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El portavoz de Compromís, Rafa Mas, con los funcionarios municipales que protestan por la carrera profesional. Shootori
Compromís, ese aliado inesperado
Opinión

Compromís, ese aliado inesperado

Corre la sospecha en el Ayuntamiento de Alicante de la pinza entre populares y nacionalistas para sacar adelante los presupuestos de 2025

Domingo, 29 de septiembre 2024, 07:22

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Ahora que las cosas con México están peor que nunca gracias al acontecimiento histórico planetario (Leire Pajín 'dixit') de la conjunción de gobiernos progresistas a ambos lados del Atlántico, es buen momento para congraciarse con este gran país que atesora enorme patrimonio cultural y escuchar al gran Vicente Fernández con esa gran ranchera que es 'El Rey': «Que no hay que llegar primero. Pero hay que saber llegar», canta el mariachi.

Una máxima que, aplicada al Ayuntamiento de Alicante, le correspondería a Vox. Los 'cuatro de Abascal' se las prometían muy felices en la presente legislatura para apretar al equipo de gobierno popular. A Luis Barcala le faltaron 24 horas para obtener mayoría absoluta, pero se quedó con 14 concejales, a uno de disponer con total libertad de la gestión municipal.

Al contrario que en Valencia, no fue necesaria la entrada de Vox en el equipo de gobierno. Los de Abascal no son, ni mucho menos, Ciudadanos. Su fuerte componente ideológico y espíritu jacobino les hacen menos moldeables, también menos flexibles, a las necesidades de cada territorio.

Pero daba igual. Con algunas prebendas, los populares estaban convencidos de que Vox sería un socio de fiar, como la legislatura pasada los naranjas. Como cantaba la ranchera, fueron los primeros en llegar. Lo malo vino después.

No fue cuestión de Alicante, sino directamente de Madrid. Abascal está obsesionado con que hay generales pronto (hablan de febrero de 2025) y distanciarse del PP, de ahí el abandono de los gobiernos autonómicos y algunas posiciones de fuerza. En Alicante, esta estrategia se tradujo en la negativa de Vox a firmar una ordenanza de ocupación de vía pública que ampliaba el horario de terrazas de veladores cuando ya estaba hasta redactada. La excusa, los puntos violenta contra la violencia de género en las fiestas.

«Usted [a Rafa Mas] va a aprobar los presupuestos municipales a cambio de La Británica y unas camas más en el CAI»

Mario Ortolá

Portavoz adjunto de Vox

Vox pedía cambiar el nombre por una especie de oficinas de denuncias móviles, que valieran tanto para agresiones sexuales como para hurtos. Pero el Ayuntamiento de Alicante tiene unas obligaciones irrenunciables con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y el PP no podía pasar por alto esta exigencia de los voxistas.

El que supo llegar aquí fue Compromís, que le robó la tostada al PSPV, incluso a su primo político de EU-Podem, Manolo Copé. El portavoz progresista, Rafa Mas, apoyó la iniciativa del PP a cambio de «recortar media horita» las terrazas. Creyó que así se congraciaría con los vecinos del Centro, votantes populares en su mayoría, aunque parece que la reacción de la hostelería le haya asustado. En el pasado pleno ordinario de septiembre, Compromís le echaba la culpa a Vox de no haber apoyado al PP y haber restringido el horario de las terrazas, uno de los principales reclamos de Alicante.

Tras la espantada de Vox, el PP ha sabido sacar adelante la gestión municipal con esa geometría variable que se inventó Zapatero. Ayer con Compromís; hoy con Vox con la Zona de Bajas Emisiones sin multas y ¿mañana?...

Parece que Compromís, mejor dicho Rafa Mas, está loco por la música de seguir apoyando al gobierno municipal. Un día palo y al otro zanahoria. Esta es la sospecha que ronda por los pasillos municipales, que el portavoz nacionalista (aunque no le guste esta acepción) se ha lamentado de no haber metido baza en la Zona de Bajas Emisiones y de que estará dispuesto a aprobar los presupuestos municipales.

Los primeros que están con la mosca detrás de la oreja son los propios de Vox. El portavoz adjunto del grupo municipal, Mario Ortolá, llegó a verbalizarlo en el pleno: «Usted va a aprobar los presupuestos municipales a cambio de La Británica y unas camas más en el CAI», según recoge el acta de sesiones. De seguir esta hipótesis, se entiende mejor la actitud paciente y hasta comprensiva del alcalde-presidente con el portavoz de Compromís durante los plenos.

Este lunes se reúnen el vicealcalde, Manuel Villar, y el concejal de Hacienda, Toni Gallego con Compromís para presentarle los presupuestos municipales. La respuesta de la coalición a este encuentro dará pistas sobre si, por fin, las cuentas municipales se aprueban antes de final de año, objetivo que en el equipo de gobierno aseguran que así será.

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