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Kendall Roy en 'Succession'. RC
Crítica del episodio 4x08 de 'Succession': guía práctica para construir un relato

Crítica del episodio 4x08 de 'Succession': guía práctica para construir un relato

Los hermanos Roy reinterpretan la democracia a su gusto y se afanan por colocar en la Casa Blanca como presidente al candidato que más les conviene

Mikel Labastida

Valencia

Martes, 16 de mayo 2023, 12:36

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Este artículo revela acontecimientos importantes de la temporada 4 de 'Succession'.

La verdad importa poco cuando hay cientos de millones en juego. Lo que importa es el relato y, sobre todo, quién lo sitúa antes para que este prevalezca. Esas son algunas certezas que se adivinan detrás del capítulo 8 de la cuarta temporada de 'Succession', que se desarrolla en una noche electoral en Estados Unidos. Es un episodio de terror por lo que cuenta -que nada escapa al poder económico, ni los medios de comunicación ni las fuerzas políticas-, y de acción, por cómo se desarrolla: los protagonistas se persiguen a través de teléfonos móviles, las pantallas cargadas de datos se convierten en peligrosas armas, y la munición se dispara con diálogos envenenados. Roman contra Kendall. Roman contra Shiv. Shiv contra Tom. Shiv contra Greg. Greg contra Shiv. Kendall contra Shiv. Todos tratan de salir ilesos de una velada en la que los Roy se juegan el devenir de su empresa y el país entero, su futuro político.

Quedan un par de episodios para que la serie de HBO Max eche el cierre. Y algunos lo agradeceremos, porque qué ansiedad produce el visionado de algunas entregas. Luego lo echaremos de menos, no lo niego. No existe formalmente un espectáculo semejante ahora mismo en la televisión, nada que sea capaz de arrastrar (literalmente) al espectador persiguiendo a los personajes allá donde están encerrados. Esta vez en la sede de ATN, la cadena de noticias de los Roy, inspirada en Fox News. Si alguien tenía dudas de este parecido razonable le invito a que vea el episodio de esta semana.

Estamos en la antesala del funeral de Logan Roy y sus hijos en lugar de estar decidiendo en qué ataúd yacerá su padre y qué tipo de flores se colocarán en la ceremonia tratan de ajustar los resultados de los comicios estatales a sus intereses empresariales. Da un poco de vértigo asistir a este episodio a solo dos semanas de que se celebren elecciones en España, porque nada de lo que narra, por espantoso que parezca, nos resulta increíble. Todos somos conscientes de la influencia del poder económico sobre el político y de la amenaza que supone la posverdad. De eso trata el último capítulo emitido de 'Succession', que vuelve a sacudir a todos los personajes y a enfrentarlos entre sí para ver cuál sale peor parado. Cuesta decidirse. Más tarde los repasaremos para comprobar en qué situación quedan de cara a la recta final.

Darwin, analista de la ATN, y Roman, en el episodio 8 de la cuarta temporada de 'Succesion'.
Darwin, analista de la ATN, y Roman, en el episodio 8 de la cuarta temporada de 'Succesion'. RC

Con todo el país pendiente de las urnas la ATN juega un rol fundamental. Así se lo hacen saber los hermanos a Tom, que está al mando del especial informativo. Necesitan la atención de los espectadores y el control del relato. Algún iluso pensaría que hay un interés deontológico detrás, pero no, lo único que desean los protagonistas es quedar bien posicionados con quien vaya a ocupar la Casa Blanca, porque en sus manos estará permitir o no el acuerdo de GoJo.

Dos representantes aspiran a sentarse en el despacho oval, Jerid Mencken, el candidato republicano, y Daniel Jiménez, el demócrata. A ambos los conocíamos de episodios y temporadas anteriores. Estas elecciones han planeado a lo largo de toda la serie. Al fin y al cabo esto va de poder. Y de que nos demos cuenta de hasta dónde son capaces de llegar los que lo ostentan. No nos podemos olvidar de Connor (o sí), el hermano mayor de los Roy, que también aspira a la presidencia, aunque nadie lo tiene en cuenta porque sus posibilidades son mínimas. Pasará por este proceso electoral como ha pasado por el resto de su vida, sin pena ni gloria, reclamando una embajada en cualquier lugar del mundo.

A Mencken, conservador de extrema derecha, lo apoyaba Logan y también lo hace ahora Roman, que va a ser el que lleve la voz cantante en este capítulo, posicionándose contra todo pronóstico como el mejor sucesor de su padre. El más vil, el que está más dispuesto a todo. Shiv permanece de parte de Jiménez y rechaza las posturas fascistas que abandera su adversario. Cabe recordar que le ofrecieron trabajar en el pasado en el bando de la izquierda, pero finalmente ella prefirió continuar en la empresa familiar. Kendall se sitúa en territorio de nadie, ese lugar ambiguo por el que le gusta transitar. Por un lado le preocupa lo que le pueda ocurrir a su familia con un presidente tan radical (manda vigilar a su hija y a su madre ante cualquier posible ataque), pero por otro mira quién puede satisfacer mejor sus objetivos.

