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Miguel de las Cuevas ha decidido colgar las botas a los 38 años. El mediapunta alicantino ha recibido ofrecimientos de todo tipo en las últimas semanas, pero su decisión es irrevocable y ha puesto el punto y final a una carrera con más luces que sombras y a la que sólo le faltó una segunda etapa en el club que le formó: el Hércules.
De las Cuevas disputó 26 encuentros la pasada campaña con el Orihuela de Segunda RFEF y desde entonces se encontraba sin equipo. El alicantino cuelga las botas con 542 encuentros a sus espaldas, 201 de ellos en Primera División con el Atlético de Madrid, Sporting de Gijón y Osasuna.
Herculano de formación y alicantino de corazón, se marchó jovencísimo al Atlético de Madrid tras celebrar el ascenso a Segunda División con el Hércules de Juan Carlos Mandiá en 2005. Miguel tenía entonces 19 años y disfrutaba del fútbol con sus compañeros y amigos Sisi, Vicente Verdejo, Sergio Mora y Nano, entre otros.
De las Cuevas estuvo cerca de volver al Hércules en diferentes etapas, pero las operaciones nunca se concretaron y recorrió toda España en una carrera larga y exitosa en el fútbol profesional, superando también una grave lesión de tobillo sufrida cuando estaba tirando abajo la puerta del primer equipo del Atlético de Madrid.
La carta publicada este lunes por el alicantino es la siguiente:
«Hoy 3 de febrero hace justo 17 años que debute en Primera División con el Atlético de Madrid y coincidiendo esa fecha quería anunciar mi retirada del fútbol profesional.
Quiero dar las gracias a mi mujer Esperanza, Por ser mi mayor apoyo y estar siempre a mi lado, a mis hijos Miguel y Elena Por ser mi mayor mi motivación y mi fuente de energía. A mis padres Miguel Angel y Maribel por inculcarme los valores que me han acompañado siempre y respetar mis decisiones desde pequeño. A mis hermanos Carlos y Isabel por su apoyo incondicional. A mi abuela la primera que creyó en mi. A mi agente Pepe Mesas, por guiarme como un padre. A mis compañeros, entrenadores y trabajadores de cada club, gracias por hacerme este camino inolvidable.
Gracias a todos los clubes donde he jugado y sus aficiones:
Hércules CF: cumplí mi sueño de niño de jugar en el Rico Pérez.
Atlético de Madrid: por confiar en mí tras una grave lesión y permitir debutar en Primera División y en Champions League.
Sporting de Gijón: donde viví momentos inolvidables como aquella victoria en el Santiago Bernabéu con Manolo Preciado.
Osasuna CF: donde nacieron mis hijos y donde viví la pasión de una afición única.
Spezia calcio: por abrirme las puertas del fútbol italiano y hacerme disfrutar de una cultura maravillosa.
Córdoba CF: por el cariño que me habéis dado desde desde el primer día y hacerme vivir de mis mejores temporadas.
Orihuela CF: por permitirme cerrar mi carrera en el pueblo de mi madre, donde todo ha tenido un significado especial.
Y también al colegio Agustinos, Kelme CF y al Valencia CF donde comenzó todo y aprendí los valores que me han acompañado siempre.
Me voy habiendo jugado más de 500 partidos, más de 200 en Primera División y habiendo marcado goles en todas las categorías profesionales del fútbol español, desde Primera División a Segunda Federacion. Pero lo más importante es la gente que me llevo conmigo.
Gracias a todos los que habéis formado parte de este viaje. Gracias fútbol, esto empieza ahora».
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