Afectados por el Daño Cerebral Adquirido exigen en Alicante más visibilidad y mejores diagnósticos

La Corporación Municipal de Alicante ha participado este jueves en parte de los actos conmemorativos de esta jornada, que han tenido lugar en la Plaza del Ayuntamiento con la instalación de mesas informativas y la lectura del Manifiesto Nacional del DCA.

El alcalde Luis Barcala y representantes de todos los grupos municipales han asistido a la lectura del manifiesto nacional y se han interesado por las actividades de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido (Adacea) de Alicante. «Es necesario dar visibilidad a las secuelas que tienen las personas con daño cerebral y concienciar a la sociedad sobre las barreras que se encuentran en su día para ayudarles a superarlas y avanzar en la mejora de sus condiciones de vida», ha destacado el primer edil.

El Ayuntamiento de Alicante también ha expresado su apoyo al calendario solidario para 2024 presentado esta semana por Adacea para difundir el trabajo de la asociación y su contacto diario con familiares, amistades y personas afectadas por el daño cerebral adquirido.

Por su parte, el Ayuntamiento de Elche también ha acogido esta mañana en el salón de plenos la lectura de su manifiesto con el lema «Una vida salvada merece ser vivida con dignidad», con la participación de la Asociación Daño Cerebral Adquirido DACERELX.

En el manifiesto se ha reclamado que se impulse una Estrategia Nacional de Atención al Daño Cerebral Adquirido para poder garantizar una atención coordinada, integral y multidisciplinar. Por otro lado, la elaboración un censo de personas con este tipo de patología a nivel nacional y la creación de la categoría diagnóstica «Daño Cerebral Adquirido».

Por último, que en los planes de atención socio sanitaria se tengan en cuenta las necesidades específicas de cada paciente debido a su mayor vulnerabilidad.

El alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha destacado la importancia de visibilizar «no solo lo que implica esta patología, sino lo que significa también vivir una vida normal en un mundo con tantas trabas».

«Los que estamos en política tenemos el deber moral de poner los resortes para que desde la administración se vayan solventando esas trabas, porque cualquiera de nosotros se puede ver afectado por esta enfermedad en algún momento de nuestras vidas», ha añadido Ruz.