Un incendio nada casual

La noche electoral se complica cuando se declara un incendio en Milwaukee y este afecta a una sede electoral, en la que se han destruido un buen número de votos que podrían repercutir en el resultado final en ese estado. No parece casual. Nada es casual en estos momentos. La sombra del trumpismo aparece y amenaza con empañar el resultado final. Hasta ese momento Kendall, Shiv y Roman habían permanecido en los salones VIP de la ATN. Pero cuando la situación se complica deciden tocar tierra, bajar al ring, a los estudios, para tratar de imponer sus criterios frente a los de la redacción, en manos de un Tom que como siempre trata de hacer malabares para quedar bien delante de todos. ¿Le importa la información, la veracidad, el contraste de ideas? En absoluto. Solo quiere salvar su culo. Y esa noche se lo juega de nuevo.

La primera decisión que hay que tomar es sobre cómo informar respecto al incendio. Tom duda en prestar atención a ese hecho que considera menor y apuesta por volcarse en la cobertura electoral. Shiv insiste en que se dé cuenta de lo que está ocurriendo, lo que considera un ataque al proceso electoral. Cuando el resto de cadenas comienzan a sugerir que los seguidores de Mencken están detrás de la quema de votos, la ATN apuesta por un relato diferente: el incendio ha podido producirse por un fallo eléctrico y los demócratas tratan de contaminar las elecciones. Roman llega incluso a marcar el discurso de uno de los presentadores para que vaya en esa línea.

¿Y qué hace el resto de la redacción? Sortea como puede el huracán desatado por los Roy. Aunque su opinión parece que importa poco. Son meros instrumentos, figuras de un ajedrez que juegan una partida sin ser conscientes de ello. Y si molestan se les lanza wasabi a la cara para que se distraigan.

Más allá de las afinidades ideológicas existe una razón de peso para que cada hermano prefiera a un candidato u a otro. Roman está seguro de que Mencken echará atrás el acuerdo con GoJo. Kendall quiere saber si Jiménez hará lo mismo y le pide a Shiv que interfiera, teniendo en cuenta que conoce a su jefe de campaña. Pero ella nada entre dos mares, porque cabe recordar que en secreto está conspirando con Lukas Matsson, el magnate que quiere comprar la empresa de los Roy. Sus hermanos no lo saben. De momento.

Esta será una noche de revelaciones y en todas ellas Shiv se sitúa en el centro. Por un lado, en una nueva discusión con Tom ella le espeta que está embarazada y él pone en duda la propia información y que pueda ser el padre. Más tarde será traicionada por Greg (que también juega a todos los bandos para asegurarse un lugar en la sucesión) y desvelará los acuerdos de la hermana con el empresario sueco. Cuando esto sucede Kendall se alía definitivamente con Roman, que insiste en proclamar cuanto antes a Mencken ganador de las elecciones para ganar su confianza. Y para fijar el relato. No nos distraigamos con nada más, que aquí lo importante es el relato. ¿Les suena? Claro que les suena.

El recuento ha avanzado y la situación entre ambos partidos es ajustada. Roman insiste en que la ATN ha de dar por vencedor al candidato republicano. Shiv pone en duda la legitimidad del resultado, teniendo en cuenta que se han quemado un puñado de votos que podrían inclinar la balanza hacia un lado u otro. «Sabemos lo que vota la gente», afirma con contundencia Roman. Si la cadena se postula, se inclina hacia un lado, todo lo que venga después alimentará las teorías de la conspiración, porque ya se habrá fijado una verdad. La decisión final queda en manos de Kendall, que finalmente decide aliarse con su hermano menor tras conocer la traición de Shiv.

En una de las salas de juntas los tres escuchan las primeras declaraciones del nuevo presidente, Mencken, actuando como tal después de que la ATN le haya coronado, a sabiendas de que se tardaría meses en hacer un recuento real. Y qué más da. Roman sonríe satisfecho, con los pies en la mesa, sabiéndose vencedor de este asalto y quién sabe si del combate final. Kendall lo mira aturdido, desconcertado por su pericia y por el devenir de los acontecimientos. Aguanta los golpes como puede, pero está a punto de caer por KO. Shiv se queda recostada en la entrada de la sala, toma distancia, observa con prudencia, rabia y desconcierto. Está tocada, casi hundida. Va a intentar jugar una última carta junto a Lukas pero se queda sin margen de maniobra.

En el próximo episodio nos vamos de funeral. Ya en este se nos ha quedado a todos cara de funeral.

Durante la temporada realizaremos un resumen semanal de cada capítulo de 'Succession', en el que se irán turnando Mikel Labastida, Andrea Morán y Rosa Palo.

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