horas semanales alcanzado por el anterior Consell con los sindicatos, alegando que no hay personal para cubrir la reducción de jornada paulatina pactada hasta 2025. «Yo meto en mis presupuestos lo que yo pacto, no lo que ha pactado otro. Yo quiero pactar mis 35 horas, no las de otros», ha recalcado, aunque se ha mostrado dispuesto a llegar a un acuerdo sobre la jornada a lo largo de la legislatura.
«Ofrezco un acuerdo de 35 horas de verdad: empezar los lunes en horario diurno y fijo a las ocho de la mañana y acabar los viernes a las tres de la tarde, porque eso me va a permitir descansar 48 horas a la semana y tener conciliación familiar. Ofrezco esto esta legislatura», ha expuesto en la presentación del presupuesto de su departamento para 2024 en Les Corts.
Así se ha posicionado Gómez, que forma cuota del PP en el Consell, sobre el acuerdo alcanzado por el anterior gobierno del Botànic el pasado marzo para reducir las 37,4 horas de jornada ordinaria de los sanitarios a 35 de forma progresiva entre 2023 y 2025.
Sin embargo, según él, este acuerdo se firmó sin consignación presupuestaria y «no es válido según la Ley de Hacienda Pública», si bien ha remarcado que no está en contra de la reducción de jornada. «Lo que he dicho y mantengo es que la consecuencia (del acuerdo) es una reducción paulatina de jornada de 11 días hasta 2025», ha argumentado. «Para eso tendríamos que utilizar entre 1.600 y 2.000 trabajadores cuando hace mes y medio teníamos 750 plazas sin cubrir y no por qué no estuvieran presupuestadas».
Gómez ha hecho hincapié en que «lo más importante es el derecho fundamental a la salud de los valencianos y después equilibrar los derechos y deberes de los trabajadores». «Pero primero los valencianos», ha recalcado, y ha advertido a los grupos de la oposición que si estuvieran en los hospitales sabrían las consecuencias que tendría la aplicación de este acuerdo.
Durante su primera intervención, ha insistido en que el objetivo de la Conselleria es «ejecutar cada euro asignado» y que su actividad se base «en hechos y no en retórica». Además, ha defendido que la Generalitat es de los gobiernos autonómicos que «más importancias otorgan a la política sanitaria respecto a otras parcelas de la gestión pública».
El presupuesto de Sanidad asciende a 8.504 millones de euros, lo que supone un aumento anual del 2,9%. Casi la mitad irá para personal, con una subida del 10,4% respecto a 2023, dentro de una «política ambiciosa» con medidas para promover la estabilidad, el desarrollo profesional o la conciliación.
Hasta 27,6 millones van para la dotación de personal en nuevos centros, mientras 236 millones se destinan a integrar los trabajadores de los departamentos de Dénia y Manises una vez se reviertan a gestión pública en 2024.
Entre las partidas, Gómez ha destacado que se destinan 204,8 millones para mejorar las condiciones laborales del personal en formación del personal en régimen de residencia, dentro de un nuevo plan de fidelización e incentivos para que «los residentes permanezcan en nuestro sistema sanitario».
También se ha comprometido a homogeneizar todos los regímenes jurídicos de personal, porque «aquí hay un montón de lío» entre funcionarios y otras categorías, y ha resaltado la reorganización de la estructura de la Conselleria al considerar que había departamentos duplicados.
En general, según ha apuntado, sus tres objetivos principales con estos presupuestos son organizar orgánica y funcionalmente la atención primaria -con más de 700 millones sumados a mil millones para personal-, mejorar la salud mental -contará con 20 millones más (+17%)- y la atención a pacientes y familiares y crear una oficina autonómica de salud mental y adicciones que coordine de forma transversal la estrategia valenciana ante este tipo de situaciones.
En materia de atención, Gómez ha apostado por agilizar el acceso a pruebas diagnósticas, reducir la burocracia y aumentar el equipamientos para reducir las derivaciones a centros especializados. Para salud mental y asistencia sociosanitaria se presupuestan 143 millones, con la intención de aumentar las camas para crónicos o implantar políticas preventivas del suicidio.
Sobre las inversiones en infraestructuras, con 147,7 millones para ampliaciones y reformas y 73,9 millones para construcción de centros, ha destacado varias de las obras que llevarán adelante en 2024, en las que «buscan tener un alto grado de ejecución, no como los últimos años». Entre ellas, los primeros trámites del nuevo Arnau de Vilanova, el edificio de Protonterapia de La Fe o el centro PAU II de Alicante.
En cuanto a las inversiones en innovación y tecnología, con 82 millones (+8,4%), buscan «introducir de forma equitativa y ética en la Inteligencia Artificial» y «reforzar la ciberseguridad». Se prevé avanzar hacia la historia clínica electrónica única y la construcción del nuevo edificio del Isabial en Alicante con cuatro millones presupuestados.
Respecto a los ingresos, el conseller ha instado al Gobierno a ingresar a la Generalitat la cantidad que adeuda por el Fondo de Garantía Asistencial (FOGA), que el Consell cifra en 926 millones y que las cuentas incluyen de forma «reivindicativa».
Desde la oposición, tanto el PSPV como Compromís han agradecido el tono del conseller, pero han lamentado que descarte la aplicación del acuerdo de 35 horas alcanzado en la Mesa Sectorial de Sanidad.
Para el socialista Rafa Simó, su presupuesto es «poco ambicioso e incongruente con las proclamas del PP en la oposición» e incluye «partidas opacas» en gastos diversos, si bien ha valorado positivamente que Gómez reconozca que la partida del FOGA es reivindicativa.
«¿Tan mal lo hacíamos?», ha cuestionado sobre la decisión de la Conselleria de mantener la hoja de ruta de las reversiones a gestión pública de los departamentos de Dénia y Manises cuando finalicen las concesiones en 2024.
Por parte de Compromís, Carles Esteve se ha preguntado «dónde está el cambio» porque «en un 90% repite» las cuentas que aprobó el Botànic para 2023. Igualmente, ha señalado a Gómez que «desdoblar la atención primaria y hospitalaria no hace que suba la primaria».
También le ha reprochado que «reclame la confianza de los profesionales»: «No es buena idea para restablecer la confianza, que creo que no está rota, hacer caer los acuerdos que tenía la Mesa Sectorial», en referencia a la negociación de los 35 horas.
En su réplica, el conseller ha asegurado que han «diagnosticado los males de la sanidad valenciana» e intentarán resolverlos. «Ojalá pudiéramos hacerlo en un día con corticoides», ha ilustrado, y ha vuelto a agradecer la elección de su predecesor, Miguel Mínguez, al ser médico.
Sobre las reversiones, ha reiterado que «todas las cartas estaban encima de la mesa» y que siempre priorizará la eficacia. Además, ha afirmado que «los valencianos no van a perder ni un céntimo de euro por las liquidaciones» de las concesiones, de las que ha indicado que quedan por cobrar 356 millones de las cinco concesiones.
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