Estrés, ansiedad y rabia, las consecuencias de la ola de calor

Esta hormona, encargada de responder al estrés, tiene efecto en todos los órganos y tejidos del cuerpos. Por ello, un incremento de la misma produce un estado anímico protagonizado por síntomas como ansiedad y estrés, el cual «puede afectarnos a la hora de gestionar ciertas situaciones».

A ello se suman otras «dificultades» producidas por la ola de calor, como viene a ser la conciliación del sueño. «Si no descansamos bien, esto afecta al rendimiento, a esa concentración o dificultad de poder elaborar tareas que requieran más atención o memoria», explica Gómez Tresáncoras.

De este modo, acciones y situaciones rutinarias del día a día pueden acabar impregnadas durante el verano de episodios de «rabia, frustración, irritabilidad o estados de tristeza». A la hora de paliarlos, la psicóloga incide en que «no podemos cambiar las condiciones climáticas», pero sí existen medidas y consejos para aliviar el malestar psicológico y físico de las personas durante una ola de calor como la que se vive estos días en Alicante.

A la hora de gestionar situaciones de estrés, ansiedad y malestar mental, la psicóloga alicantina recomienda practicar ejercicios de relajación y respiración, ya que «estos síntomas afectan a ese estado anímico». Muchos de ellos, también causados por el calor, pueden desembocar en «estados de desmotivación».

La experta apunta a la necesidad de refrescar e hidratar el organismo para combatir el calor del entorno. Para ello, es imprescindible «ir con una botella de agua» en todo momento, así como tomar baños de agua fría, ya sea en la playa, en la piscina o en la ducha.

Todo ello debe ir acompañado de una «alimentación adecuada» con alimentos frescos como frutas, entre las que destaca sandía o melón, así como bebidas frías «y evitar cafés y otras calientes». Asimismo, Gómez Tresáncoras insiste en tomar «periodos de descanso» en lugares frescos o en los que «intentar contar con un ventilador».

Estos momentos de desconexión pueden ir acompañados de un «paseo liviano» durante los periodos en los que el calor «no sea incipiente» y evitar, además, el un «desgaste constante de ejercicio», sobre todo en momentos del día donde las temperaturas sean elevadas.