Más de 1.300 médicos en Alicante compatibilizan la función pública con la privada
El nuevo Estatuto Marco de Sanidad plantea acabar con esa posibilidad para jefes de servicio y para los cinco años posteriores al MIR
Uno de cada cinco médicos que en Alicante trabajan en el sistema público de salud también lo hacen en el sector privado. Hablamos concretamente de 1.372 médicos colegiados en la provincia de Alicante que compatibilizan sus funciones en los dos sectores. Esto supone el 21,8% de los más de 6.200 que ejercen en la red pública de la provincia.
Dentro de esos más de 1.300 se encuentran jefes de servicio y sección, así como facultativos con menos de cinco años de experiencia tras acabar su residencia; es decir, los perfiles para los que el Anteproyecto de Estatuto Marco en que trabaja el Ministerio de Sanidad plantea exigir una exclusividad en el sistema público.
Esta medida ha levantado asperezas entre algunos sectores del colectivo médico, especialmente para el Consejo de Colegios Médicos de la Comunitat (la unión de los tres provinciales) que considera esa exclusividad una «limitación a la libertad individual a un colectivo ya castigado en sus condiciones de trabajo».
Para el caso de los MIR, la entidad colegial propone que su exclusividad en la sanidad pública se consiga «fidelizándolos con condiciones dignas de trabajo». Respecto a los cargos intermedios, consideran que la medida «llevará a dimisiones y pérdida de liderazgo de calidad en el sector público».
La opinión no es compartida por todos los profesionales médicos. La presidenta del sindicato SIMAP, Concha Ferrer, considera que «es de cajón» que se exija la exclusividad en la pública para jefes de servicio y de sección: «En cualquier otro ámbito, esto supondría una competencia desleal. Estos profesionales tienen mucha carga de gestión, así que es lógico que se les exija una exclusividad en la función pública. Otra cosa es que esa exclusividad se tenga que retribuir lo suficiente, lo cual es evidente».
Exclusividad para un desempeño ético
Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad justifican la medida aludiendo a un «desempeño ético» de las funciones directivas y de gestión, considerando que el profesional que las realice debe hacerlo con dedicación exclusiva. Añaden además que para compensar esta dedicación plena, se ha creado el complemento de dedicación exclusiva, y que la incompatibilidad no afectaría a tareas de formación e investigación.
Respecto a la incompatibilidad para los cinco años posteriores a finalizar la residencia, el Ministerio asegura que el borrador del Estatuto Marco no fija esto como una obligación, sino que se ha incluido como una opción para que sean las Comunidades Autónomas las que decidan aplicarla o no.
En ese caso, si el profesional decide trabajar en la pública y tiene un contrato estable a tiempo completo, tendrá dedicación exclusiva y no podrá trabajar a la vez en la privada durante el tiempo determinado en la norma. «No olvidemos que los presupuestos públicos sufragan el periodo de formación sanitaria especializada», explican desde el órgano dirigido por la ministra Mónica García.