Los cardiólogos piden desfibriladores en todas las playas de Alicante para reducir las muertes por infarto
Los especialistas aseguran que una rápida respuesta incrementa la probabilidad de supervivencia ante un incidente cardiovascular
Las playas son sinónimo de vacaciones, desconexión y relax, pero también albergan riesgos para la integridad física. Los ahogos se cuentan como una de las principales causas de muerte en la costa, aunque las producidas por infartos no se quedan a la zaga. Esta misma semana se ha producido tres muertes por esta causa en la provincia; por una parte un hombre en la playa de Levante de Benidorm; y una pareja en Guardamar del Segura, él tras sufrir un infarto dentro del agua, y ella después de entrar en shock por parada cardiorrespiratoria cuando fue a socorrerlo. En los tres casos se trataba de octogenarios.
Expertos en cardiología enumeran diferentes factores y causas de riesgo que ayudan a entender esta realidad; entre las que se encuentran las elevadas temperaturas, la falta de hidratación, y el estrés. El doctor Vicente Arrarte, presidente de la Sociedad Valenciana de Cardiología y médico en el Hospital General de Alicante, reconoce que estos factores son «desencadenantes» que aumentan el riesgo de sufrir uno de estos episodios cardiovasculares.
Según el doctor Arrarte, «la respuesta temprana» es esencial para evitar que estos episodios cardiovasculares acaben en muerte. En muchos casos, son las arritmias –trastornos de la frecuencia cardíaca– los desencadenantes de los infartos, que representan un estadio inicial del accidente y en el que la posibilidad de superviencia en caso de atención es mayor.
En ese sentido, el cardiólogo habla de la idoneidad de convertir todas las playas de Alicante en espacios cardioprotegidos, algo que se conseguiría con la dotación de más desfibriladores. Esta dotación, según el cardiólogo, debería ir acompañada de una formación generalizada entre la población para que sepan cómo utilizar este equipamiento, y es que «cualquier persona puede hacer uso de él con la adecuada instrucción».
A este respecto, fuentes municipales consultadas aseguran que en todas las playas de la ciudad de Alicante los botiquines cuentan con desfibrilador externo semiautomático, así como toma de constantes y dispositivos de oxigenoterapia. También se cuenta con manuales y fichas técnicas accesibles para todo el personal, con las que puedan aprender a detectar accidentes cerebrovasculares y paros cardiorrespiratorios.
Los riesgos del choque térmico
«La población más sensible es la de avanzada edad, que ante una prolongada exposición al sol y a las altas temperaturas tienen sufren más riesgo puesto que aumenta su deshidratación». Esa deshidratación y mayor temperatura corporal ante la exposición solar da pie a otro de los principales riesgos como es el choque térmico. Es decir, la diferencia de grados entre la temperatura ambiental y la del agua del mar, que en caso de ser muy acusada puede tener carácter letal.
Ante la llegada del verano, el organismo pierde más líquido, por lo que es «más probable que ocurran episodios de deshidratación» que provoquen una vasodilatación arterial, aseguran los expertos, y recuerdan también que «un mal seguimiento del tratamiento médico aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como infarto de miocardio, ictus e insuficiencia cardíaca», entre otras.
Los especialistas recomiendan «evitar la exposición solar en las horas centrales del día», ya que en los días de calor extremo aumenta un 7% la posibilidad de sufrir infarto de miocardio
De esta forma, el especialista ha subrayado que se debe «evitar la exposición solar en las horas centrales del día», ya que en los días de calor extremo aumenta un 7% la posibilidad de sufrir infarto de miocardio. Ha añadido que la alta temperatura crea «un estrés orgánico, que provoca taquicardia, disfunción endotelial y aumento de la formación de trombos».
Para unas vacaciones cardiosaludables, los expertos recomiendan que se debe beber «al menos dos litros diarios de agua, evitar el consumo de alcohol y tabaco», así como «mantener una dieta saludable, cuidar el descanso y limitar la exposición solar». El estrés también es un factor de riesgo a considerar, derivado de la elevada aglomeración que presentan algunos arenales, o por el simple hecho de cargar numeroso enseres para pasar el día en la playa.
