

Secciones
Servicios
Destacamos
Regresa el otoño y, con él, el PSPV. Después de perder el poder en la Generalitat Valenciana y en buena parte de los ayuntamientos que mantenían su poder municipal el pasado 28M, los socialistas han vivido a trompicones estos últimos meses. Y aún siguen, esperando que se clarifique el Gobierno de España para comenzar el periodo congresual que decida el futuro de la agrupación.
Trastabillados tras la convocatoria de generales realizadas por el presidente del Gobierno al día siguiente de la debacle municipal, el resultado del 23J les ha permitido mantenerse con respiración asistida en espera de la investidura de Sánchez, que dan por hecha. Y, en medio de todo, el PSPV se ha reencontrado.
Ha sido en una cena convocada este lunes en Aspe, donde este martes se firmará el histórico convenio de explotación del trasvase Júcar-Vinalopó. En un acto de reunión, unión y afirmación se han juntado las tres patas que sustentan en estos momentos el pasado, presente y futuro de la estructura socialista autonómica: Ximo Puig, Pilar Bernabé y Alejandro Soler.
El secretario general y expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, apenas ha podido mover ficha desde que perdiera el poder institucional. Consiguió dirigir el liderazgo del grupo socialista en Les Corts en Rebeca Torró, exconsellera de Territorio y considerada 'ala dura' para la oposición frente a Arcadi España, exresponsable de Hacienda y exjefe de gabinete de Presidencia, al que se le considera con un perfil institucional.
Fracasó, sin embargo, al intentar imponerse en las candidaturas a las generales en Congreso y Senado. La dirección nacional cortó las alas a las aspiraciones de Puig y deshizo los cambios que el propio secretario general de los socialistas valencianos quiso imponer en las candidaturas. Especialmente en Alicante, donde Alejandro Soler ha mostrado su conexión con la dirección federal.
El secretario general del PSPV-PSOE de la provincia de Alicante, Alejandro Soler, ha declarado durante la cena-encuentro que ha tenido lugar en Aspe que «os socialistas hemos luchado para que esta provincia tenga las inversiones necesarias para ser competitivos«. Soler ha aseverado que «el convenio del trasvase Júcar–Vinalopó, la licitación de la A7 por su paso por Crevillente o la variante de Benissa son la mejor prueba de que el Gobierno de España está invirtiendo en la provincia».
El resultado de las generales, inesperado para populares y los propios socialistas, ha dejado al PSPV en un 'impass' a la espera de conocer la resolución de la investidura de Pedro Sánchez. En este tiempo, Ximo Puig ha aprovechado para pasar a un segundo plano, de donde ha querido emerger en las últimas semanas.
Un tiempo que Puig ha aprovechado para moverse, al mismo tiempo que lo han hecho desde las diferentes agrupaciones. El exjefe del Consell maniobra para colocarse como 'ministrable' en un futuro Gobierno socialista. Una aspiración que parte del partido no se la cree y que otra, la más próxima a Puig, alienta.
Parte de este plan pasa por poder colocar a su sucesora. Pilar Bernabé, delegada del Gobierno y hermana de Antoni Bernabé, quien ocupó el mismo puesto en tiempos de Zapatero, parece que es la elegida. La influencia del leonés sobre Sánchez es cada vez más evidente. Y puede ser el camino para redimirse ante el presidente del Gobierno y olvidarse que Puig apoyó a Susana Díaz en las primarias.
Frente a esto, los movimientos de relevo del secretario general se han sucedido rápido. Desde Alicante para conquistar Valencia. En la provincia domina el sector sanchista, de la mano del secretario general del PSPV alicantino, Alejandro Soler. Quien está dispuesto a dar el salto a Valencia. Quien apoya Ferraz parece que quedó claro en la pelea por las listas.
De ahí que la cita de este lunes por la noche se haya interpretado en círculos socialistas en modo cónclave. Todavía queda un mes antes de saber si Pedro Sánchez es investido presidente o se repiten elecciones. Nadie se moverá oficialmente hasta entonces. Por eso son tan importantes los gestos que se producen, como el de este lunes en Aspe, donde los socialistas quieren comenzar a recomponer su proyecto.
Si el agua del Tajo-Segura pudo ahogarles el 28M, esperan que la corriente del Júcar-Vinalopó les vuelva a llevar por el lecho camino de una desembocadura en 2027 con los meandros de elegir un nuevo líder del PSPV.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.